Una especie de fiebre del oro se ha desatado en torno al Teatro Degollado de la ciudad mexicana de Guadalajara, tras la revelación de que el recinto tiene en sus columnas el metal precioso debajo de la pintura.
Cinco capas de pintura cubren miles de láminas de oro de 23 quilates que hace menos de un siglo se colocaron en las columnas, capiteles y cornisas del teatro, que se ha convertido en punto de mira de los restauradores y de los buscadores del metal precioso.
Uno de esos restauradores, Alberto Rodríguez, responsable de las obras de remodelación del Degollado, afirmó haber encontrado allí "hojas de oro que se utilizaban en las construcciones neoclásicas y cuyo valor económico y cultural es incalculable".
Rodríguez dijo que toda la decoración de ornato está recubierta de oro, lo que da un aire de leyenda al teatro, uno de los símbolos de Guadalajara, y donde se han celebrado importantes encuentros internacionales. Entre ellos, la Primera Cumbre Iberoamericana en 1991 y los actos de protocolo de la cumbre de mandatarios de la Unión Europea y América latina, el año pasado.
Inclusive, "el mural tiene una cornisa pesada, como de 80 centímetros de grosor, y está recubierto en oro de 23 quilates -precisó el restaurador-. íVaya que le echaron oro de a de veras al Degollado!", exclamó.
El restaurador cree que hace muchos años el oro se cubrió por ignorancia, ya que el personal de mantenimiento, sin ninguna directriz, creía que "echándole pintura" las columnas se verían más bonitas, con lo que fue quedando sepultado el metal precioso.
Pero también afirmó que existe la hipótesis de que el oro fue cubierto deliberadamente durante la Revolución mexicana (1910-1921) para evitar que el teatro fuera dañado por saqueadores, que abundaban en esa época.
Las actuales autoridades del ayuntamiento han pedido a la prensa manejar "la información dorada del Degollado" con prudencia, para evitar que la gente "pueda llegar a tallar las columnas buscando llevarse el supuesto oro y dañe la restauración".
Alberto Rodríguez señaló que entre 1855 y 1866, en el tiempo en que se construyó el teatro, que lleva el nombre de Santos Degollado, ex gobernador de Jalisco, se tenía la idea de que el estilo neoclásico obedecía al ambiente imperial de la época pero, en realidad, hubo un "alarde de poder y derroche".
El especialista señaló que la intención inicial era descubrir el oro y rescatarlo, pero que la gran cantidad de ese metal hallada le causó una enorme sorpresa.
El Teatro Degollado se inauguró en 1866, aunque sin concluir, pues su edificación, basada en el proyecto del eminente arquitecto Jacobo Gálvez, continuó en los años posteriores.
Rodríguez dijo que las láminas de oro llegaron hace más de un siglo a Guadalajara, la capital del Estado de Jalisco, procedentes de Italia.
La obra que hace más de 80 años realizaron los instaladores del oro está valorada en varios millones de dólares, pero la cotización del material sería mucho mayor. Sin embargo, las autoridades han preferido reservarse el dato para evitar la acción de saqueadores.
Rodríguez apuntó que la mejor forma de proteger las superficies revestidas con hoja de oro, será la de crear conciencia entre los espectadores y no ocultarlas, pues -de acuerdo a los cánones de restauración- lo recomendable es que la chapa de oro quede al descubierto.
De acuerdo con el restaurador, al menos un 95 por ciento de la superficie del metal precioso que adorna el teatro, quedará tal como estaba en la apertura del recinto, en 1866. El trabajo quedará concluido en mayo, aunque los arreglos totales del teatro no finalizarán hasta concluir el año, y el gobierno de Jalisco invertirá en ellos alrededor de 2,5 millones de dólares.
La intención, según lo declarado por las autoridades de Guadalajara, es preservar la historia y ofrecer un teatro digno, que incluso podría ser "el primero de México en cuanto a la restauración".
Xochitl Bravo