Jardín La Salle Jobson

25 años con la educación

Aprender jugando En 2002, el jardín del La Salle abrió sus puertas a las nenas y, también, a los más chiquitos. Hoy recibe a sus alumnos desde los 45 días. Los niños "llegan con chupete y mamadera en mano, y se van a los cinco años como dueños del mundo, formulando preguntas sorprendentes". Foto: ALEJANDRO VILLAR. 

El jardín de infantes del Colegio La Salle Jobson cumplió este mes sus bodas de plata con la educación. Independiente, mejorado y mixto, recibe en sus aulas a 390 niños, desde los 45 días.

Florencia Arri

La esquina de Balcarce y Alberdi es para muchos jóvenes el rincón de los tiernos recuerdos de la niñez. Allí, tras el retrato de San Héctor Valdivieso Sáez -primer santo argentino-, y bajo la mirada cariñosa de San Juan Bautista, el Jardín N° 1267 del Colegio La Salle Jobson festeja sus bodas de plata con la educación en el nivel inicial.

Si bien el colegio abrió sus puertas en 1904, fue recién en 1981 cuando los hermanos lasallanos respondieron a la demanda de las familias de sus alumnos e incorporaron un jardín de infantes. La iniciativa nació de los Hermanos Carlos Marín, Pedro Bach, y la vicedirectora del turno tarde, la Sra. Leconte.

Así fueron sus comienzos, primero con cuatro salitas de cinco años -comúnmente llamado "preescolar"- y, poco tiempo después, con "Nicolasa", la guardería para hijos y familiares del personal docente de la institución.

A sólo tres años de su inauguración, la institución ya contaba con una estructura edilicia que, si bien está inserta en la manzana del colegio, es independiente de éste y cuenta con las características necesarias para que los niños jueguen y trabajen con tranquilidad.

Creciendo juntos

Con el paso del tiempo no sólo crecieron sus alumnos: el jardín se expandió aún más y, en 1994, a las tres salas de cinco años y las otras tres de cuatro se les agregaron las salitas de tres años. Desde 2002, como parte de la Ley Federal de Educación, se incorporó el Primer Ciclo del Nivel Inicial para niños de uno a tres años. Hoy, las salas se llenan de risas de 390 chicos que son parte del jardín, que recibe a sus alumnos más pequeños a sólo 45 días de nacer.

María del Carmen Falcó es la directora de esta primera etapa del La Salle. Ella también es maestra jardinera y cuenta que "los vemos llegar muy chiquitos, agarrados de la mamá, con chupete y mamadera en mano. Los vemos salir a los cinco años como dueños del mundo, formulando preguntas sorprendentes... la niñez es un mundo de la fantasía, de la ilusión y magia, pero, a la vez, es un mundo real. Los chicos preguntan y asumen muchas cosas, actos de independencia cuyo aprendizaje y logro es sorprendente".

Para nenas, también

Después de 98 años de distinguida formación de varones, el Colegio La Salle abrió sus puertas a las nenas en 2002. Falcó comenta que esa incorporación "respondió a los nuevos desafíos de la escuela que forma niños para una vida entre hombre y mujeres. La enseñanza de ambos se complementa, en pleno proceso de educación exclusivamente para varones les dimos espacio a las nenas". Lejos de sentirse invadidos, la directora afirma que los chicos recibieron a las pequeñas damitas con notable amabilidad. "La llegada de las chicas suavizó a los varones -comenta-. Los cambios más notables se produjeron en la sala de cinco años, los más grandes del ciclo. Si bien el primer año se incorporaron sólo 2 nenas, los varones se convirtieron en caballeros, jugaron con ellas y compartieron actividades... Los nenes son más resolutivos, y las nenas más conciliadoras. Fue muy curioso ver como, desde el comienzo, compartieron espacios".

Pequeños

EL DATO: artistas

Además de las tareas habituales que hacen a la vida del jardín, desde pequeños los niños tienen actividades complementarias que incluyen visitas a museos, espacios naturales y el contacto con personalidades destacadas de nuestra ciudad. En este sentido, Falcó afirma que "la niñez es una faceta plástica, los chicos se expresan por medio del dibujo. Por eso invitamos a artistas plásticos, para que esa creatividad no se pierda, no se simbolice. Para el día de la primavera nos visita también una batucada en la que los chicos del jardín participan y se disfrazan. La niñez es una etapa plena de creatividad que debe ser estimulada".