Los hermanos Delaygue
Historias de inmigrantes, pilotos y aviones
Pioneros de la aviación. De acuerdo con una investigación, en San Jerónimo Sud se radicaron los primeros aviadores argentinos: los hermanos Pablo y Augusto Delaygue. Sus pobladores pretenden que el gobierno nacional lo declare sitio histórico, por haber sido el lugar donde estos hermanos tuvieron sus vuelos fundacionales. textos de Mariana Rivera

"La presente es una historia de inmigrantes, como tantos miles de arribados a la Argentina en la 19° centuria, que se asentaron, formaron una familia y procrearon. Además, producto de la conjunción del trabajo con la tierra, enriquecieron no sólo sus arcas, sino al país. Hasta allí la similitud con otros tantos extranjeros que se aventuraron a cruzar el Atlántico. Y debido a que la historia se nutre no de los grandes hechos coyunturales, sino de los actos y las decisiones producidas por los individuos, en este trabajo se entremezclaron la memoria oral y las fuentes históricas destinadas a destacar la relevante existencia de la familia Delaygue".

Con estas palabras presentó su trabajo Argentino Raúl Lavena, profesor de Historia de San Jerónimo Sud, confeso "aficionado a la aeronáutica" e interesado por la trayectoria de la familia Delaygue, "ya que estamos hablando de que el primero que llegó a nuestras tierras anduvo por el Canal de Suez y tuvo una trayectoria interesante para la narrativa", explicó.

La presentación se realizó en ocasión del Congreso Argentino de Inmigración y IV Congreso de la Historia de los Pueblos de la provincia de Santa Fe, con sede en Esperanza, del 10 al 12 de noviembre del año pasado.

Lavena -quien está a cargo del archivo de la comuna de San Jerónimo Sud- estaba orgulloso de contar la historia de Pablo y Augusto Delaygue, dos hijos argentinos de esta familia de origen francés, que eran "unos apasionados por volar, como los hermanos Wright, quienes fueron los primeros argentinos en proyectar, construir y volar un avión en nuestro país".

Estaba orgulloso por anunciar que el 5 de octubre de 1991 voló el primer avión argentino, a cargo de los hermanos Pablo y Augusto Delaygue, declarados precursores de la aviación. Sobre este tema -que evidentemente lo deslumbra, lo cual demuestra en cada uno de los detalles que ofreció- investigó en profundidad, remontándose, incluso, a los ancestros de esta familia, en Francia, al finalizar la primera mitad del siglo XIX, cuando nació Augusto F. Delaygue.

Sobre este último, Lavena precisó que, "junto a su esposa, es el iniciador de las sucesivas generaciones de los Delaygue de esta parte del sur de América, que continuaron apostando al trabajo y, además, se destacaron en el campo de la aviación". Por este motivo, San Jerónimo Sud tiene previsto iniciar las gestiones para que sea declarada sitio histórico nacional "esta comunidad edificada por la inmigración de suizos y franceses en su mayoría, y vascos e italianos en menor medida", aclaró.

Diseñaron, construyeron y volaron

Argentino Lavena explicó que "es un anhelo que tenemos el tratar de reivindicar el nombre de estos dos aviadores sin título, que fueron Pablo y Augusto Delaygue, así como demostrar a la provincia y al país que ellos fueron los primeros en diseñar, construir y volar un avión en la Argentina".

Aclaró que, "si bien puede haber otros antecedentes de vuelos en el país, éstos fueron realizados por extranjeros. De esta manera, estamos promoviendo el nacimiento o la cuna del primer avión volado y diseñado por argentinos. Ellos eran hijos de inmigrantes y, de acuerdo con las leyes locales, son argentinos por el solo hecho de haber nacido en estas tierras".

Insistió en que "queremos que esto se sepa y puedan tener el reconocimiento que ellos merecen. Siempre se dice que una localidad tiene que tener su marca, algo que la identifique de las otras. La nuestra es pequeña pero, no obstante, con este pasado estimamos que debemos valorar la marca que la identifica; en este caso, relacionada con la aviación".

Los hermanos Delaygue construyeron dos planeadores: uno tirado por un caballo y otro usando a su hermano de 9 años como piloto. Iniciaron los dos primeros ensayos en 1908, con el diseño, y un año más tarde, concretaron la construcción del primer planeador.

En este sentido, Lavena relató que, durante la prueba, "primero pusieron un peso muerto y hacían arrastrar el planeador, pero después fue su hermano menor, José, el que se subió a ese ingenio, con los consecuentes dolores de cabeza que les produjeron a su madre. Por ese entonces, el padre ya había fallecido (murió joven, a los 60 años)". Cabe destacar que, durante la presentación de la investigación, se encontraba presente -por invitación de Lavena- el hijo de José Delaygue, quien es considerado primer piloto de un planeador en nuestro país.

