Clay Regazzoni
Una leyenda de la F-1 en Santa Fe
Gian Claudio Regazzoni, ex piloto de la Fórmula 1, que corrió para Ferrari, entre otras escuderías y fue coequiper de Carlos Reutemann, mantuvo una jugosa charla con El Litoral.

Clay Regazzoni, reconocido por su actuación en la Fórmula 1, donde fue piloto de Ferrari en la década del 70, hoy sigue vinculado a una pasión que no logra disimular. Siempre cerca de los "fierros", es un entusiasta cultor de las pruebas de regularidad y largo aliento. Como piloto, fue uno de los referentes de los años 70, en la que fue un protagonista de excepción en la Fórmula 1, conduciendo para diferentes equipos, pero alcanzó gran notoriedad cuando se incorporó al equipo Ferrari, siendo uno de los preferidos de Don Enzo.

"Il Commendatore", como se lo identificó al fundador de la prestigiosa casa de Maranello, siempre expresó su especial aprecio por un hombre veloz como muy pocos en el historial de la Fórmula 1, que se llama GianClaudio Regazzoni.

Ese mismo "Clay", de sonrisa fácil y que desgrana recuerdos y anécdotas con el mismo vértigo que marca su tránsito por la vida, estuvo de paso por Santa Fe.

En un clima distendido y luego de cenar, el ilustre visitante accedió a una entrevista exclusiva para El Litoral y C&D.

Los comienzos

Rápidamente se trasladó imaginariamente a su debut como piloto de monopostos, que tuvo como escenario precisamente a nuestro país. "Argentina representa algo muy especial para mí, porque aquí corrí en una temporada internacional de Fórmula 3, en mi primera experiencia sobre un monoposto. Y después estuve en varios Grandes Premios de Fórmula 1 en el autódromo de Buenos Aires", recordó Clay. Regazzoni, que a los 66 años sigue disfrutando de una pasión que no logra disimular, la actividad que lo llevó a trascender en el máximo nivel internacional.

Aquel terrible accidente sufrido en el circuito estadounidense de Long Beach, cuando chocó contra el Brabham que un rato antes había abandonado es una zona de escape el sanjuanino Ricardo Zunino, todavía en la actualidad lo obliga a movilizarse en una silla de ruedas, que lejos de alejarlo de las competencias, le dio un impulso muy grande para continuar ligado a los "fierros".

Helvético

Aunque muchos lo consideran italiano, Clay rápidamente aclara que "nací en Lugano, en el sur de Suiza, -por eso siempre llevó la cruz helvética en su casco-, pero desde 1976 vivo en Montecarlo, lugar obligado para la gran mayoría de los pilotos de Fórmula 1", expresa.

La referencia a esa nacionalidad se justifica, porque muchos lo tienen identificado como italiano por su prolongada relación con la casa Ferrari y en especial con Don Enzo.

Fue uno de los mimados de "Il Commendatore" y también de los tifosis italianos en la década del setenta, cuando fue piloto de la escudería más emblemática de la máxima categoría del mundo.

"Tuve la suerte de ganar carreras y de estar muy cerca de lograr un campeonato, en el año 1974, que en el último Gran Premio fue para Fittipaldi (Emerson). En aquella oportunidad igual fui a un programa de gran audiencia de la televisión italiana, y bailé un tango con su conductora, Raffaella Carrá. Fue algo maravilloso", afirmó.

Claro que los comentarios no se agotaron el mismo día de la emisión. "Tuvo una repercusión insospechada y tan importante, que las mujeres empezaron a conocerme, no tanto como piloto, sino como un gran bailarín. El secreto, que pocos conocían, era que yo tenía una inclinación particular por el tango. Empecé a bailarlo desde los 15 años y lógicamente esa noche me lucí con Raffaella", señaló con una gran sonrisa dibujada en su rostro.

La amistad con Reutemann

Gran amigo de Carlos Reutemann, desde hace varios años, Regazzoni comparte con el "Lole" la participación en distintas pruebas de regularidad con autos de colección, a las que Regazzoni agrega otras maratónicas competencias con unidades de tracción integral.

"Siempre me gustó la aventura y estoy viajando permanentemente. Hago unos ochenta mil kilómetros por año. Tengo varios coches, Lancia, Mercedes, que me encanta usar.

Finalmente recordó que "ya estuve en el 92 en la carrera Buenos Aires-Nueva York, en adhesión a los 500 años del Descubrimiento de América, sobre un Chevrolet 39, y en la próxima, a Quito, correré con un Torino".

DNI

Nombre: GianClaudio

Apellido: Regazzoni

Fecha Nac: 5 de setiembre de 1939

Lugar nac: Lugano, Suiza

Edad: 66 años

En F-1:

GGPP corridos: 132

Debut: Holanda 1970 con Ferrari

Equipos en que intervino: Ferrari del 70 al 72; BRM en 1973; del 74 al 76, nuevamente en Ferrari; 1977: Ensing; 1978: Shadow; 1979: Williams-Ford; 1980: Ensing.

