En una decisión que ha dividido al país en dos y llena de esperanza a los palestinos, Israel ha decidido desmantelar 21 colonias ubicadas en la Franja de Gaza, creadas tras la guerra de los Seis Días, en 1967, en este pequeño territorio de 360 km2 bañado por el Mediterráneo en el que se hacinan 1,4 millones de palestinos junto a 8.000 colonos.

Para Israel, salir de Gaza es una decisión dolorosa e histórica que marca un punto y aparte en su historia y corta de cuajo con la política llevada a cabo por sus últimos gobiernos, fueran de izquierda o de derecha.

Desde el 15 y hasta el 17, los colonos de estas implantaciones podrán abandonar sus casas con la ayuda de los soldados de forma pacífica. Pero a partir del martes, 40.000 soldados y policías desalojarán por la fuerza a los colonos.

A ellos se suman los 7.500 policías palestinos que están ya preparados al otro lado de las colonias para garantizar que la evacuación de los colonos se lleve a cabo sin incidentes.

El Estado hebreo calcula que harán falta tres o cuatro semanas para evacuar a todos los habitantes de las 21 colonias de Gaza a los que se suman los de cuatro asentamientos aislados de Cisjordania, que serán desmantelados después.

A este tiempo, habrá que añadir seis semanas para echar abajo todas las casas y trasladar estructuras militares de la banda antes de restituir la tierra a los palestinos.

No obstante, decenas de familias de colonos ya salieron de Gaza en los últimos días para instalarse en otros puntos de Israel antes de que el ejército golpee a sus puertas para echarlos.

Otros, acérrimos opositores a este plan del primer ministro Ariel Sharon, antaño propulsor de la colonización, pretenden resistir hasta que los soldados les evacúen por la fuerza de la única casa que conocieron en sus vidas.

A ellos se han unido unos 5.000 militantes ultranacionalistas de otras colonias de Cisjordania, Jerusalén y el extranjero, que desean apoyarles en esta última batalla.

Según Sharon, que la calificó como la decisión "más dolorosa" de su vida, salir de Gaza responde a razones de seguridad. A pesar de las feroces manifestaciones y a la oposición de parte de la clase política, el primer ministro, quien un día aseguró que Netzarim (colonia de Gaza) sería defendida como Tel Aviv, ha seguido con su proyecto hasta el final.

En verdad, la retirada de Gaza responde también a la presión internacional, sobre todo de la ONU, Estados Unidos, la Unión Europea y Rusia, llamados el Cuarteto para la paz en Medio Oriente.

Pese a evacuar a las colonias, Israel seguirá controlando sus accesos por tierra, mar y aire y se reserva el derecho a actuaciones preventivas en caso de violencia.

Todo ello suscitó temores de que la franja se quede aislada de Cisjordania y Jerusalén-este y del resto del mundo y se convierta en una gran prisión.

En estos momentos, un 70 % de la población activa de Gaza está desempleada y dos tercios de sus habitantes palestinos, la mayoría refugiados, viven en la más absoluta pobreza y sin apenas libertad de movimientos.

La falta de esperanza lleva al fortalecimiento de grupos radicales palestinos como Jamas cuyos líderes ya aseguraron que no abandonarán las armas tras la retirada de las colonias de Gaza.

Conciliador, el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abas, confió en que la retirada de Gaza sirva para relanzar la Hoja de Ruta, plan de paz internacional para la región que exige el fin de la colonización judía y prevé la creación de un Estado palestino.

"Hoy es Gaza y mañana si Dios quiere, Jerusalén", clamó esta semana el líder palestino.

Sin embargo, Sharon ya ha advertido de que la retirada de la franja no implica que en Cisjordania, donde las colonias crecen cada día un poco más, vaya a ocurrir lo mismo ni que se renuncien a partes de Jerusalén.

En total, el "plan de desconexión" de Gaza, como prefieren llamarlo las autoridades israelíes costará a las arcas de este Estado unos 1.800 millones de dólares repartidos en tres años.

