Alejandro Ariel Benítez, el joven sunchalense de quien no se tenía noticias desde el 28 de julio, fue encontrado muerto con un tiro en la cabeza, en jurisdicción de la localidad de Santo Domingo.

La horrenda novedad surgió en las últimas horas de la tarde de la víspera, cuando un arriero observó la presencia de un hombre, el que estaba tirado en un descampado, a la altura de la mencionada población del departamento Las Colonias.

Hasta el citado lugar se trasladaron bomberos de la ciudad de Esperanza, personal de Gabinete de Identificaciones y Criminalística de Unidad Regional XI.

Los uniformados advirtieron que debajo de un barranco estaba el cuerpo de un joven, el que estaba cubierto en forma total con una bolsa de nylon. "La corriente del río arrastró el cadáver hasta el lugar donde fue hallado", dijo uno de los pesquisas.

El primer informe policial dejó sentado que "se trata de un joven de 20 años, el que lleva puesto un pantalón de jean azul, zapatillas blancas con vivos azules, una camiseta manga larga color blanco, suéter azul, un buzo polar rojo y una campera de nylon color naranja". Agrega que "las prendas no presentaban signos de violencia".

Por su parte, el médico de la repartición dictaminó que dicha muerte dataría de unos 15 días, causada por una herida de arma de fuego en la región frontal. Para dejarlo en claro: murió alcanzado por un tiro en la cabeza.

Puesto el hecho en conocimiento del juez de instrucción en turno, se dispuso el traslado del cuerpo hasta la morgue judicial de nuestra ciudad, a los efectos de practicarle la autopsia.

Más tarde, en virtud de los pedidos de paradero, que obran en poder de la Policía y de la Justicia, el personal actuante citó a Paola Graciela Pino, la que reconoció el cadáver como el de Alejandro Ariel Benítez, de 22 años, a quien sindicó como su concubino. Asimismo también lo hizo el padre del infortunado.

En otro tramo, se supo que el nombrado es oriundo de la ciudad de Sunchales y que tenía pedido de paradero desde el 28 de julio del corriente, hecho denunciado en la comisaría 3a. de Sunchales.

Ya en el terreno de la investigación del caso, voceros calificados indicaron que la moto en la que se conducía Benítez todavía no pudo ser localizada.

En este orden, la pesquisa se orienta a reconstruir los últimos pasos de la víctima y a tratar de detectar a las personas con las que pudo haber entrado en relación. Participan efectivos de la Unidad Regional V, de la ciudad de Rafaela y de la Unidad Regional XI, de Esperanza, según informó prensa de la Policía provincial.

Todo comenzó el 28 de julio ante las autoridades de la comisaría 3a. de Sunchales, cuando se presentaron los familiares de Alejandro Ariel Benítez, de 22 años, denunciando su desaparición y efectuando una solicitud de paradero.

A partir de ese momento, los policías sunchalenses iniciaron una serie de investigaciones tendientes a dar con el paradero del joven, que en el momento de dejar su ciudad vestía un jean color azul, pulóver bordó y una campera naranja, y guiaba una motocicleta Honda Guerrero, color rojo, teniendo en su poder un teléfono celular.

Con el correr del tiempo, se llevaron a cabo numerosas diligencias investigativas, de las que participaron también integrantes de la Guardia Rural Los Pumas, realizando una serie de tareas de rastrillaje en la zona rural de Sunchales, sin resultados positivos.

Ese accionar se extendió hasta la provincia de Santiago del Estero, donde el subcomisario Italo Cheirano recorrió varias localidades donde residen familiares de Benítez, y en otras entrevistó a personas que se relacionarían con el mismo por razones comerciales, ya que Benítez se dedicaba a la apicultura, con resultados negativos.

En la tarde de la víspera, había viajado a Sunchales el doctor Osvaldo Carlos, titular del Juzgado en lo Penal Correccional, con el fin de interiorizarse sobre distintos aspectos relacionados con las investigaciones sobre averiguación de paradero.

Exhumación

Ayer a la tarde el arribo de varios patrulleros y vehículos particulares interrumpió la inmensa paz del Cementerio Municipal de Monte Vera. De inmediato, los vecinos comentaron. Al rato supieron de qué se trataba el asunto. Por orden del juez de instrucción de la 4ta. Nominación de nuestra ciudad se procedió a la exhumación del cuerpo de quien en vida fue Santos René, de 48 años, peón rural, fallecido el 25 de junio del corriente en confusas circunstancias. El nombrado dejó de existir en el hospital Cullen donde había ingresado con un tremendo traumatismo en el cráneo.