Cartas a la Dirección

El libro y el futuro

Señores directores: Con el advenimiento de la imprenta en el siglo XV ocurrido en Europa, se conmociona el mundo y hace su aparición un elemento que con el correr de los años, décadas y siglos, va a dejar su impronta, especialmente en el plano educativo del mundo occidental: el libro.

Johannes Gutemberg inventó la imprenta en 1444 en Alemania, inaugurando una verdadera "revolución mediática". La posibilidad de transmitir la cultura a través del libro, se convierte en una cuestión potencialmente accesible a muchos, el saber se disemina, la fecundidad se abre paso. De esta manera se inicia una nueva etapa, el ser humano comienza a recibir los beneficios inimaginables que brinda la lectura, pues necesita imperiosamente comprender el significado de lo que está leyendo, reflexionar sobre el mismo, arribando en numerosos casos a mecanismos de pensamiento demasiados complejos, que dieron lugar al surgimiento de brillantes teorías tanto en el ámbito de las ciencias sociales como en el científico.

La fertilidad de la mente se amplió, las sendas que conducen al saber se multiplicaron claramente, el mundo de la inteligencia adquirió notoriedad manifiesta diferenciándose del mundo sensible, representado a través de la percepción por los sentidos.

Gracias a este importante medio se ven notoriamente facilitados los procesos de reflexión, de imaginación y de creatividad, cualidades distintivas de sociedades francamente evolucionadas. El acceso a la lectura aporta una gran variedad de palabras, por consiguiente amplía notoriamente el vocabulario, se enriquece la escritura y la forma de expresión oral.

Asimismo, la capacidad de formar imágenes mentales que aporta un texto determinado, crea para el lector la fascinante aventura de ingresar a un misterioso "mundo mágico interior", verdadero proceso de desarrollo de nuestra imaginación.

Los tiempos que corren se caracterizan por el descomunal auge de los medios audiovisuales, en especial la televisión, que envía mensajes totalmente procesados, dejando escasas probabilidades al receptor para que pueda realizar su propio análisis, anulando de esta manera el proceso reflexivo personal.

Esta avalancha de "propuestas manufacturadas" mediáticas, conduce gradualmente a generar diferentes procesos en la sociedad enmarcados de facilismo, de superficialidad, de escaso esfuerzo mental, desplazando en parte al hábito de la lectura.

Este "mundo de la imagen", de la primacía de lo que se ve sobre lo que se elabora, de lo visible sobre lo inteligible nos lleva a comprender en cierta manera el atraso cultural de esta era.

La sociedad del futuro o "sociedad del conocimiento", deberá inexorablemente reflotar al libro como factor de cambio y de transformación.

Miguel Angel Bravo.

Ciudad.