Dentro de cada partido de fútbol es muy común que se generen pequeñas (a veces grandes) disputas entre los jugadores, que quedan en la "intimidad" del campo de juego. Ese fue el caso de Giovanni Hernández y Zapata. El volante de Newell's lo siguió por todo un enorme sector del medio campo. Cuando la pelota estaba lejos y Giovanni intentaba buscar los espacios, Zapata lo agarraba y hasta lo empujaba. Después, el ex 5 de Estudiantes de La Plata hizo lo mismo con cuanto jugador de Colón pasara por su sector.

Sobre los 19 minutos de la etapa inicial, el interesante volante derecho del conjunto rosarino, Fernando Belluschi, quiso hacer gala de una de las mejores armas que posee, el remate furibundo de media distancia, con tanta mala suerte para el "Colorado" Lussenhoff (que lo salió a marcar) que el zapatazo impactó de lleno en su cara. La pelota salió para un costado y el ex Rosario Central intentó simular que nada había pasado y siguió corriendo. Pero cuando se paró el juego, el "Colo" terminó en el piso. íQue entren los médicos! Al final no fue nada para preocuparse.

Habrá sido tan grande la alegría de Rubén "Tito" Ramírez cuando convirtió el gol (hermosa definición que significaba el empate para Colón y el tercero del oriundo de Margarita con la camiseta rojinegra) que se fue corriendo al banco de suplentes a saludar al arquero alternativo Diego Ribas. Cuando quiso frenarse para consumar el abrazo, sus botines no pudieron afirmarse en el piso de cemento que rodea el banco y terminó sentado en el suelo. Rápidamente se puso de pie y cuando salió corriendo hacia el medio de la cancha (el juego se iba a reanudar), se chocó con Gerardo Martino, que se daba vuelta luego de dar una indicación. Menos mal que no metió dos goles porque hubiera terminado en el foso...

Sobre los 39 minutos de la etapa inicial, y en un momento aburrido del encuentro, la hinchada de Colón encontró la manera de ponerle un poco de calor a la desapacible y helada tarde santafesina, cuando se pusieron a cantar "el que no salta es de Central...", cántico que fue respondido por la hinchada de Newell's. A continuación, todo se coronó con un cerrado aplauso del estadio completo.