Las Parejas está ubicada 200 kilómetros al sur de la capital santafesina, en el departamento Belgrano. Según el último censo de 2001, tiene 11.317 habitantes, aunque la opinión generalizada es que ahora trepa a los 14 mil. Después de la crisis que sacudió a la Argentina, la ciudad sufrió una verdadera invasión de gente ávida por insertarse en la industria de la maquinaria.

La demanda de mano de obra era incesante. Soldadores, fresadores, torneros, eran los pedidos más urgentes. Así, la ciudad volvió a vivir, pero la llegada de un movimiento migratorio que superó el 20% de su población generó otros problemas: los recién llegados no tienen forma de acceder a la vivienda. Por eso, debieron instalarse en casillas rodantes y hasta los garajes albergaron a numerosas familias. La consigna de los pobladores del lugar era darles alojamiento, aunque Las Parejas no cuente con la infraestructura adecuada.

El doctor Juan Carlos Valdano -hermano de Jorge, el reconocido ex jugador de fútbol, manager, escritor y periodista nacido en Las Parejas- posee una vasta trayectoria y una clara visión que le permite trazar un cuadro de situación sobre el proceso que vivió esta, ahora, poderosa ciudad del sur santafesino. Desde su estudio jurídico, asesora a las Pymes (pequeñas y medianas industrias) de la zona. Fue presidente del Centro Industrial de Las Parejas y es asesor de la Fundación Cideter (Centro de Investigación y Desarrollo Tecnológico Regional). Pero, además, fue concejal de su ciudad. Hoy, asegura que siempre le interesó trabajar en líneas de capacitación, que permitan preparar a la gente de la ciudad y a quienes llegan desde otros lugares, para el desarrollo industrial de la comunidad. Allí radica, precisamente, una de las claves del crecimiento.

"En el Centro Industrial se habían armado comisiones de Ciencia y Técnica. Yo era el presidente, y después pasé a integrar la Fundación Cideter, donde venimos trabajando con María Isabel Borghi. Tratamos de armarlo institucionalmente, porque hasta ahora eran esfuerzos aislados y no regionales. Pero con la Fundación logramos encarar una movida regional en la que participaron también Armstrong, Fuentes, Arequito, Marcos Juárez y otras localidades", cuenta Valdano.

"Nosotros tomamos un radio de más de 100 kilómetros; no llegamos a Rosario porque ellos tienen todo su accionar y la cuestión es no superponer temas. Nos extendemos hacia la provincia de Córdoba, ya que Marcos Juárez es un centro activo -explica Valdano-. Las Parejas ha tenido siempre una actitud muy firme y lidera la movida, pero también Armstrong tiene ahora dirigentes muy interesantes, que se están comprometiendo en esta línea reivindicativa de los derechos. Hoy se toma verdadera conciencia de lo que necesita trabajar regionalmente", asegura.

Luego de la crisis de 2001, "el funcionario también cambió y va más a la gente, porque reclama contenidos -opina Valdano-. Antes jugaba por las suyas y nosotros, desde el sector industrial, tratábamos de presionar. Era todo muy difícil. En cambio, ahora bajan al llano y eso es muy bueno, pero a la vez constituye un desafío para nosotros, porque tenemos que saber canalizar nuestros problemas", argumentó.

En ese sentido, sostiene que para plantear los problemas del sector, se debe contar con información seria y no conformarse con diagnósticos precarios. "Antes, todo esto se hacía artesanalmente, pero ahora, a partir del esfuerzo personal de gente y de instituciones, podemos hacer otro tipo de estudios", señala el dirigente. En este sentido, indica que existe preparación para encarar diagnósticos y trabajos técnicos, que se canalizan a través de la secretaría colegiada, con el CPN José Luis Castelarín. "Y ahora con la Fundación Cideter y los programas que están llegando, queremos incorporar a la Universidad para hacer relevamientos".

Es conocido lo difícil que resulta el asociativismo para los argentinos. No obstante, en la consideración de Valdano, constituye un progreso que él prioriza por sobre la exaltación del individualismo, "que es lo que ha demostrado la década del noventa, cuando todos jugaban por la suya. Es complicado cambiar esa cultura", acepta.

Por esa razón, destaca que en el Centro Industrial de Las Parejas, que tiene más de 40 años de trabajo, "tenemos una gimnasia importante. Ya por ese entonces, se sentaban empresas que eran competidoras directas con un interesante desarrollo intelectual de los empresarios pero inferior al actual, porque hoy hay más información, y sin embargo han tenido la grandeza de gestionar a través de la entidad. Quienes se van incorporando están procesando esa información y tratan de aportar al conjunto, con una dinámica que no es lineal. A veces se dan situaciones de crisis, que por suerte son de crecimiento. Superarla es importante".