Poles: 5

Primera fila: 21

Triunfos: 5 (Italia 70, Alemania 74; Italia 75; USA, 76; Inglat. 79).

Podios: 28

RdeV: 15

Mejores actuaciones: 1970; 3ro en el campeonato; 1974, subcampeón del mundo, detrás de Fittipaldi (campeón).

(*) Accidente: 30 de marzo de 1980 en Long Beach; lo dejó en silla de ruedas hasta nuestros días.

Futbolista

Es amante del fútbol; hincha de Inter y en Santa Fe, estuvo viendo Colón-Central. Yo jugaba de puntero derecho, era muy rápido y tiraba centros. Teníamos un 9 que hacía muchos goles de cabeza. En mi querido Inter, hoy hay siete argentinos jugando".

Opina sobre Reutemann y el accidente en Long Beach

"Carlos fue un gran piloto; siempre tuvo un auto competitivo. No fue campeón del mundo por esas cosas de la vida y tenía una gran presión de los argentinos. Claro, ustedes lo tuvieron a Juan Manuel Fangio, que era un piloto de otro planeta".

"Mirá, lo más importante es que él corrió más tiempo que yo en la Fórmula Uno y no tuvo accidentes importantes. Eso es tener suerte, por la época en que le tocó correr. Nosotros teníamos muy poco margen de error; si no era accidente bravo seguro", aseguró.

El 30 de marzo de 1980, la vida le jugó una mala pasada: un serio accidente en Long Beach lo dejó lisiado. Así lo recuerda: "Para mí no fue falta de fortuna el accidente que tuve en Estados Unidos, yo creo que tengo la suerte de estar aquí compartiendo con amigos ratos muy agradables. Este deporte es muy riesgoso y el accidente está dentro de los cálculos. Mi accidente en la vía de escape de Long Beach, cuando choqué contra el otro auto (el de Zunino), estaba ahí -señala la palma de su mano-, "ahí" decía que yo tenía que "pegarme" en ese lugar, en ese instante y que las consecuencias serían las que hoy tengo. Lo veo así, disfruto hoy de la vida, si hasta bailo tango, que tanto me gusta", reflexionó.

Definiciones de un experto

Mientras se descorchaba un champagne, atención de Gabriel Hernando, y saboreando unos pastelitos -hecho en casa por el propio "Gaby"-, Regazzoni comentó: "Coincido con usted acerca de que la Fórmula Uno fue mucho más competitiva e interesante antes que ahora. Yo diría que lo bueno apareció aproximadamente en 1968 y hasta el 75. Después llegó el dinero a la categoría y los sponsors. Ahora se habla más de comercio que de deporte. Es una locura la F-1 de la actualidad, hay un apoyo mediático increíble. Se acabaron los pilotos, ahora no se sabe quién anda fuerte y quién anda despacio. El piloto de hoy no se divierte, tiene tanta tecnología, que no puede tener "feeling" con su auto".

"En cuanto a nivel, eran mejores los pilotos de antes. Había que saber manejar, modular el pie en el acelerador. Hoy no, si se va todo a fondo y le modulan los autos desde los boxes y no se goza de los circuitos, ni se palpa el peligro. La seguridad superó cualquier cosa.

En mi época, uno no se podía confiar de los circuitos. Eran tan largos y cambiantes que se hacía muy difícil cada vuelta, hablamos que los circuitos tenían 27 km cada uno. Eran pistas peligrosas, te jugabas pero también se mataron muchos pilotos. Ahí aceleraba el que sabía", destacó.

-�Qué significó correr para Ferrari?-Ferrari en el 70 ya era un mito. El carisma de "El Viejo" era increíble, por él pasaba todo, motor, chasis, caja de velocidades, todo. Después vino la fusión con Fiat y ya fue otra cosa. -�Qué opina de "Il Commendatore? -Era un hombre muy severo y de los que ya no vienen más. Era el "patrón", el "Comandante". Le cuento, cuando él andaba por la fábrica, sobre todo en el departamento de competición, los ingenieros y técnicos le hacían la reverencia. Le tenían un gran respeto. -�A usted lo quería mucho?-Es cierto. Era una persona que nunca salió de Maranello, pero sabía lo que pasaba en todo el mundo, porque era muy intuitivo. A él le gustaba vivir mucho la vida, para él no era sólo el auto de competición. -�Por qué se fue y después volvió a Ferrari? -A Ferrari le gustaban los pilotos con garra, corazón, espíritu, sanguíneos, y decía que yo tenía eso. Resulta que a mediados de 1972, me dijo: "Clay si tenés algún ofrecimiento de otro equipo, agarralo, porque andamos con problemas de dinero (a raíz de la crisis petrolífera). Pero la puerta siempre está abierta. Luego, en agosto del 73 me llamó para manejar la B-3, que era muy diferente a la versión anterior; obviamente eso era para el 74.

Por Daniel Monticelli