AFP
Estados Unidos afirma haber matado a 50 rebeldes en una operación en el oeste de Irak, mientras el presidente estadounidense George W. Bush se dispone a lanzar una ofensiva ante su opinión pública para tratar de convencerla de que sus fuerzas no están "empantanadas" en la campaña iraquí.
"Alrededor de 50 insurgentes murieron desde el comienzo de la operación que comenzó ayer (viernes) por la mañana", afirma una nota de la segunda división de los Marines.
La operación "Spear" (Lanza), en la que participan unos 1.000 militares, también ha permitido liberar a cuatro rehenes iraquíes que han sido golpeados y estaban maniatados y encadenados a las paredes de un búnker en la localidad de Al-Karabilah, añade el texto.
La ofensiva está destinada a "extirpar la presencia de insurgentes y combatientes extranjeros y a desorganizar la red de apoyo a la guerrilla en la región de Al Karabila y sus alrededores", afirma el ejército.
Estados Unidos y el gobierno iraquí aseguran que los presuntos combatientes cruzan la frontera siria para infiltrarse en Irak y prestar ayuda a la rebelión, lo que desmienten las autoridades de Damasco.
El sábado por la mañana, el ejército estadounidense anunció la muerte de nueve iraquíes en dos atentados perpetrados el viernes en la provincia de Al-Anbar.
En Faluya, a 50 km al oeste de Bagdad, un atentado suicida mató ayer a cinco iraquíes, tres de ellos soldados, e hirió a diez personas, añadió.