La causa Coronda sigue en la Cámara de Apelaciones

Cinco meses después de la peor tragedia registrada en la cárcel de Coronda, la defensora de Cámaras, Luisa González Goitia, tiene previsto viajar esta semana a las cárceles de Ezeiza y Rawson, para entrevistar a cuatro de los presos que fueron procesados como presuntos responsables de los asesinatos.

A mediados de junio pasado, el juez de Instrucción Jorge Patrizi procesó a 14 internos de Coronda por los delitos de homicidio calificado por alevosía con el concurso premeditado de dos o más personas y privación ilegítima de la libertad coaccionada, agravada para lograr el propósito.

Esto significa que, para el magistrado, existen elementos suficientes como para considerar que estos presos asesinaron a 14 internos rosarinos luego de tomar como rehenes a dos guardiacárceles entre el 10 y 11 de abril de este año.

La defensora González Goitia representa a cinco de aquellos presos, pero hasta el momento no pudo dialogar con ellos porque fueron trasladados de Coronda poco después de la masacre. Los procesamientos están apelados y la funcionaria considera imprescindible conocer de primera mano la versión de sus defendidos.

En un principio se pensó en trasladar a los presos hasta Santa Fe, pero luego se llegó a la conclusión que por una cuestión de practicidad y costos era conveniente que la defensora los visite en sus lugares de detención.

Una vez que se cumpla con este paso, la situación deberá ser resuelta en la Cámara de Apelaciones para que el expediente retorne, después, a manos del juez de Instrucción Darío Daniel Sánchez -Patrizi llevó adelante la primera etapa de las investigaciones porque el Juzgado de Instrucción Quinta se encontraba vacante.

Como se recordará, la tragedia de Coronda se inició durante el atardecer del 10 de abril, cuando un sector de los presos tomó como rehenes a dos guardiacárceles y, organizados en grupos, fue asesinando a rosarinos que se encontraban alojados en los pabellones 1 y 11.

¿Hubo complicidad?

Pocas semanas después de lo ocurrido, comenzaron a surgir declaraciones periodísticas que plantearon la posibilidad de que los asesinatos hubieran contado con algún tipo de actitud cómplice por parte de los encargados de garantizar la seguridad en el penal.

El guardiacárcel Oscar Yosviak planteó la posible colaboración hacia los presos de parte de uno de sus compañeros del Servicio Penitenciario durante aquel atardecer trágico.

A esto se sumaron las sospechas planteadas por los presos Rubén Castaño y Ariel Maschio, quienes a través de una carta pública acusaron a guardiacárceles de haber facilitado la matanza.

Una vez que la Cámara de Apelaciones resuelva la situación de los catorce procesados, el juez Sánchez tiene pensado acelerar las investigaciones para dilucidar si efectivamente los presos tuvieron la colaboración de algún personal de seguridad.

De la Redacción de El Litoral