Informe de la Cepal
América latina rezagada en la lucha contra la pobreza
Hay 222 millones de pobres en Latinoamérica, lo que representa un 44 por ciento de su población. Cerca de 96 millones -el 18,6 por ciento- vive en la indigencia.

América latina, a excepción de Chile, está rezagada en la reducción de la pobreza y aún mantiene a 18,6 % de su población bajo la línea de la indigencia, reveló la Cepal en un estudio sobre el cumplimiento de las Metas del Milenio de la ONU difundido en Santiago.

El informe Objetivos de Desarrollo del Milenio: una Mirada desde América Latina y el Caribe fue elaborado por la Comisión Económica para América Latina (Cepal) según las metas que la Organización de Naciones Unidas (ONU) fijó en 2000 para reducir a la mitad la pobreza en el mundo hacia el año 2015.

El documento reveló que hay 222 millones de latinoamericanos pobres, que representan el 44 % de la población del continente. Bajo la línea de la indigencia son 96 millones de personas, que configuran el 18,6 % más rezagado.

"Sólo Chile ya ha reducido a la mitad la pobreza extrema", dijo el secretario ejecutivo de la Cepal, el economista argentino José Luis Machinea, durante la presentación del documento.

Los países de mayor desarrollo en la región, después de Chile, son Argentina, Costa Rica, Cuba y Uruguay.

Pobres entre pobres

En contraste, Bolivia, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Haití y Paraguay siguen siendo los países más pobres de la región, con niveles de pobreza superiores al 30 % de su población y son, precisamente, los más atrasados en alcanzar las metas de Naciones Unidas.

El informe de la Cepal está articulado en torno de la desigualdad en la distribución de los ingresos de los latinoamericanos y caribeños, aspecto que convierte al continente en el menos equitativo del mundo.

Ante esto, Machinea destacó la importancia de una política fiscal vigorosa, capaz de transformar el crecimiento económico de cada país en beneficios y políticas públicas para mejorar la condición de los más desposeídos.

Además de disminuir la pobreza, los objetivos de la ONU también apuntan a universalizar la educación básica, reducir el hambre, promover la igualdad de género, mejorar la salud materna, garantizar el desarrollo sustentable, avanzar en el combate al sida y fortalecer la cooperación internacional para el desarrollo.

Sobre este punto, la Cepal entregó una cifra desalentadora: la ayuda de los países industrializados para el desarrollo pasó de 0,33 % de su producto interno bruto (PIB) en 1990 a 0,25 % en 2004.

Machinea advirtió que la cifra "está lejos del compromiso de transferir a los países en desarrollo el 0,7 % del PIB".

El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), el chileno José Miguel Insulza, destacó por su parte el papel del Estado en la tarea de reducir la pobreza.

Las metas de la ONU "son casi imposibles de cumplir si atribuyéramos solamente al crecimiento la posibilidad de mejorar la condición de pobreza", dijo Insulza, aludiendo a las bajas tasas de expansión económica de algunos países y a la necesidad de que economías como la de Bolivia crezcan un 4,4 % durante los próximos once años para superar la indigencia.

"Es posible mejorar la condición de pobreza con políticas públicas que apunten (...) en la dirección de los temas principales de la pobreza", expresó Insulza, presente en la lectura del informe.

Desigualdad

Para graficar esta desigualdad, la Cepal señaló que el ingreso per cápita en Antigua y Barbuda ronda los 10.000 dólares, mientras que en Haití es de apenas 400 dólares.

"La región tiene una larga deuda con la equidad", reflexionó el secretario ejecutivo de la Cepal.

El estudio también constató que será posible llegar al 2015 con parte de las metas cumplidas, sobre todo las relacionadas con la educación, donde se observaron tasas de matrícula superiores al 93 %. La misma posibilidad vislumbró el organismo en el acceso al agua potable, aunque países como Bolivia, Haití y Guatemala exhiban coberturas inferiores al 60 %.

AFP