"Uno cuando es agresivo por el medio se pliega sobre sí mismo, pero acá, por suerte, se está apreciando el valor del conjunto, la fuerza de la región. El cluster de la maquinaria agrícola está identificado como uno de los pocos de la Argentina (ver aparte). Ahora, hay un programa muy importante para desarrollo de infraestructura del cluster y comienza la experiencia con Las Parejas y el polo informático de Córdoba, eso nos da una señal de que esta ciudad ha conseguido objetivos para que la identifiquen a nivel nacional", analiza el dirigente del sur santafesino.

En los últimos años, a Las Parejas entró una masa importante de gente, por eso se dice a viva voz que tiene entre 13 y 14 mil habitantes, con un crecimiento del 20 % en estos últimos meses por la demanda de mano de obra. Los que llegan se van instalando en las condiciones que pueden, porque la infraestructura habitacional es escasa. Hay casos de personas que vienen, llaman a familiares y se acomodan en los patios con construcciones precarias.

Valdano aclara que ya hubo otros procesos migratorios de alto impacto social."Ahora comprendemos el beneficio que significa convocar y expandirnos, pero estamos midiendo las consecuencias sociales que eso implica, porque hay un montón de carencias y hay que darles contención en la medida en que se mantenga la demanda de maquinaria agrícola", advierte.

Para fundamentar su cautela, explica: "Si hay un efecto regresivo, imaginen las consecuencias. �Qué hacemos con el que vendió sus cosas en otros lugares para venir y jugarse por esta propuesta? Por eso es tan trascendente esta gestión con las autoridades y llevar números que son indicativos del fenómeno económico y social".

Esta evolución de Las Parejas no fue fácil. "Todo fue frenético, desbordante -califica Valdano-. Recuerdo que, cuando se da el nuevo auge de demanda de maquinaria, había empresas que no estaban preparadas. No tenían asistencia financiera y, con actitud positiva y osada del pequeño empresario, recibían cereales, compraban materiales... Y eso que la cadena de pagos se había roto, el crédito de los proveedores no existía".

Había firmas que estaban al borde del nocaut y empezaban a pedir nuevamente material, con una crisis de confianza. "Injustamente, muchos proveedores tradicionales nos condenaron, porque hubo empresas que no habían podido cumplir y, con el auge, venían a hacer cola para vender. Pero son procesos así, muy abruptos. Se demandó mucho más allá de la capacidad de las empresas, que tomaban esos pedidos y trataban de hacer lo que podían. La gente, que estaba ávida de trabajo, trabajaba hasta 15 ó 16 horas por día, algo que en algunos casos todavía se da. Se hizo un esfuerzo personal enorme, lo que generó un movimiento económico muy importante".

El cluster es un modelo de desarrollo regional que procura consolidar las fortalezas de los sectores industriales y servicios más característicos de una región, además de promover un crecimiento económico sostenido. Las Parejas tendrá el suyo: el cluster de la maquinaria agrícola.

Para este cluster llegará mucho dinero a la ciudad, destinado a infraestructura y desarrollo de tecnología, recursos humanos y rutas. Es un préstamo del BID (Banco Interamericano de Desarrollo) de 300 millones de pesos e implica la radicación de 50 personas en Las Parejas."Nosotros estamos demandando que no sea un ejercicio académico de la Universidad, sino que vengan al medio a trabajar para que sean formadores de gente", aclaró Juan Carlos Valdano.

"Estamos trabajando en ese sentido, pero no podemos pretender que estén acá si no tenemos capacidad para recibirlos. Hasta tenemos déficit hotelero, porque antes no era una actividad rentable, algo que es básico y no se puede resolver. Se necesita tiempo. En 5 años no se puede trastocar toda una realidad, y más todavía si no sabés lo que va a pasar mañana".

Uno de los proyectos que tiene en carpeta la Fundación Cideter es la construcción de un centro tecnológico en Las Parejas. "Tenemos la inteligencia y el equipamiento para formar esos cuadros productivos", asegura Valdano, y cuenta que, junto a un empresario de Armstrong, se capacitó sobre estos temas en España.

"Fuimos a ver cómo se trabaja sobre la capacitación y uno se trae una visión muy superadora de lo que es asociarse y no prevalecer por la capacidad individual. El que tenga más capacidad liderará el movimiento de conjunto, pero no hay que menospreciar el valor del conjunto para avanzar -sintetizó-. Es interesante conocer las luchas que tienen las comunidades españolas (Valencia contra el País Vasco, por ejemplo) para ver cómo se desarrollan y expanden la propuesta social; pelean por la región, están de pie. Después, España hará lo propio con la Comunidad Europea. Pero, si entramos en la disputa pequeña de ciudades y empresarios, y no le damos fortaleza al conjunto, nos estamos equivocando, aunque es un tema de discusión", consideró.