El cine no ha sido ajeno a la repercusión pública que el caso Watergate tuvo desde que estalló, hace ya tres décadas, y seguirá en esa situación ahora que el ex agente del FBI Mark Felt reveló que él fue Garganta Profunda, el informante que desde las sombras pasó al periodista Bob Woodward los datos que terminaron con la renuncia de Richard Nixon a la presidencia estadounidense.
Como se sabe, en 1972 la policía de Washington detuvo por accidente a unos ladrones en el edificio de departamentos Watergate, donde tenía sus oficinas el Comité Nacional del Partido Demócrata.
En rigor, los arrestados eran sujetos que para espiar las actividades del partido opositor habían sido enviados por importantes colaboradores del entonces presidente Nixon en el gobierno y en el partido Republicano.
Tiempo después, Woodward, periodista del diario Washington Post, comenzó a recibir información acerca de Watergate y sus verdaderos alcances, provista por un individuo que no revelaba su identidad y al que Woodward y su colega Carl Bernstein, que elaboraba el material junto con aquél, apodaron Garganta Profunda.
Woodward y Bernstein profundizaron su investigación basándose en los datos aportados por el soplón, y las correspondientes notas del Washington Post obtuvieron tal resonancia que en 1974, jaqueado por el consiguiente escándalo, Nixon renunció a la primera magistratura en su país.
Así como Woodward y Bernstein utilizaron su fama para escribir posteriormente un libro, la pantalla grande se adueñó rápidamente del caso, que puesto en manos del director Alan J. Pakula se convirtió en "Todos los hombres del Presidente", un thriller político de primera, receptor en 1976 de cinco Oscar de la Academia.
"Todos los hombres..." tenía como principales actores a Robert Redford (Woodward) y Dustin Hoffman (Bernstein), pero uno de sus más interesantes personajes reales, como todos en la película, era el editor del Washington Post, Ben Bradlee, encarnado por Jason Robards, quien por esa actuación obtuvo el Oscar al Mejor Actor de Reparto.
Pero la fama de Bradlee no culminó allí. No contento con haber sido personificado en cine, el editor se convirtió en actor, haciendo de sí mismo en la comedia "El cielo se equivocó", donde un periodista (animado por Christopher McDonald) es asesinado y se reencarna con su memoria intacta en otro (Robert Downey Jr.), quien vuelve a tratar de reconquistar a su mujer (Cybill Shepherd), de quien está enamorado su mejor amigo (Ryan O'Neal).
Los enredos se suceden cuando la hija de los personajes de McDonald y Shepherd (interpretada por Mary Stuart Masterson), se enamora de Downey, quien es presentado a Bradlee por O'Neal, con lo que consigue así un puesto en el diario.
El propio Garganta Profunda, con quien Woodward se encontraba en lugares sombríos, tenía como característica principal su voz quebrada, de allí su apodo, tomado del filme porno "Deep Throat", que en 1972 mostró a la texana Linda Lovelace como una joven anorgásmica que tras distintas experiencias descubre que su "punto G" se ubica en las profundidades de su garganta.
En el filme de Pakula, el actor que proporcionaba su silueta y su peculiar voz al informante fue Hal Holbrook. La película porno, en tanto, se podía ver todavía en los cines de Washington, tal como lo atestigua el libro que ambos periodistas escribieron, ya que Bernstein, frustrado porque el soplón sólo se citaba con Woodward, asegura haber ido a una sala a ver el filme.
EFE