Cuando en un mismo escenario convergen el teatro, la arquitectura, la música, la plástica, el video, la acrobacia y la danza, el arte parece desbordarlo y comienza a explorar y a ganar otros espacios.
El aire es el lugar a conquistar -vuelo mediante- por Caosmos, un grupo de arte aéreo que surgió en el 2002 como la continuación del elenco de teatro de altura Puja!, tomando el nombre de una de sus últimas puestas. Sus integrantes, movidos por la idea de provocar sensaciones en la gente "que a veces está medio dormida", busca experimentar nuevos espacios.
Roberto Strada, profesor de Artes Visuales y maestro de técnicas circenses, es el director del grupo, y cuenta: "Seguimos con la línea que veníamos trabajando con Puja! y que fue apareciendo en la Argentina de manera incipiente en los noventa. Tiene que ver con la ruptura del espacio escénico, la ruptura de la división a la italiana de la escena, entre público y actores; y la ruptura de las leyes de la gravedad".
El arte aéreo o la danza aérea, como también se le llama internacionalmente, hace 10 años que se viene trabajando. Pero recién ahora se lo puede identificar como una disciplina. Toma las tecnologías del montañismo, de escalada y de los deportes extremos; es posible gracias a técnicas de seguridad que han surgido y que posibilitan trabajar de esta manera.
Todo el concepto del nuevo circo también se incorpora a lo que trabaja el grupo: las artes plásticas, la danza y el teatro.
La búsqueda es "lograr en la gente ese tipo de sensaciones. Es un gran objetivo, y por eso recurrimos a múltiples elementos", explica Roberto. Esa diversidad de herramientas, la interdisciplina, es lo que caracteriza al arte aéreo.
Alfonsina Rabellino, actriz y preparadora física del grupo, cuenta desde su experiencia cómo se conjugan los distintos lenguajes: "Cuando buscaba y encontré el grupo, intentaba provocarme desde otros lugares, desde otras disciplinas. Yo vengo de la danza, de la expresión corporal, y eso ya no me daba respuestas. Por eso apelé al teatro aéreo y a lo sonoro. Creo que también ésa es la búsqueda de los distintos integrantes del grupo: provocarse y provocar al otro; sentir, despertar y estar presente de otro modo".
"Esthesia" es el nombre del espectáculo que Caosmos presentó el año pasado y es la síntesis que reúne la idea del sentir, del no estar anestesiados, paralizados. "De alguna manera, desde la interdisciplina, la comunión de los lenguajes artísticos, desde lo que es teatro, la danza, la gimnasia deportiva; desde la música, que está hecha para los espectáculos; desde lo visual, que también es muy fuerte; desde la estética de las artes plásticas... tratamos de comulgar las disciplinas, transferir y provocar íntegramente al ser".
"Por eso llegamos al público desde muchos ángulos -agrega-, lo sabemos por las manifestaciones y los comentarios que nos llegan. Siempre la gente se impacta con la altura, el riesgo, la cuestión del vértigo. Pero también hay quienes se enganchan por los distintos lenguajes: lo arquitectónico, las estructuras o con el argumento, con lo que pasó por su cabeza cuando nos estaba viendo. Las posibilidades son infinitas".
El teatro aéreo integra disciplinas; muchas, que van más allá de las artísticas. Roberto explica cómo se configuran tan diversos elementos en una obra: "Creo que todo lo que yo hago empieza en lo arquitectónico, en la ingeniería. Comenzamos buscando nuevas formas de volar, armar juguetes y ponerles el cuerpo, probarlos todo el tiempo y después armar algo. Vamos practicando lo que hacemos en eventos hasta conformar después un espectáculo. La maquinaria es la que integra los códigos y después se enriquece con los que ya tiene cada uno. Después, el objetivo es qué expresás".
Pablo Cuello, otro integrante y actor, agrega que "hay otro juego dentro de las interdisciplinas. Nos planteamos: hasta acá trabajamos esto, �qué le provoca al músico lo que construimos con estos juguetes y estos movimientos?, por ejemplo. �Qué le provoca y que nos propone como música? Esa música, �qué nos vuelve a provocar a nosotros? Ese ida y vuelta como una praxis que tiene que ver con el aporte que está modificado por lo que ya se vio y vuelve a ser modificado.
"Una praxis -sintetiza Roberto-. La intención no es unir todo; cada cosa tiene su identidad y está presente en un diálogo con lo otro".
Esta relación también se traslada a los espacios en los que se monta una obra. "Es el diálogo con ese lugar lo que prevalece; el músico con nosotros también y, por otro lado, la danza con la plástica. Es como un feedback sentarse a escuchar", explica Roberto.
