Por segunda vez en una semana fue postergada la cumbre presidencial entre la Argentina y Uruguay para acordar una solución a la controversia abierta por la polémica instalación de dos fábricas de celulosa en el vecino país.
La razón no se debió esta vez a las diferencias sobre los aspectos técnicos del acuerdo que firmarían los presidentes, como sucedió cuando el miércoles pasado debió aplazarse el encuentro entre Néstor Kirchner y Tabaré Vázquez en la residencia presidencial uruguaya de Anchorena.
El obstáculo, en cambio, provino de la empresa Botnia. Antes del mediodía de ayer, y cuando todo se encaminaba a la realización del encuentro, probablemente mañana, la compañía finlandesa anunció oficialmente su decisión de suspender sólo por diez días las obras de construcción de su planta en Fray Bentos.
La posición no hizo más que desconocer las condiciones que habían acordado Kirchner y Vázquez en Santiago de Chile, el 11 de marzo, como paso previo para iniciar una negociación. Una de esas condiciones era que tanto Botnia como la española Ence, la otra papelera a instalarse en Fray Bentos, debían suspender las obras durante 90 días para permitir la realización de un estudio sobre el impacto medioambiental que conllevará el funcionamiento de las papeleras.
Apenas conocido el anuncio de Botnia, una fuente diplomática argentina anticipó que el plazo de la suspensión era inaceptable y recordó que Kirchner pidió una suspensión por 90 días, cuando dio el primer paso hacia un intento por lograr un acuerdo, durante su discurso de inauguración de la Asamblea Legislativa, el 1° de marzo.
El gobierno de Uruguay oficializó la suspensión de la cumbre por medio de su principal negociador, Gonzalo Fernández. El secretario de la Presidencia uruguaya, además, responsabilizó de la suspensión a la compañía finlandesa. "Lamentablemente en el día de hoy la empresa Botnia -dijo a periodistas en Montevideo- emitió un comunicado que dice que sólo acepta suspender las obras por diez días y ese plazo exiguo fue considerado insuficiente por las autoridades argentinas". Un plazo semejante impediría la realización del estudio sobre el impacto medioambiental de las papeleras.
Pero el funcionario aseguró que el gobierno de Vázquez "no le va a pedir más nada" a las papeleras, "salvo, quizás, que recapaciten", al tiempo que anticipó que si se reanudan los cortes de los puentes en Guayleguaychú y Colón, cuyos habitantes se oponen a la instalación de las plantas, "se insistirá ante el gobierno argentino para que los evite".
La decisión adoptada por los máximos ejecutivos de Botnia en Finlandia señaló que la suspensión de las obras se produciría a partir del próximo viernes y hasta el martes 18 cuando se reanudarían los trabajos. Curiosamente el período incluye la Semana del Turismo (Semana Santa), que en Uruguay es no laborable y los trabajadores tienen licencia sin goce de sueldo.
La sorpresiva decisión de Botnia, que para permitir la primera cita presidencial finalmente frustrada, la semana pasada, había anunciado la suspensión de obras por 90 días, es una señal de diferencias con el gobierno de Montevideo, sostuvieron observadores.
El motivo sería el acuerdo alcanzado el lunes entre los negociadores argentinos y uruguayos, que en su aspecto técnico prevé que la comisión de especialistas a constituirse realizará un estudio medioambiental independiente y exhaustivo previo al funcionamiento de las papeleras. La negativa de Uruguay a aceptar un estudio de ese tipo fue lo que había obligado a suspender la cumbre programada para el miércoles pasado.
Botnia tampoco se cuidó de ejercer presión política sobre el gobierno de Tabaré. Recordó que la planta que construye en Fray Bentos "es la mayor inversión en la historia" de Uruguay, con un total de 1.000 millones de dólares, que "incrementará el PBI uruguayo en 1.6 por ciento y creará directa e indirectamente aproximadamente 8 mil empleos".
La radicación de plantas de celulosa en Uruguay es una política de Estado iniciada hace 20 años cuando se sancionó una ley de promoción de la industria papelera que incluyó beneficios fiscales para las inversiones en forestación.
Repercusiones
El ministro del Interior, Aníbal Fernández, minimizó la situación creada por la postergación de la cumbre y advirtió que "hay que ser muy prudente", ya que "hay discusiones que se tienen que llevar a cabo y fijar parámetros, y sobre eso hay que trabajar". En tanto, la Asamblea Ambiental de Gualeguaychú llevaba a cabo este mediodía una marcha de vehículos desde la ciudad hasta el kilómetro 28 de la ruta 136, que comunica con el puente internacional, donde se debatía si cortarán esa carretera nuevamente. Un grupo de vecinos y asambleístas promueve la realización de un nuevo corte de ruta, pero otro sector de la organización evaluaría el pedido de la Cancillería argentina de no producir interrupciones en esta etapa del conflicto.
CMI/El Litoral