Las encuestas muestran que una mayoría de israelíes está a favor de la retirada de Gaza. Sin embargo, los opositores a Sharon dicen que esta operación es un premio a la insurrección palestina y traiciona las reclamaciones judías sobre esta tierra apoyadas en la Biblia.

Según los sionistas, Gaza es "parte integral de la bíblica Tierra de Israel prometida a los judíos".

Los asentamientos judíos de Dugit, Nisanit y Elei Sinai, en el norte de la Franja de Gaza, están ya prácticamente vacíos, informan fuentes de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) que prepara las celebraciones nacionales por la retirada de Israel en cumplimiento del "plan de desconexión".

La mayoría de los colonos que allí residían y que eran laicos -explicaron- decidió desocupar sus casas antes de esta noche, en que los residentes de los asentamientos serán considerados por Israel como ilegales.

Noventa familias de Dugit ya han abandonado sus casas y el resto se prepara para salir hoy mismo, agregan.

Los otros 350 judíos, que vivían en el asentamiento de Eli Sinai, han salido en su mayoría y los que permanecen preparan hoy la última despedida antes de partir.

En Nisanit, el asentamiento más grande y antiguo de los tres, el ejército ha marcado con un círculo la mayor parte de las casas lo que indica que están vacías.

El próximo miércoles, el ejército hará uso de la fuerza para evacuar a los colonos que no se marchen voluntariamente, una operación que el Ministerio de Defensa israelí calcula que finalizará el 4 de setiembre.

Mientras tanto en Gaza, las fuerzas de seguridad palestinas se encuentran en estado de máxima alerta por orden del Ministerio de Interior.

En un intento de poner orden en la sociedad civil, la Autoridad Nacional Palestina ha fijado la fecha 15 de octubre para la celebración nacional por la retirada de Israel de la franja de Gaza.

El jefe de la Seguridad Preventiva palestina, Rashid Abu Shubak, declaró que "el 15 de octubre tendrá lugar la celebración palestina, que será como una gran boda a nivel nacional". "Por supuesto -agregó-, no podemos impedir a nuestra gente, que sufre por un pasado de 38 años de ocupación, celebrar este histórico momento en el que los soldados y los colonos abandonan la Franja de Gaza".

Shubak se refería a las manifestaciones de victoria que el grupo extremista Jamas tiene preparadas en todas las ciudades de la Franja de Gaza con vehículos cargados de milicianos armados, el desfile de miles de militantes uniformados y el ondear de sus banderas verdes.

El ministro palestino de Asuntos Civiles, Mohamed Dahlan, brazo derecho del presidente palestino, Mahmud Abas, anunció ayer que la bandera palestina será la bandera oficial de todas las celebraciones por la retirada de Israel de la Franja de Gaza.

Además, Dahlan aseguró que las manifestaciones se limitarán a las ciudades de Gaza, de Jan Yunis y de Rafah, cercanas a los asentamientos.

Posible interrupción

La retirada de Israel de la Franja de Gaza puede quedar interrumpida si las tropas israelíes son atacadas por facciones palestinas, dijo hoy el general Dan Halutz a los periodistas.

El responsable del Ejército del Plan de Desconexión, Dan Halutz, se reunió hoy en el campamento militar de Ein Hashlosha con los comandantes de la operación de retirada de Israel de la Franja de Gaza, que comienza esta noche.

"La operación de por sí es ya muy difícil, pero la parte difícil de la evacuación está por llegar", afirmó.

"Si las tropas israelíes son atacadas por milicianos palestinos -refirió Haluzt- no voy a continuar con el plan sin mirar si el fuego es de la clase de los que tenemos que repeler inmediatamente". "No vamos a una batalla -dijo Halutz- y esto lo tienen que entender todos, hasta el último soldado".

"Aquí no hay guerra, no buscamos ganar o derrotar a nadie".