La entrevista
"Popo" Giaveno, puro humor piamontés
Norberto -"Popo" para todo el mundo- Giaveno practica un humor sano, nutriéndose de los gringos y del sustrato piamontés, del que es heredero. También es veterinario. Hoy conviven las dos profesiones casi sin conflicto.

-¿Cómo empezó esto de ser el portavoz del piamontés a través del humor?

-Empezó en broma. Yo contaba cuentos de todo tipo, hasta que un día decidí volcarme por un estilo que no existía en el país, que era el estilo de mi sangre, la piamontesa. La forma de ser nuestra, nuestra forma de ver las cosas. Esa manera de sufrir tanto al llegar acá, esa manera de ser distinta. Nosotros somos pijoteros por necesidad, no porque nos guste serlo. El abuelo cosechaba una vez al año, y eso debía durar para dos años por si fallaba la cosecha del año siguuiente.

Valores como la educación, el respeto, los sueños de pibe. Todo eso que yo soñé, el barrilete, las figuritas que ahora estamos dejando morir, todo eso hizo que yo vaya forjando mi humor en base a ese tipo de historias, que son un poco desopilantes o incongruentes, con un poco de gracia y un poco de realidad. El remate es humorístico.

-Eras seguramente el gracioso de la escuela, ¿cuándo lo viste como una forma de vida?-Empezó cuando yo iba a unas peñas a contar algunas historias, y la gente empezó a llamarme con mayor frecuencia, hasta que despuués una radio grande de Córdoba empezó a sacarme al aire. Allí comencé a viajar y a hacerme conocer por la gente. Esto se va propagando de boca en voca. Yo no estuve nuncva en Cosquín, ni nada de eso porque nunca pude ir. Pero a la gente le está llamando la atención que haya alguien que está haciendo un humor distinto... -¿En que momento el humorita tapa al veterinario?-Siempre seré veterinario. Yo tuve propuestas para hacer temporadas en Carlos Paz, para viajar a otros lugares y dedicarme de lleno a esto y no lo quiero hacer. No quiero salir del equilibrio, ése que me permitió ser feliz. Con la veterinaria coseché clientes, amigos y amo a la profesión y sigo haciéndola de lunes a viernes con el mismo amor con que la hice el día en que me recibí. Digo que disfruto haciendo las dos cosas: contador de cuentos y veterninario y quiero seguir manteniendo ese quilibrio. -¿Cómo ves el momento del campo hoy?-El campo tiene un montón de héroes anónimos. Son los mismos que se ponían a arar, luego de una sequía, cada vez que llovía y con el mismo entusiesmo que si hubieran hecho una cosecha de 100 qqaa.Son héroes que no miran los resultados ni los tiempos. Ellos trabajan, trabajan, trabajan.Nosotros estamos en una zona lechera. El lechero durante años fue el tonto de la fiesta. La soja era tan fácil hacerla y ellos siguieron con sus vaquitas, siguieron luchando, inseminando, mejorando su calidad y sufriendo las cargadas de los demás. Y hoy, gracias a Dios, esperemos que la lechería siga pasando este momento lindo.Lo que necesitamos en este país es un equilibrio para que todos podamos producir, necesitamos que los que están arriba reconozcan que lo nuestro no es hacerlo con la pala, esto tiene un montón de sufrimiento. El margen que tenemos los chacareros es muy chico.