Sobre los contrasentidos de la guerra

Después de casi tres décadas dedicadas al repaso -desde todos los ángulos posibles- de las contradicciones que tuvo la guerra de Vietnam, generando algunos mitos de la historia del cine, los estudios de Hollywood empezaron a dedicarse al repaso de conflictos más actuales, y que tuvieron una enorme importancia en la historia reciente. Entre ellos, la operación Tormenta del Desierto, llevada adelante por el gobierno de George Bush (padre) a principios de la década del noventa.

En "Soldado Anónimo", el polifacético realizador Sam Mendes -responsable de filmes tan diferentes como "Belleza Americana" o "Camino a la perdición"- indaga en el género bélico proponiendo una mirada al conflicto suscitado en Irak, desde el punto de vista de un joven marine, interpretado por Jake Gyllenhall. Justamente, el título original "Jarhead", hace referencia a la jerga con la cual son designados los marines norteamericanos.

En el transcurso de la historia, están planteadas todas las frustraciones y dudas que surgen entre los jóvenes protagonistas, que intervienen en un conflicto que no comprenden del todo, y enfrentan a un enemigo que no conocen, y que sólo aparece vagamente a través de amenazas de bombardeos y ataques con armas químicas.

En el relato en off del personaje central, están planteados con sutileza algunos de los interrogantes que ya estaban presentes -aunque con mayor dureza- en dos filmes de Oliver Stone, como "Nacido el 4 de julio" o "Pelotón" ambas sobre Vietnam. Sobre todo en aquellas secuencias donde los soldados se preguntan el sentido de la misión y cómo serán sus vidas al regresar a casa.

La película, sobria en sus pretensiones, se limita a mostrar con la mayor precisión posible, y con un estilo cercano al documental, algunas postales de la guerra, a través de un guión interesante y elaborado, que pese a no proponer nada novedoso, posee como atributo principal su solidez argumental, además de desarrollar diálogos muy creíbles.

La historia -basada en el libro de Anthony Swofford- está sustentada en el notable quehacer interpretativo de los actores protagonistas, sobre todo el de Jake Gyllenhall como un joven lleno de dudas, Peter Sarsgaard como un personaje obsesionado con la idea de matar, y Jamie Foxx -el versátil actor de "Ray"- como un duro oficial que encuentra en la guerra su razón de ser.

Por momentos verdaderamente impactante, uno de los aspectos que más resaltan en el filme es el excelente trabajo de fotografía, que torna sumamente vívidas y cercanas las escenas de los incendios en los campos de petróleo, o las cruentas batallas producidas en medio del desierto.

Para los cinéfilos, hay algunos breves guiños a grandes películas bélicas como "El francotirador" de Michael Cimino, o "Apocalipse Now" de Francis Ford Coppola, que marcaron un hito a fines de la década del setenta.

Soldado Anónimo

(Jarhead; USA, 2005), dirección: Sam Mendes; intérpretes: Jake Gyllenhaal, Peter Sarsgaard, Lucas Black, Jamie Foxx, Chris Cooper, Evan Jones, Brian Geraghty, Jacob Vargas, Laz Alonso; guión: William Broyles; basado en el libro de Anthony Swofford; producción: Douglas Wick y Lucy Fisher; música: Thomas Newman; fotografía: Roger Deakins; montaje: Walter Murch; diseño de producción: Dennis Gassner; vestuario: Albert Wolsky.

CALIFICACIÓN BUENA

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Juan Ignacio Novak