Persiste el misterio del "cráneo de Mozart"
| |
Philippe Schwab (AFP)
El ADN del supuesto cráneo del compositor conservado desde 1902 por la Fundación Mozarteum de Salzburgo y las muestras extraídas de esqueletos que se se creían de la abuela Euphosina y la sobrina Jeannette de Wolfgang Amadeus Mozart "muestran sin discusión que no existe ningún parentesco entre estas tres personas", afirmó a la ORF Walther Parson, del Instituto Médico Forense de Innsbruck.
Los resultados fueron confirmados por el Laboratorio Central de las Fuerzas Armadas norteamericanas, encargadas del peritaje de comprobación, indicó la ORF.
El anuncio de que "un resultado sin discusión" se presentaría la noche del domingo en un programa especial hizo creer en la posibilidad de zanjar, unos días antes del 250° aniversario del nacimiento de Mozart, el 27 de enero, una larga controversia sobre la autenticidad del cráneo.
Pero investigaciones complementarias en el panteón de la familia Mozart en el cementerio San Sebastián de Salzburgo determinaron que "ninguna de las personas inhumadas allí tienen parentesco" entre sí ni con el cráneo, lo cual hace imposible autentificarlo, por falta de un referente, indicó la ORF.
Las exhumaciones, realizadas en 2004 y 2005, pese a la desaprobación de la Iglesia católica, fueron muy criticadas por la historiadora Brigitte Hamann, que este domingo consideró que se había "atentado contra el reposo de los muertos para hacer publicidad este año de la conmemoración".
La comunidad científica está dividida respecto de la autenticidad del cráneo, que nunca se llegó a determinar.
La leyenda dice que la reliquia, desprovista del maxilar inferior, fue "descubierta" en 1801 por un sepulturero, Joseph Rothmayer, que diez años antes había asistido al entierro, en el cementerio Saint Marx de Viena, del compositor, que falleció a la edad de 35 años.
Rothmayer había dicho que tenía apuntado el lugar ocupado por los restos mortales de Mozart en la fosa común para 16 cuerpos donde fue inhumado y que había separado la calavera del resto del esqueleto cuando la fosa fue vaciada.
Un monumento en el cementerio Saint Marx conmemora la muerte de Mozart, pero el emplazamiento del esqueleto nunca pudo ser determinado.
El cráneo fue conservado después por el anatomista Joseph Hyrtl, antes de ser legado a la Fundación Mozarteum, que lo expuso al gran público hasta 1940 y lo sigue conservando en Salzburgo.
Varios científicos intentaron demostrar estos últimos años la autenticidad de la calavera.
En 1991, el universitario Pierre-Fran�ois Puech, profesor de medicina forense en la Facultad de Marsella (sur de Francia), estimó después de siete años de investigaciones que era auténtica sin "ningún género de dudas".
Su análisis se basaba en una comparación científica del cráneo con los retratos del compositor y señalaba en particular el cierre anormalmente precoz de la frente y la estrechez de las órbitas, compensadas por un máximo frontal superior a lo normal.
Dos antropólogos del Museo de Historia Natural de Viena, Johann Szilvassy y Herbert Kritscher, llegaron meses más tarde a una conclusión análoga, después de llevar a cabo una reconstitución de las partes carnosas del cráneo.
En 1998, un tercer científico vienés, Amadeus Tichy, llegó, a su vez, a la conclusión de que el cráneo es el de Mozart.
"Lo esencial no es el cráneo de Mozart, sino su música", recordaba este domingo el compositor Kurt Schwertsik en los estudios de la ORF.