Cuando un técnico encuentra el equipo y lo mantiene, es porque está por el buen camino. No ocurre a menudo en el fútbol argentino, donde las formaciones ya no se recitan de memoria, como era antes. Pero es un buen indicio. Supone seguridad, transmite confianza y es demostrativo también de que se marcha por la buena senda, porque un equipo cambia de nombres cuando los resultados son adversos o el funcionamiento no se encuentra.

Craviotto ya utilizó 26 jugadores en seis fechas. Y desde el primero hasta el sexto (es decir, desde Juventud Antoniana a la CAI), sólo repitió 3. Ante los salteños, sólo Vera, Bazán Vera y Bolzán también fueron titulares frente a la CAI. Señales evidentes de lo que venimos diciendo desde hace tiempo: Craviotto está en una etapa experimental.

Lo bueno es que va encontrando cosas. Por ejemplo, el arquero y la defensa (aunque el domingo tendrá una baja importante, la de Vera). A Iachetti lo va a bancar. Y lo tiene consolidado a Bolzán en el medio ("si se convence, Marcos es un jugador de Primera División", dice el entrenador).

El sábado en Santa Cruz encontró respuestas futbolísticas en el mediocampo con jugadores que no tenía en los "planes". Sartor arrancó como cuarto "5" (después de Canuto, Battión y el uruguayo Casanovas). En el puesto de Bruno Casanova, la lucha era entre Rosales y el "Pitu". Y en el de Rosales (que jugó de "8"), era entre Urresti y Gil. Anduvo bien el mediocampo y es posible que lo repita. No está mal. Le podrá faltar rigor físico, pero ganó en fútbol.