De la mano de Pedro Troglio, el Gimnasia platense le ganó ayer sábado a Newell's Old Boys 1 a 0, en el estadio del bosque, y se aseguró la permanencia en la Primera División. Al gol de la salvación definitiva lo consiguió Lucas Licht, a un minuto del desenlace y cuando el cero a cero parecía inamovible.
La reacción de Gimnasia desde la llegada de Troglio a la conducción técnica fue sorprendente, ya que de 24 puntos obtuvo 19, consecuencia de seis victorias, un empate y una sola caída, ante el "muletto" de Banfield. En cambio, a Newell's todavía le falta un punto para meterse definitivamente en la Copa Sudamericana 2005.
Como el cierre del partido era perfecto para Gimnasia, Troglio aprovechó para reemplazar a Claudio Enría, quien se retiró ovacionado porque se trató de su despedida en el club, ya que como dueño de su pase es probable que continúe su campaña en Colón de Santa Fe.
"Me tengo que sentar a hablar con los dirigentes de Colón. Me enteré de que Vignatti no está más y de que, ahora, tanto Martino como los actuales dirigentes lo quieren a Claudio", señaló Oscar Martínez, representante y propietario de los derechos económicos del delantero nacido en Helvecia.
El cotejo fue desprolijo y lo afrontaron un Newell's que salió a especular y un Gimnasia que buscó el triunfo sin la claridad necesaria. El equipo que todavía conduce Arsenio Ribeca trató de mantener la pelota en su poder y quitarle ritmo al juego, a la espera de una oportunidad para contraatacar.
Lo poco que generó Newell's de mitad de cancha hacia adelante se vio cuando se juntaron Iván Borghello, Fernando Belluschi y Marcelo Penta. Gimnasia procuró utilizar el balón en forma rasante y darle mayor velocidad a las acciones. Como es habitual, del abastecimiento se ocupó Lucas Lobos. A pesar de que por lo general se llegó poco hasta los arcos, los paraguayos Justo Villar y Aldo Bobadilla tuvieron algunas intervenciones importantes.
Troglio buscó soluciones con los ingresos de Gustavo Savoia y Daniel Romero y Ribeca también intentó con el aporte del experimentado Juan Esnaider. No obstante, todo siguió como para terminar sin goles. Sin embargo, el desnivel lo logró Licht, porque recibió la pelota de espaldas a la valla, giró y metió un zurdazo ascendente e inapelable, desatando el festejo "tripero".