Proveniente del hebreo antiguo, qabbalah y del verbo qibbel, que significa "recibir", la Cábala es la "tradición" que permite la transmisión oral de la doctrina que Dios reveló a los antiguos profetas y patriarcas del pueblo judío (Abraham, Isaac y Jacob) y la recepción y comprensión de las Enseñanzas. Para uno de los más célebres estudiosos de la Cábala, Gershom Scholem, se trata de "la tradición de la mística judía".
En los textos de la Torah y del Talmud se basan los principales libros de estudio e interpretación de la Cábala, que son: el Sefer Ietzirah o Libro de Formación; el Sefer ha Bahir o Libro de la Claridad, y el Zohar o Libro del Esplendor.
En la colección Guías Deva's, uno de sus librillos está dedicado a introducirnos en esta "tradición" que aborda el estudio de Dios y sus atributos, con el objetivo de lograr la fusión del hombre con Dios y transformar este mundo en el hogar de la Luz infinita.
Se detalla la importancia que desempeñan los números y su significado en la Cábala, sus enigmas, sus mitos y leyendas, las personalidades de la Cábala y su presencia en la ciencia y en el arte.
En una sección sobre la Cábala y la vida cotidiana, se nos informa que, lejos de repudiar el dinero, la Cábala lo considera un energía más -ni negativa ni positiva-, que es parte del mundo y puede mejorarlo. Como toda energía, es necesario que circule para lograr un ciclo natural, dejando de lado la avaricia, la ambición y la codicia. Respecto de la sexualidad, la Cábala da gran importancia al placer, pues lo coloca a la par de la procreación y lo considera parte esencial del proceso cosmogónico. No obstante, la energía empleada en el sexo debe estar dirigida a los centros superiores, a la espiritualidad. Finalmente, para la Cábala, el mundo físico es una ilusión, una dimensión irreal, y considera que uno puede acercarse a lo verdadero a través del estado del sueño.