Es inimputable el chico de la masacre de Funes

Rosario (C).- Un joven de 19 años, que en 2003, cuando tenía 17, mató a su padre y a uno de sus hermanos e hirió a su madre y su abuela en su casa en Funes, en las afueras de Rosario, fue absuelto ayer por la Justicia al entender que los trágicos hechos fueron consecuencia de un acto de "emoción violenta patológica transitoria".

El juzgado de Menores número 2, a cargo de Juan Leandro Artigas dispuso que Tulio Adorna continúe bajo tratamiento psiquiátrico ambulatorio en la clínica privada en la cual está internado desde poco después del doble crimen. La medida fue apelada inmediatamente por la fiscal, que renovó su pedido de prisión perpetua para el imputado.

El abogado defensor del joven, Jorge Bedouret, dijo que "el juez ha determinado que Tulio era inimputable en el momento del hecho, pero eso no significa que quedará en libertad. Antes su libertad dependía de su alta médica y de su situación procesal, ahora depende del alta médica", apuntó el letrado.

Peritajes decisivos

El fallo judicial se basa en varios peritajes psíquicos y psiquiátricos a los que fue sometido el muchacho en los últimos dos años. La Justicia pudo comprobar que el joven es víctima de una patología psíquica y orgánica (disminución del campo neuronal) que lo sumergió en un estado de fragilidad e imposibilidad de comprender la magnitud de los actos perpetrados la fatídica noche de octubre de 2003.

El diario La Capital señala en su edición de hoy que, en las evaluaciones hechas por el juez, según afirmaron voceros allegados a la causa, se comprobó que Adorna había consumido alcohol y estupefacientes en los días previos a los crímenes e incluso el mismo día de los hechos, lo que hizo "caldo de cultivo para que cometiera los asesinatos sin darse cuenta ni tener conciencia de lo que hacía".

Los hechos

El hecho que desató la tragedia se produjo el sábado 4 de octubre de 2003, cuando Adorna entró al living de la casa familiar en la localidad de Funes.

Llevaba en su mano un revólver con silenciador, que disparó contra su padre, Alberto Adorna, de 50 años, y su hermano menor, Germán, de 16, quienes murieron en el acto.

Luego, alcanzó a balear a su madre, Alicia Travagliante, y a su abuela, Catalina Dártoli. Cuando el cargador del arma se desprendió accidentalmente, su hermana pudo desarmarlo y poner fin a una noche de locura.

Tulio se escapó de la casa y fue encontrado horas después por la policía en una casa abandonada cercana a la suya.

Los primeros meses estuvo detenido en dependencias policiales hasta que en diciembre de 2003 la Justicia dispuso su internación en una clínica privada para ser sometido a un prolongado tratamiento por su adicción a las drogas.

Allí estuvo casi ininterrumpidamente hasta mediados de 2005 cuando, por recomendación de los profesionales que lo atienden, el pibe que ahora tiene 19 años empezó a gozar de salidas y retornó a su casa familiar, aunque ya no en Funes sino en Rosario.