La idea es descubrir qué provocan esos espacios muchas veces no convencionales en cada uno de los integrantes del grupo. A partir de los mismos elementos, dos personas pueden llegar a expresar cosas muy distintas.
Si de dialogar con los espacios se trata, Caosmos tuvo la posibilidad de comunicarse con distintos edificios urbanos: puentes, el Monumento a la Bandera en Rosario, una estación de ferrocarril, e incluso, con el agua, flotando. Y Pablo aclara: "No puede ser lo mismo un espectáculo sobre un espacio o el otro, hay una interacción y se da cuenta de eso".
En esta ciudad, se presentaron convocados por la Municipalidad: "Tuvimos la posibilidad de hacer intervenciones en el paisaje, sobre el agua, y fue todo un desafío. Pero los lugares donde somos mejor entendidos y tratados son los espacios culturales, como el Festival Internacional del Mercosur en Córdoba. Tuvimos la posibilidad de trabajar ahí y sentimos que estábamos hablando el mismo idioma. Es siempre diferente de otro tipo de relaciones más comerciales", explica Pablo.
Este año, Caosmos seguirá presentando "Esthesia". Está pensado para hacerse en el teatro y ya hay contactos para poder llevarlo fuera del país. Mientras tanto, el grupo necesita seguir trabajando para mantener la estructura y el costo que implican las presentaciones. Por eso, seguirá con eventos y hay muchas posibilidades de que en setiembre hagan una gira por Brasil en un festival internacional en Porto Alegre.
"También vamos a trabajar pedagógicamente con un taller anual -agrega Roberto-. Estamos buscando un lugar que sea el más apropiado para poder darlo, lo que es un poco complejo, ya que debe tener condiciones de altura y de infraestructura.
"La idea es abarcar en estos talleres de expresión aérea la mayor cantidad de disciplinas con las que trabajamos, y utilizar la maquinaria para volar. La formación se divide en dos partes: primero, buscar el aprestamiento corporal, para después -cuando se alcanza-, poder experimentar. Por esto, aunque los interesados generalmente vienen de la danza, del circo o de la gimnasia deportiva, el espacio está abierto a cualquier persona, incluso sin conocimiento previo, ya que la preparación se puede adquirir con rapidez dentro de los talleres y comenzar a elevarse. Y así, poco a poco, levantar vuelo".
"Lo que pasó en Colón nos impactó a todos. La reacción del público, la masividad y lo emocionante que fue; creo que nos superó. Si bien nadie lo subestimaba, pero no imaginábamos que iba a tener ese impacto", confiesa Pablo Cuello.
La posibilidad que tuvo Caosmos de presentarse en los festejos por los cien años de Colón, fue una puerta abierta en su propia ciudad. Significó dejar de lado las teorías y estar ahí, provocando, como ellos dicen. "Es eso que hacemos desde hace 10 años en otros lados y se hace difícil de contar. En Santa Fe todavía nos faltaba esa conexión, estar más cerca de la gente, del fervor y de esa cuestión multitudinaria", dice Roberto.
Fue una oportunidad para encontrarse ante un público que -aseguran-, quizás, no los habría visto de otra manera. "Hubo una total comunicación, se compartieron los códigos y la gente participó con sus cantos en lo que estaba pasando, en lo que estábamos haciendo", relata Alfonsina.
La presentación en los festejos colonistas con más de 35.000 personas disfrutando del espectáculo significó también romper con algunos prejuicios que el grupo muchas veces tiene que enfrentar. "Los empresarios y dirigentes que creen que a la gente sólo le gusta la cumbia, los fuegos artificiales y ese tipo de espectáculos -dice Roberto-. Uno trata de hacerle ver que no es así. Lo de Colón fue rotundo y cada vez que nos presentamos hay mucha aceptación. Pero, cuando uno se sienta de nuevo a negociar, la situación es muy indigna. No estoy en contra de estas manifestaciones culturales, sólo que no son las únicas y los responsables de la cultura deben tenerlo en cuenta.
"Mucha gente no cree que somos de acá. Hay un descreimiento de lo local, siempre lo de afuera pega mejor; y nosotros, a la vez, tenemos mejores condiciones de trabajo cuando vamos a otras ciudades. Por eso, como muchos grupos, tendremos que salir para volver y que se valorice lo que hacemos", concluye Pablo.
Caosmos está integrado por las siguientes personas, las que cumplen con determinadas funciones dentro del grupo:
Marina Zavala