De Raíces y Abuelos: Los Barcarolo
Familias fundacionales de un pueblo entrerriano
Ser consecuente y constante en su investigación hizo que Elio Spironello consiguiera reconstruir la historia de los antepasados de su esposa, los Barcarolo, una de las primeras familias que poblaron lo que hoy es Chajarí. Lo hizo -en parte- por sus descendientes.

Elio Spironello es y no es, el protagonista de esta historia de De Raíces y Abuelos. Y vamos a explicar por qué. En realidad, él fue quien investigó durante 7 años los orígenes de la familia de Fernando Barcarolo, el bisabuelo de su esposa. Este italiano llegó hasta el norte de la provincia de Entre Ríos para poblar (junto a otras familias pioneras) lo que hoy es la población de Chajarí, por entonces, Villa Libertad.

Pero Elio lo hizo por su familia, por sus hijos, ya que él -nacido en Italia, pero nacionalizado argentino- no podía darles la doble ciudadanía. De todas maneras, le dio mucha satisfacción el poder investigar aquellas raíces "políticas", ya que los resultados fueron los esperados. Incluso, de aquella investigación surgieron muchos viajes y nuevos amigos.

Elio contó a De Raíces y Abuelos que "con mi esposa tenemos dos hijos, una mujer y un varón. Ambos viajan continuamente y querían tener la ciudadanía italiana porque con el pasaporte italiano se le abren las puertas en todos lados, a diferencia de lo que ocurre con el argentino".

Y continuó: "Como yo no pude sacar la carta de ciudadanía porque luego de venir de Italia -no sé si para bien o para mal- me hice ciudadano argentino. Luego de eso nacieron mis hijos, de manera que para Italia no existo. Entonces, el único canal viable para tomar la ciudadanía era el de mi señora, también con ascendencia italiana".

Por este motivo, debió viajar en varias oportunidades a la localidad de Chajarí, que en 1872 llevaba el nombre de Villa Libertad, y fue poblada por más de 70 familias que fueron traídas desde la zona del Véneto, en Italia.

"Fui a Chajarí a tratar de recabar algunos datos. Por suerte, tenía amigos que me ayudaron. Además de la dificultad de conseguir información, los nombres estaban mal escritos, según escuchaban los que los anotaban cuando llegaban los inmigrantes. Por esa dificultad me demoré más tiempo. Pero luego un amigo me pasó un libro en donde figuraban muchos datos sobre la descendencia del bisabuelo de mi señora", confesó Elio Spironello.

En este sentido, Belkys, su esposa, aseguró que "removió cielo y tierra para conseguir su propósito porque quería darle esa ciudadanía a sus hijos. Trabajó tanto que lo logró, con mucha paciencia".

Seguir a pesar de todo

En relación a aquel inconveniente, Elio Spironello mencionó que "cuando fueron a anotar a mi señora lo hicieron con el nombre Belkys Isabel Barcarolo, pero en la libreta figuraba Bélgica Barcarolo, según lo que había escuchado el escribiente en el juzgado de paz de entonces. Además, en la libreta de casamiento figura con I latina, al igual que cuando se anotaron los hijos, pero en la partida de nacimiento figura con la i griega. Esto demandó que se corrigieran todos los documentos que estuvieran equivocados, motivo por el cual se le dio un DNI nuevo". Pero estos hechos no lo amedrentaron para seguir los trámites correspondientes.

Elio se quedó impresionado por los sacrificios que debieron hacer aquellos inmigrantes, quienes recibían "40 hectáreas de tierra, una vaca y 600 pesos de la época". Opinó que "con eso empezaron a establecerse en estas tierras. Tenían una vaca, 600 pesos fuertes y quedaban a la intemperie. Eso es enfrentar la vida. Pensá cómo vivían y cómo hacían. Antes no tenían un mango y por eso se largaban a la aventura. De vivir en una pequeña habitación y venir a la Argentina en donde tenían la posibilidad de ser dueño, al principio les costó sacrificio pero después lo lograron".

El comisionado

Según se explica en aquel libro "Villa Libertad", escrito por el Prof. César Varini (publicación del Museo Regional Camila Quiroga, segunda edición, N° 30, 1993), Fernando Barcarolo llegó al puerto de Buenos Aires con su esposa y cinco hijos (7 personas italianas, parcela N° 162). Pero Spironello aclaró que la familia perdió un hijito al poco tiempo de arribar a la Argentina.

Uno de los hijos de Fernando Barcarolo era Luis, quien tuvo tres hijos: Luis (padre de Belkys, la esposa de Elio Spironello), María y Rosa. La señora recordó que "me vine muy joven de Chajarí y mis hermanas están todas allá. Por desgracia, no conservamos más que una foto de la familia porque con los años y los traslados se fueron perdiendo".

Por decreto del 30 de noviembre de 1875, Pablo Stampa -italiano, empleado de la Comisaría General de Inmigración- fue nombrado en comisión para reunir en el Tirol, Lombardía y Piamonte las familias que poblarían Villa Libertad. El 5 de diciembre partió para Europa en el vapor Norteamérica, de la empresa Lavarello y llevó instrucciones precisas: ofrecerles lotes de chacras en propiedad a cada familia, un adelanto de 600 pesos en calidad de préstamo, sin interés, a devolver, selección de familias integradas por mayor número de miembros aptos para el trabajo, entre otros requisitos.

