Los principales grupos políticos en el Parlamento Europeo (PE) coincidieron hoy en que el diálogo entre Occidente y el Islam debe ser la clave para superar la crisis de las caricaturas de Mahoma, y en que la defensa de la libertad de expresión no debe ignorar el respeto al otro.
En un debate en el Pleno, el socialista danés Poul Rassmussen abogó por lanzar "un mensaje de diálogo y respeto mutuo", el líder del grupo Popular Europeo, el alemán Hans-Gert Poettering, propuso crear una comisión de expertos euro-islámica para revisar los libros de texto y la liberal danesa Karin Riis-Jorgensen defendió la Alianza de Civilizaciones promovida por Naciones Unidas.
El secretario de Estado de Asuntos Europeos de Austria, Hans Winkler, subrayó la oportunidad de los trabajos del grupo de alto nivel de la Alianza de Civilizaciones, mientras que el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, se comprometió a trabajar por "el diálogo".
En cuanto a la propia polémica por la publicación de las caricaturas, Barroso calificó la libertad de expresión de "innegociable", pero pidió que se ejerza con "responsabilidad" para no dañar "la libertad religiosa, también innegociable".
"Los gobiernos no prescriben opiniones individuales y a la inversa las opiniones de los individuos comprometen a estos individuos y sólo a ellos, no a un país, a un pueblo o una religión", explicó Barroso.
También los parlamentarios defendieron la inviolabilidad de la libertad expresión.
"Es uno de nuestros principales valores y la violencia como reacción no puede ser de recibo", dijo Poettering.
"La libertad a veces duele", señaló por su parte el presidente del grupo Los Verdes, el alemán Daniel Cohn-Bendit, quien, tras puntualizar que no le gustaban los dibujos que han suscitado la polémica, señaló que las religiones son parte del debate público y no están exentas "de ser objeto de caricaturas blasfemas".
El debate de la Eurocámara, que tendrá continuidad mañana, jueves, con el voto de una resolución sobre "libertad de expresión y respeto a las creencias religiosas", se realizó en presencia de una delegación de miembros del Parlamento danés.
Tanto el presidente de la Comisión como los representantes de los grupos políticos recalcaron hoy sus mensajes de solidaridad con el Gobierno y el pueblo de este Estado de la UE.
"Un boicot contra los productos daneses es por definición un boicot a los productos europeos", dijo Barroso, que añadió que el pueblo danés "tiene, merecidamente, la reputación de ser uno de los más abiertos y tolerantes".
Conh-Bendit denunció y tildó de "espeluznantes" las campañas de las compañías de distribución Carrefour y del grupo de alimentación Nestlé, para aclarar "que son franceses y no daneses" en los países islámicos.
El alemán Poettering planteó la conveniencia de crear una comisión de expertos que integre a "Europa y a la Organización de Conferencias Islámicas, bajo el ejido de las Naciones Unidas" para revisar y retirar los contenidos de libros de textos que propicien el odio intercultural.
EFE
