Recuerdo de "La Divina"
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Greta Garbo fue "el"rostro del cine. Nació en el seno de una familia pobre. Su padre era jornalero y su madre cosía para la gente. Se quedó huérfana a los catorce años y tuvo que dejar el colegio y empezar a trabajar. Su primera ocupación la tuvo en una barbería masculina, luego fue vendedora de la sección de sombreros de señora en unos grandes almacenes de Estocolmo. Pronto fue ascendida a modelo e intervino en algunas películas publicitarias.
Mañana hubiera cumplido cien años. La chica indigente de Estocolmo se convirtió en "la cara" de Hollywood en los años '30, filmó 27 películas y se pasó recluida los últimos cincuenta años de su vida. En 1922 buscó una salida más tangible al mundo del cine y entonces hizo el examen de entrada para la Academia Real de Arte Dramático, donde fue admitida. Su descubridor fue Maurice Stiller (aunque el que la lanzó al estrellato fue Louis B. Mayer) uno de los grandes creadores del cine mudo, quien se la llevó con él, primero a Alemania y luego a los Estados Unidos.
Llegó al nuevo continente en 1926 y casi inmediatamente rodó tres películas: "El torrente (entre naranjos)", "La tierra de todos", "El demonio y la carne". La Garbo supo amoldarse a ese arquetipo de mujer distante, indestructible y enigmática que triunfaría en el cine mudo. Pero el gran momento de la actriz, el que daría paso a su exitosa carrera, coincidió con su película "El demonio y la carne".
En 1941 cuando sólo contaba con 35 años "La divina" se retiró tras rodar "La mujer de las dos caras". Más tarde se supo que su abandono se debió a que ella nunca quiso envejecer de cara al público. Desde ese momento se la conoció como "La misteriosa" por el secreto que rodeaba su vida privada y que dio pie a numerosos rumores. Mantuvo sonados romances tanto con hombres como con mujeres, casi todos compañeros de profesión aunque nada de esto afectó a su envidiable carrera cinematográfica.
En 1951 se nacionalizó americana. Fue nominada en tres ocasiones al Oscar como mejor actriz por "Anna Christie", "Romance" y "Ninotchka" y aunque en ninguna de las tres ocasiones consiguió la estatuilla, en 1954 la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas le concedió un Oscar especial "en reconocimiento a su interpretaciones". Además de este galardón, obtuvo en dos ocasiones (1930 y 1941) el premio de la crítica de Nueva York por sus interpretaciones en "Ana Karenina" y "La mujer de las dos caras".
La figura de Greta Garbo se mantiene 25 años después de su muerte rodeada de misterio, aunque unas soberbias fotografías inéditas, que aparecieron ayer en Francia, intentan desvelar a la mujer que se escondía detrás de "La divina".
"Garbo, retratos de una leyenda", editado por Flammarion, reúne instantáneas e imágenes privadas de Garbo y también cartas y documentos no publicados de su colección particular.
El testimonio íntimo de Scott Reisfield, sobrino segundo de Garbo, y un ensayo de Robert Dance, experto del cine mudo y la fotografía en Hollywood, restituyen en detalle la evolución del ícono, la carrera y la vía privada de la heroína.
Impenetrable, Garbo rechazaba sistemáticamente los objetivos fuera de los estudios, huía de los fotoperiodistas y sólo dejaba a los autores más importantes de su tiempo el privilegio de immortalizar su rostro.
La sexualidad
El Museo Gay (Schwules Museum) de Berlín rinde homenaje a la actriz, considerada un ícono para las lesbianas, con una exposición titulada "La Divina" que coincide con la celebración del centenario de su nacimiento.
Los rumores sobre el supuesto lesbianismo de Greta Garbo (1905-1990) han sido alimentados no sólo por las biografías de otras estrellas de Hollywood, sino también por los papeles que "la mujer que no ríe", como la llamaban, interpretó en algunos filmes.