Ardió La Vela Puerca
En la cancha de básquet del Club Regatas de Santa Fe estaba todo dispuesto. El escenario miraba a la tribuna lateral y el clima de la gente presagiaba un encuentro especial. Es que era la primera vez que la banda uruguaya y su público santafesino se veían las caras, en la capital provincial.
Con formación completa -Sebastián Teysera (voz), Sebastián Cebreiro (voz), Nicolás Lieutier (bajo), Pepe Canedo (batería), Santiago Butler (guitarra), Rafael Di Bello (guitarra), Carlos Quijano (saxo) y Alejandro Piccone (trompeta)- tocaron los temas de su nuevo disco "A contraluz" -con más de 10.000 placas vendidas en nuestro país-, pero también hicieron vibrar a un público que agotó las entradas con casi todos los temas de sus producciones anteriores.
"Hace dos meses que no nos subimos a un escenario, así que el recital de hoy es una prueba importante para nosotros", dijo Teysera casi al inicio del recital y más adelante aseguró: "Teníamos muchas ganas de venir a Santa Fe".
Cruzaron el Río de la Plata hace casi 10 años y desde entonces sus viajes fueron frecuentes. Este jueves tocaron por primera vez el suelo santafesino, y la historia que escribieron en Buenos Aires busca repetirse en Santa Fe. Los músicos agradecieron a su público cada vez que finalizaban un tema y también con mucha emoción se despidieron de la ciudad, prometiendo un pronto regreso.
El presagio no falló, el ambiente antes del inicio del recital indicaba que iba a ser una noche cargada de emociones. La realidad fue que durante dos horas el amor fue sincero, y prueba de ello fue el coro de fans que cantaban "Vamos, vamos La Vela, vamos La Vela de mi corazón".
Durante más de 120 minutos, La Vela mezcló temas de sus tres trabajos discográficos "A contraluz", "Deskarado" y "De Bichos y Flores" y sorprendieron con un cover de Sumo. Al finalizar el recital, lo que más se escuchaba era "son unos grosos, suenan igual que en el CD".
Por momentos, un spot y una guitarra acústica fueron los únicos en el escenario, pero cuando la formación estaba a pleno se notaba una química especial. Los chicos se divierten y eso es más que evidente, besos, abrazos y sonrisas cómplices.
Desde el público, los fanáticos tiraban banderas, remeras y pañuelos para darles un souvenir, y la banda agradeció casi permanentemente tanto afecto. Hubo un espacio para que la gente cante las canciones; hubo canciones cantadas a dúo y también hubo mucha entrega de ambas partes.
Un buen presagio, un mejor debut y el firme compromiso de seguir en contacto.
Josefina Gómez