París quiere ser capital del café

Conocida internacionalmente por sus vinos, su alta costura o sus restaurantes selectos, Francia puede convertirse también en la capital del café de la mano de Gloria Montenegro, una ex embajadora guatemalteca que abrió en París la primera academia de "cafeología" del mundo.

"Somos grandes ignorantes. Ni siquiera los grandes productores saben degustar su propio café", lamenta esta ex diplomática tras el mostrador de la "Cafeoteca de París", un centro inaugurado en septiembre del 2005 y apadrinado por la Organización Internacional del Café (OIC) en el que los productores de todo el mundo pueden dar a conocer y a probar el fruto de su trabajo.

En este pequeño local situado frente al Sena y no lejos de la catedral de Notre Dame, el café no se bebe con prisa y la degustación es un verdadero ritual.

En su interior, 70 países productores, desde Yemen, Tanzania o Costa de Marfil hasta Colombia, Bolivia o Cuba, presentan muestras de café "con cero defectos" de diferentes plantaciones, que se tuestan y muelen ante los ojos del cliente.

"Es una colección viva y actualizada de los cafés del mundo entero. A diferencia de otros locales aquí hablamos de denominación de origen, es decir, no sólo de un país sino de una plantación precisa de una región concreta. Por eso es un centro único", explica esta ex diplomática, directora ejecutiva de la Cafeoteca.

AFP