De Italia a Argentina

Una vez que arribó a Génova, Italia, Stampa recorrió las siguientes localidades: Nueva Liguria, Stradella, Milán, Como, Roveredo, Verona, Vicenza, Mantua, Módena, Parma, Cremona y Piacenza. A los lugares donde no pudo llegar por falta de tiempo envió cartas y folletos. Se estima que aquello ocurrió con el Friuli, ya que en 1877 hubo un considerable aporte de friulanos a la villa.

Después de hacer ese ofrecimiento, Stampa se aseguró que más de 600 familias agricultoras estaban a disposición e iban a ser remitidas por mes y durante tres meses, grupos de 30 familias, para establecerse en Villa Libertad. Muchas de ellas ya estaban convencidas de partir para Brasil, pero el italiano logró persuadirlas para que optaran por nuestro país.

Finalmente, y en diferentes barcos que hacían el recorrido Génova-Buenos Aires, llegaron las familias fundadores de Villa Libertad. Según el reporte del inspector Henrique Curth que visitó la colonia, durante 1876 llegaron tres grupos sucesivos de 65 familias fundadoras a esa localidad. Entre ellas se cuenta la familia de Fernando Barcarolo, con su esposa e hijos, provenientes de la comuna de Arsiero, provincia de Vicenza, región del Véneto.

Colonos propietarios

Una ley nacional otorgó a cada familia italiana que llegaba para poblar Villa Libertad un adelanto para los gastos de traslado desde Italia y su instalación en el lugar asignado. El gobierno provincial (a cargo de Leónidas Echagüe) les concedió gratuitamente la tierra, motivo por el cual el colono era propietario y no arrendatario, ni aparcero o golondrina. Aquella villa se inició con 376 almas, asegura Varini.

El libro que consiguió Spironello menciona que la villa surgió en un especial momento del país, caracterizado por la afluencia de capitales, la expansión de las líneas férreas, la construcción de puertos, el desarrollo de la agricultura, todo lo que produjo un activo movimiento inmigratorio.

La publicación explica que -dentro y fuera de la república- trabajaban comisiones y agentes de inmigración cuya tarea era canalizar esa corriente humana que llegaba al país. En Entre Ríos se creó el 7 de febrero de 1872 una Comisión Provincial de Inmigración, instalada en Concepción del Uruguay, dependiente de la Comisaría General de Inmigración con asiento en Buenos Aires. Dicha comisión dio a conocer su misión a través de un aviso periodístico en el que ofrecía sus servicios gratuitos para la colocación adecuada de los inmigrantes.

De inmediato, el gobierno provincial recibió una solicitud para colonizar Villa Libertad. Formuló el pedido Alejo Peyret, que tenía antecedentes en la materia en la administración de la Colonia San José.

De Alejo Peyret a Stampa

El expediente generó un decreto el 4 de octubre de 1872, que decía que Alejo Peyret y Cía., en nombre de la sociedad anónima denominada Colonizadora de Entre Ríos, compra al gobierno un área de 10 leguas, incluida la zona de chacras de Villa Libertad. La empresa se obliga a establecer por cada legua cuadrada el número de cincuenta familias de cinco personas cada una. El gobierno entregó los terrenos dentro del término de 6 meses. Otras cláusulas hacen referencia a la exención de impuestos, la situación de los intrusos en los campos a colonizar, las autoridades del centro urbano, entre otros temas.

Entre Ríos entró en guerra: el jordanismo no había sido abatido definitivamente luego del movimiento revolucionario de 1870. El principal motivo de la pronunciación de López Jordán es la legalidad con que había sido designado gobernador Leónidas Echagüe. Entre tanto, Peyret se manifestó públicamente en contra de la autoridad nacional y debió abandonar la dirección de la Colonia San José y sus cátedras en el Colegio del Uruguay.

El proyecto de colonizar Villa Libertad quedó relegado, pero no olvidado. Finalmente, en abril de 1875 se autorizó al Poder Ejecutivo provincial a donar chacras en los terrenos de Villa Libertad a familias de colonizadores. Pero también surgió un proyecto de colonización presentado por Pablo Stampa.

Stampa era un empleado de la Comisaría General de Inmigración Italiano, oriundo de la provincia de Como, en la Lombardía, quien tenía un amplio conocimiento de la Alta Italia. Estaba estrechamente relacionado con agentes de inmigración y miembros del cuerpo diplomático y tenía experiencia colonizadora en la Colonia Caseros, fundada por la viuda del General Justo José de Urquiza.

Buen final

Como conclusión de su trabajo, Elio aseguró satisfecho que "ha sido apasionante investigar esto porque uno se traslada con la mente a aquella época y ve cómo vivían". También rescató que con esa investigación consiguió "muchísima experiencia en hacer trámites: consulté en el Episcopado de Concordia porque recién en 1872 comenzó a funcionar el Registro Civil y antes eran anotaciones que llevaba la Iglesia".

Tras esta larga investigación, los hijos de Elio Spironello consiguieron sacar la ciudadanía italiana, para viajar. En este caso, no se trató de la búsqueda de mejores condiciones laborales en otro país de la Unión Europea, como fue el caso de muchos santafesinos que solicitaron la ciudadanía por ese motivo.

A partir de ahí, Spironello también gestionó su ciudadanía y ahora tiene la argentina y la italiana, gracias a la de su esposa. En realidad, se lo mereció por su constancia y consecuencia en hacer la investigación.

Mariana Rivera