Por Revista Nosotros
Por las cualidades de sus materiales, colores y forma y, sobre todo, por estar llenas de vida, las peceras son un objeto de decoración que muchos interioristas recomiendan a la hora de separar ambientes o realzar un mueble. Hasta los adeptos del Feng Shui consideran que su ubicación en determinados puntos de la casa u oficina, puede atraer la fortuna.
Las habitaciones infantiles, escritorios y comedores adquieren otra identidad con la presencia de una pecera.
Para comenzar, es necesario saber que aunque parezca sencilla su preparación, es recomendable encargarla a expertos, ya sea diseñadores de muebles o veterinarias de prestigio. Las peceras de vidrio son durables y resistentes. Aunque las confeccionadas con plástico o acrílicos ofrecen la ventaja de que son más livianas, un factor a tomar en cuenta a la hora de la limpieza. Igualmente soportan bien los golpes, lo que disminuye el riesgo de rotura.
Un acuario adaptado hogareño, con peces medianos o chicos, necesita entre 100 y 200 litros de agua. O sea, un acuario de 100 x 50 x 50 centímetros es lo recomendado por la revista The aquarium.
La pecera debe colocarse en algún sitio donde no den los rayos del sol, por lo cual es ideal para "abrir" una pared que comunique dos ambientes de luz sobria.
Existen tres opciones principales en materia de interiorismo para ubicar nuestra pecera:
Existe una gran variedad de peces entre los cuales elegir y no sólo hay que tener en cuenta sus colores y la armonía con el ambiente sino también sus hábitos. No todos son iguales. Según su procedencia tolerarán un tipo de agua u otra: blanda, dura, ácida, alcalina, etc.
Después, será necesario averiguar si los peces que se van a comprar pueden convivir fácilmente con otras especies y cuáles son las idóneas para ello. El tamaño que es posible que alcancen, la alimentación que más les conviene, el hábitat donde más cómodos se encuentren, los estratos de nado (si son capaces de elevarse mucho o poco) son factores muy importantes cuando se eligen los peces que se van a llevar a casa.