Crítica. Franca. Provocadora. Ana Lorenzo pregona la derogación de la Ley Federal de Educación por ser "mediocre" y propone crear un nuevo sistema educativo nacional-latinoamericano, "pensado para nuestros chicos y no importado de otras realidades".
Lorenzo es profesora en Ciencias de la Educación, especialista en políticas educativas, docente universitaria e investigadora. Estuvo en Santa Fe durante un congreso organizado por el gremio Amsafe.
Durante su disertación dijo no concebir que si se abolieron las leyes de impunidad en el país ("lo cual parecía imposible") no se pueda hacer lo mismo con la Ley Federal de Educación (LFE) y la Ley de Educación Superior. "No se trata de un tema de imposibilidad política. �Cuál es la dificultad?, �La complacencia con esas leyes?, �El acuerdo ideológico con las mismas? No hay otra explicación", disparó.
La especialista hizo un racconto del reguero de impactos negativos que, a su entender, dejó la reforma educativa de los '90 y mencionó que la propia LFE tuvo promesas incumplidas. "No logró siquiera lo que se había propuesto: universalizar el jardín de infantes, hacer cumplir la obligatoriedad de la EGB, resolver el fracaso en el sector de lo que era la vieja secundaria, duplicar el PBI por estudiante".
- El gobierno nacional dice que la LFE por ahora no se toca, que es una decisión tomada. Parecería imposible derogarla en la actual gestión.
- Esa decisión política no es inamovible, porque si hay suficiente presión social, de los gremios, etc. es posible pensar en cambiar las leyes. No sólo dependen de las decisiones ministeriales o de un gobierno.
-�Qué opina del canje de deuda por educación?
-Sería un reconocimiento de la legitimidad de la deuda, que está absolutamente cuestionada en el terreno judicial. El juez Ballesteros determinó que era ilegítima y fraudulenta. Por lo tanto, si se acepta el canje se estaría reconociendo la legitimidad del conjunto de la deuda. No me imagino que los organismos acreedores (FMI, Banco Mundial o BID) generosamente vayan a dar deuda sin poner condicionamientos políticos-pedagógicos, con lo cual estaremos garantizando la continuidad de las mismas políticas cuya aplicación implicó, paradójicamente, contraer más préstamos.
Mariela Goy