Prohíben al British Museum devolver obras robadas por los nazis

EFE

El Alto Tribunal británico prohibió al British Museum devolver cuatro dibujos de maestros antiguos a los descendientes de un matrimonio checo de origen judío expoliado por los nazis en 1939.

El tribunal dictaminó que la "obligación moral" de restituir unas obras robadas a sus propietarios no tenía prioridad sobre la ley del Parlamento que protege las colecciones de los museos del Reino Unido para la posteridad.

El gobierno de Londres temía que la eventual devolución de esos dibujos, a la que estaba dispuesto el museo londinense, pudiera crear un precedente legal y obligar a restituir piezas más importantes de esa y otras colecciones como los famosos frisos del Partenón.

Los cuatro dibujos, que incluyen una Sagrada Familia del italiano Niccolo dell'Abbate y una Santa Dorotea con el Niño Jesús, de un discípulo del alemán Martin Schongauer, fueron sustraídos por los nazis en el domicilio del abogado de origen judío Arthur Feldmann en la ciudad checa de Brno.

Feldmann fue torturado y asesinado por los nazis mientras que su esposa, Gisela, murió en el campo de exterminio de Auschwitz.

El fiscal general del gobierno de Londres, Peter Goldsmith, que temía las consecuencias no deseadas para ese y otros museos británicos que pudiera tener el hecho de devolver los dibujos, había solicitado el dictamen del Alto Tribunal.

En su veredicto, el vicecanciller del tribunal, Andrew Morritt, señala que ni la Corona ni el Fiscal General podían hacer caso omiso de una ley aprobada por el Parlamento, sino que sería precisa nueva legislación al respecto.

Consecuencias

Una portavoz de la Comisión para el Arte Robado en Europa, que representa a los herederos de Feldmann, dijo que la sentencia tiene consecuencias para todos los que reclaman obras de arte que fueron objeto de pillaje durante el período nazi.

La portavoz se mostró, sin embargo, confiada en que finalmente se encuentre una solución con el museo para que se haga justicia y la familia recupere las obras que reclama desde 2002.

El gobierno británico temía que la restitución de esas obras pudiera abrir de par en par las puertas a toda una serie de reclamaciones a distintas colecciones británicas, entre ellas los frisos del Partenón, reclamados por Grecia.

Estos fueron traídos al Reino Unido en 1801 por Thomas Bruce, séptimo conde de Elgin, que fue embajador británico en el imperio otomano, que entonces incluía a Grecia y que el diplomático vendió al Museo Británico por 35.000 libras en 1816.