La columna del consumidor
Pobreza, precios y derechos ciudadanos

En la Argentina, nuevamente se habla de crecimiento, con empresas exportadoras que tienen ganancias fabulosas, con un incremento importantísimo en la industria de la construcción, con un saldo favorable de la balanza comercial. En definitiva, con indicadores macroeconómicos muy positivos. Sin embargo, estos indicadores positivos no sirven para revertir el lacerante fenómeno de la pobreza. Casi un 40 % de la población es pobre y millones de compatriotas tienen ingresos tan bajos que ni siquiera pueden cubrir sus necesidades alimentarias.

Décadas atrás, la pobreza estaba asociada a la falta de trabajo, pero en los últimos años se está dando un fenómeno paradójico, se es pobre trabajando, puesto que el salario de un trabajador, un empleado público, un docente y un desocupado que percibe un plan social muchas veces no alcanza para satisfacer las necesidades mínimas alimentarias y, además, vestimenta, luz, salud, etcétera.

Pero, ¿qué es ser pobre en nuestro país o en Santa Fe? ¿Es posible mensurar la indigencia? En tanto fenómeno multidimensional, la pobreza es medida por métodos alternativos que dan cuenta de las distintas dimensiones que la caracterizan. En nuestro país, los organismos oficiales utilizan el método indirecto, también llamado enfoque del ingreso o "línea de pobreza" (LP). Este método consiste en establecer, a partir de los ingresos de los hogares, si éstos tienen capacidad de satisfacer -por medio de la compra de bienes y servicios- un conjunto de necesidades alimentarias y no alimentarias consideradas esenciales.

El procedimiento parte de utilizar una Canasta Básica de Alimentos (CBA) y ampliarla con la inclusión de bienes y servicios no alimentarios (vestimenta, transporte, educación, salud, etcétera) con el fin de obtener la Canasta Básica Total (CBT).

La Canasta Básica Alimentaria se ha determinado en función de los hábitos de consumo de la población. Previamente, se han tomado en cuenta los requerimientos normativos kilocalóricos y proteicos imprescindibles para que un hombre adulto, cuya edad oscile entre 30 y 59 años, de actividad moderada, cubra durante un mes esas necesidades. Se seleccionaron luego los alimentos y las cantidades a partir de la información provista por la Encuesta de Ingresos y Gastos de los Hogares.

Para determinar la Canasta Básica Total, se consideraron los bienes y servicios no alimentarios. Se amplia la CBA utilizando el "Coeficiente de Engel" (CdE), definido como la relación entre los gastos alimentarios y los gastos totales observados. Tanto la CBA como los componentes no alimentarios de la CBT se valorizan cada mes con los precios relevados por el Índice de Precios al Consumidor (IPC).

Dado que los requerimientos nutricionales son diferentes según la edad, el sexo y la actividad de las personas, es necesario hacer una adecuación que refleje las características de cada individuo en relación con sus necesidades nutricionales. Para ello se toma como unidad de referencia la necesidad energética (2.700 kcal) del varón adulto (de 30 a 59 años, con actividad moderada) y se establecen relaciones en función del sexo y la edad de las personas. Se construye así una tabla de equivalencias. A esa unidad de referencia se la denomina "adulto equivalente".

El Indec (Instituto Nacional de Estadísticas y Censos) y el Ipec (Instituto Provincial de Estadísticas y Censos) valorizan ambas canastas todos los meses. Así, para el mes de agosto de 2005 se obtuvieron los valores de la tabla siguiente:

Ciudad de Santa FeCanasta Básica Alimentos133,14Canasta Básica Total314,21 Aglomerado Gran Buenos AiresCanasta Básica Alimentos117,50Canasta Básica Total256,15Ahora bien, como lo hemos dicho, estos valores son para el denominado adulto equivalente. Para conocer cuál sería el ingreso de un grupo familiar, se debe multiplicar este valor por un factor, que brinda el mismo Indec y depende de la constitución de dicho grupo familiar. El Indec proporciona 3 hogares tipo para comparar y, habitualmente, el dato publicado y difundido corresponde al denominado Hogar 2, compuesto por un jefe varón de 35 años, su esposa de 31 años, un hijo de 5 y una hija de 8 años (3,09 unidades adulto equivalente). Para ellos, entonces, los valores son: Ciudad de Santa FeCanasta Básica Alimentos Hogar 2: 411,40Canasta Básica TotalHogar 2: 970,90 Aglomerado Gran Buenos AiresCanasta Básica Alimentos 363,07Canasta Básica Total760,54Diferencia Canasta Básica de Alimentos: 13,31%Diferencia Canasta Básica Total: 22,66%Ante esta realidad, ¿es posible hacer algo? Sí lo es, pero para ello nuestras autoridades tienen que entender que las posibilidades de elección de bienes y servicios adecuados, ajustados a las necesidades y a precios razonables, en un sistema de economía de mercados libres, competitivos a abiertos, requieren no sólo la vigencia de un adecuado sistema jurídico-político de protección de usuarios y consumidores, sino de una profusa tarea del Estado, para garantizar un correcto funcionamiento de la estructura competitiva de los mercados.Pero, en un país que sufrió en la última década una brutal trasformación de sus estructuras económica y social, sin ningún tipo de resguardo ni protección para los consumidores, en la creencia de que la mano invisible del mercado era la única y mejor asignadora de recursos, lo que derivó en la concentración de la organización productiva, comercial y de servicios, con estructuras monopólicas y oligopólicas, sin el debido control, esto produce un escenario poco propicio para la defensa del derecho básico y fundamental de todo ciudadano, como lo es acceso al consumo.Y, aunque parezca mentira, ante una realidad que nos abofetea en la cara todos los días, donde los números de la encuesta permanente de hogares demuestran de manera palmaria que, pese a todos los indicadores económicos positivos, hay en la Argentina casi 9 millones de compatriotas por debajo de la línea de la pobreza, todavía parece que este tema no entró en la agenda de nuestras autoridades que, en vez de acordar políticas para eliminarla o reducirla de manera drástica, se pelean para sacar un diputado o un concejal más.En consecuencia, es necesario que los habitantes empecemos a exigir políticas que permitan elevar nuestras condiciones de vida, con servicios públicos eficaces, con la satisfacción de las necesidades básicas elementales, alimentación, salud, vestimenta, educación, etcétera. En definitiva, poder vivir en un país integrado, donde no haya ciudadanos por un lado y kelpers, por otro.

Ing. Luis Lombó - Dra. Graciela Torres