El toque de queda no consigue sofocar la tensión en Francia
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EFE/EFE
Por primera vez desde que comenzó la actual ola de disturbios en Francia, hace 13 días, el nivel de violencia se redujo en la noche del martes a 617 vehículos incendiados, pero una extrema tensión subsiste en las zonas críticas, donde rige el estado de emergencia.
Anticipándose a disposiciones del estado de emergencia, varias ciudades periféricas de París y del interior del país aplicaron severas medidas de control para impedir la reiteración de los graves incidentes que comenzaron el 27 de octubre.
Como ocurrió en la última semana las ciudades de provincia sufrieron más que la región parisina, donde se inició esta revuelta, la peor que ha conocido Francia desde mayo de 1968.
El gobierno declaró ayer el estado de emergencia en las zonas afectadas, aunque sólo entró en vigor este miércoles tras su publicación en el boletín oficial, que autoriza a las autoridades regionales a decretar el toque de queda para acabar con la violencia.
No obstante, la ciudad de Amiens y sus alrededores, en el norte de París, fue la primera ciudad en aplicar ayer el toque de queda para los menores de 16 años no acompañados, que no podrán comprar combustible en las gasolineras, utilizado en la fabricación de cócteles molotov.
Anteriormente, otros tres alcaldes -de Orleans y Savigny-sur-Orge, en el sur de París, y Raincy, en el noroeste de la capital- habían impuesto un estado de sitio en sus comunidades.
La legislación en vigor les autorizaba a aplicar esa medida, sin necesidad del estado de emergencia, a condición de obtener el acuerdo de los Prefectos regionales.
En total, 617 autos fueron destruidos, lo que significa una sensible reducción frente a los 1.173 de la noche del martes, informó Claude Gueant, director de gabinete del ministro del Interior francés, Nicolas Sarkozy.
En las trece noches de violencia han sido detenidas 1.800 personas, agregó Gueant. La mayoría de origen magrebí y africano. De ellas 106 ya han sido condenadas a penas de cárcel.
A pesar de los destrozos materiales y las detenciones, Zarkozy, que en la noche del martes visitó Toulouse (sur), uno de los puntos álgidos de la revuelta callejera estos últimos días, dijo que desde el martes por la noche la violencia ha "disminuido significativamente".
Poco antes, en las afueras de Toulouse, la policía cargó contra una banda de jóvenes que la había atacado con piedras y bombas incendiarias.
Un autobús de gas ardió cuando unos jóvenes lanzaron un cóctel molotov en un barrio de Burdeos (suroeste).
En el sureste de Francia, la red de transportes públicos de Lyon quedó cerrada después del lanzamiento de un cóctel molotov a una estación de trenes.
Medio centenar de jóvenes intentaron, sin éxito, penetrar en un supermercado en Marsella (sur), donde 25 personas fueron detenidas y 38 vehículos y basureros fueron incendiados durante la noche.
En Arras, norte de Francia, se declaró un incendio en un centro comercial, propagándose desde una tienda de muebles a un comercio de alfombras vecino.
La situación permaneció relativamente tranquila en el noreste de París, dijo la policía, que reseñó algunos incendios aislados y una docena de detenidos.
Mientras tanto, en la vecina Bélgica, una docena de vehículos fueron incendiados, aunque la policía no cree que se llegue a una ola de violencia similar a la de Francia.
El estado de emergencia, contemplado en una ley de 1955 de la época de la guerra de Argelia, ha sido la medida más contundente del gobierno francés para sofocar las revueltas juveniles en los suburbios del país, que ha dejado más de 6.500 vehículos calcinados, docenas de policías heridos y un civil muerto.
El 73 % de los franceses apoya la decisión del gobierno de imponer el toque de queda, según un sondeo publicado por el diario Le Parisien.
Sarkozy se comprometió a realizar los toques de queda "de una manera proporcional a la amenaza", insistiendo en que la población quería que el gobierno mostrase "firmeza".
Reconociendo las dificultades que viven las comunidad árabe y subsahariana, el gobierno también anunció el martes una serie de medidas para facilitar el acceso al mercado de trabajo y evitar la discriminación racial.
Un grupo radical islámico no identificado se congratuló por la revuelta que agita desde hace días algunas zonas de París y animó a que la violencia se extienda a otros países de Europa.
"Los jóvenes de la Resistencia Islámica aplauden los actos de los jóvenes musulmanes a lo largo de Europa, que tienen como objetivo recuperar sus derechos e izar el estandarte del Islam", afirmó este grupo en un comunicado publicado hoy, miércoles, por el diario local en lengua francesa l'Orient-Le Jour.
El texto, publicado sin logotipo alguno ni otras referencias, invita a los jóvenes musulmanes de Francia, Bélgica, Alemania y los Países Bajos a proseguir con "la yihad" (guerra santa).
Esta iniciativa "dará a los europeos, día tras día, noche tras noche, una lección que nunca podrán olvidar a raíz de su comportamiento estúpido y chauvinista", apostilla la nota.
El grupo libanés Hizbulá, al que todas las miradas apuntaron esta mañana al coincidir la expresión Resistencia Islámica con el nombre de su brazo armado, negó ser el responsable del comunicado.
Según fuentes del grupo citadas por el periódico, Hizbulá cree que los recientes actos de violencia en Francia "son un asunto interno y, por lo tanto, no deben pronunciarse al respecto".
Otros diez automóviles fueron incendiados anoche en Berlín y Colonia, que se suman a los registrados en los días pasados tanto en la capital alemana como en Bremen, mientras la policía investiga una posible acción de "imitadores individuales" de los disturbios en Francia.
Seis vehículos ardieron la noche pasada en dos barrios de Berlín, Wedding y Pankow, de lo que se investiga aún si hay una relación con los disturbios franceses, aunque se descarta una situación similar a la que sacude Francia, informó hoy la policía.
Se parte de la posibilidad de que "imitadores individuales aislados" hayan provocado los incendios de los automóviles, según explicó a EFE un portavoz policial, pero no de que exista una motivación o dimensión social parecida a la que ha provocado los disturbios franceses.
El lunes, el departamento de defensa pública de la policía berlinesa asumió el caso de varios automóviles incendiados en otro distrito de la capital.
La policía de Colonia ha excluido una relación entre los cuatro automóviles quemados la noche pasada en esa ciudad y los disturbios en Francia.
Un portavoz policial colonés hizo hincapié en que allí "no hay una situación como en Francia". La policía de Berlín reforzó, tras los incendios del lunes, la vigilancia nocturna.
Las investigaciones policiales se centran en los barrios con mayor índice de paro y de inmigración, como son los hasta ahora afectados por esos incendios provocados.