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De la redacción de El Litoral
Con la actuación central de Divididos, finalizada pasadas las 0.30, se cerró anoche la edición 2005 del festival Quilmes Rock en nuestra ciudad, realizado por tercer año consecutivo. Una asistencia estimada en 8.000 personas (se agotaron las entradas) vivió con entusiasmo el espectáculo que se inició a las 18 de la tarde de ayer, en el estacionamiento del Shopping Paseo del Sol. Acaso sea ésta una muestra más de la necesidad de organizar al aire libre eventos relacionados con el rock, en los tiempos pos Cromagnon.
Memphis La Blusera, Kapanga, Volador G, Pier, Cabezones, Butumbaba y La Rusa (banda liderada por el hijo del ruso Beiserman, bajista y compositor de Memphis) dieron muestras de la buena salud del rock nacional y ahondaron una saludable tendencia de los últimos tiempos: la convivencia con respeto entre los diferentes géneros y seguidores.
La organización, impecable como en las anteriores ediciones (estadio Tecnológica 2003 y 2004) permitió disfrutar de un acontecimiento caracterizado por un programa de grupos para todos los gustos -con rock, blues y reggae-. El cumplimiento de los horarios establecidos para cada uno de los artistas y el buen sonido (que sin embargo fue oscilante), amén de los juegos de luces y los accesos perfectamente estipulados, hacen que cada edición de este evento se pueda seguir sin los malos vicios del mundo del rock.
Apenas pasadas las 18, los locales Butumbaba, que llevan más de doce años recorriendo escenarios nacionales e internacionales con su versión de música jamaiquina, específicamente reggae y subgéneros, brindó un concierto enmarcado por una etapa de madurez que se ha visto recompensada por una reciente y exitosa gira por México, en donde tuvieron oportunidad de grabar con grandes nombres del rock como Café Tacuba y Fidel Nadal.
La Rusa, Volador G y Pier son tres bandas poco conocidas para el público local pero que vienen trabajando intensamente para ganar un lugar entre el gran público, y mostraron lo suyo.
Cabezones, la banda santafesina de mayor proyección nacional, se reencontró con su gente a poco de llegar de Colombia y en el marco de la gira de difusión de su último disco de estudio, "Jardín de extremidad". El quinteto comandado por César Andino y Esteban Serniotti volvió a demostrar, lo mismo que el año pasado, la excelente combinación de hard rock con melodías características del grupo, que son por estos días su sello distintivo.
No decepcionaron los tres números centrales de la noche. Memphis, con su combinación de blues y rocanrol populares, dio muestras de su vigencia e, incorporación de jóvenes instrumentistas en guitarra, teclados y coros mediante, continúa recorriendo el país con indudable éxito.
La explosiva combinación de rock y ritmos tropicales, más la fuerza y el carisma de sus músicos, hizo que Kapanga realizara el show más festejado de la noche. Su repertorio, apto para la movilización de los asistentes y la respuesta, determinó un espectáculo "caliente" que agradecieron los muchos seguidores de la agrupación. En el final, Divididos dio una muestra más de la potencia de su música. El dueto Mollo/Arnedo eligió un repertorio bien rockero de su obra y prescindió de muchos de los mejores temas que han compuesto, en formato de baladas, por caso. La espectacular capacidad como instrumentistas de éstos, más el aporte (también espectacular) del joven baterista Catriel Chiaravella hicieron de la de Divididos una presentación caracterizada por la velocidad y la distorsión, aunque muchos extrañaron "el otro lado" de la banda, acaso mejor que éste.
El Litoral publicará el próximo jueves un suplemento especial de 16 páginas con la cobertura completa del encuentro. Allí los lectores podrán encontrar entrevistas exclusivas con los artistas, fotos, pósters y crónicas relativas a la presentación de cada banda.