Dos audaces autodidactas

El investigador opinó que estos hermanos "eran dos audaces y, más que nada, autodidactas". Explicó que "recibían mucha información de Francia, principalmente, escrita en Francés, el idioma de sus padres. Requerían el material de aquellos lugares, pero la técnica de volar y cómo diseñar un avión prácticamente la aprendieron de la práctica, por ensayo-error".

Asimismo, explicó que el historiador Antonio Biedma Recalde -ya fallecido, quien estuvo en la Biblioteca de Aeronáutica de Buenos Aires y tenía un conocimiento muy acabado de este tema- fue quien dio a conocer por primera vez la historia de estos hermanos y aclaró que se basó en su relato para realizar esta investigación, de manera de poder precisar la fecha en que se voló por primera vez este avión.

Argentino Lavena también mencionó que "el campo donde hacían las prácticas de vuelo todavía existe, al igual que las dos casas que construyó el padre, a mediados de la década del '70 del siglo XIX y a principios del siglo XX, respectivamente. Mantenían limpio ese campo usando las ovejas, que mantenían corto el pasto. Como su orientación era sur-norte, aprovechaban los vientos imperantes en la zona de la famosa pampa gringa. Sin embargo, no estaban exentos de algunos riesgos".

Gajes del oficio

En este sentido, Argentino Lavena advirtió que, "según cuenta Biedma Recalde, los hermanos tenían algunas cicatrices producto de estas hazañas volatorias, como se decía en esa época. También es muy interesante ver que la mayoría de los productos que utilizaron en los aviones eran de última tecnología, en ese entonces. Inicialmente, tenían unos patrones basados en el avión de los hermanos Wright, como por ejemplo un estabilizador delantero. Pero después adoptaron el de su compatriota, Louis Bleriot, en 1909, al cruzar el Canal de la Mancha con su modelo XI mejorado, que tenía un alerón en la parte trasera y el motor con la hélice en la parte delantera. Lo raro era que los vuelos no se realizaban con mucha seguridad, como ocurre ahora, sino que el asiento era una lona".

Por último, el investigador agregó que "estos dos hermanos se casaron con dos primas, de la familia Zuliani: Emilia y Matilde. Esta última murió el 22 de abril de 2005, mientras realizaba la investigación, cuando tenía 102 años. Además, sus descendientes tienen amplia trayectoria con respecto a la aviación: un hijo de uno de ellos fue piloto civil; un sobrino nieto, piloto aviador naval, y se estima que dentro de poco va a haber sobrinos tataranietos que serán pilotos".

Por último, el profesor manifestó su agradecimiento "por el apoyo que nos están dando para que la localidad sea sitio histórico nacional y al presidente comunal de San Jerónimo Sud, Marcelo Cisana, por la iniciativa y la apertura que ha tenido hacia la cultura y la historia del pueblo".

Pequeñas grandes historias

AUGUSTO FLORENTINO

El primer Delaygue que llegó a la Argentina fue Augusto Florentino, a quien todos conocieron sólo como Florentino. Había nacido en 1847 en la Villa de Aubenas, en Francia. De ahí que la investigación presentada por Argentino Lavena se titulara "De Aubenas a San Jerónimo Sud: pequeñas grandes historias de inmigrantes, pilotos y aviones".

Cuando cruzó el Atlántico -junto a su hermano Ferdinando- se asentó en distintas ciudades argentinas y, finalmente, en San Jerónimo Sud, donde se casó el 2 de julio de 1875 con Josefina Fraix, hija de Jorge Fraix y Juana Francisca Balli. Él tenía 28 años y ella, 16.

En este punto, Lavena aclaró que "no hay datos específicos de cómo él conoció a Josefina. Por memoria oral, estos descendientes que aún viven cuentan que la mandó a buscar a Francia. Por una fotografía que tenemos, que coincide con la época en que ellos se casaron (en lo que hoy es la Catedral de Rosario, pero en el antiguo templo) y es de 1875, al pie se lee un epígrafe que dice que fue tomada o está revelada en Marsella, Francia. Por lo tanto, podría haber sucedido que él la haya ido a buscar para traerla o que se haya tomado la fotografía en Rosario y se había mandado a revelar a Francia. Hay una tercera versión que habla de que ella ya estaba en la Argentina, puesto que su familia vivía en Villada, una localidad del sur santafesino".

Y continuó: "Esta unión fue muy prolífica, ya que tuvieron 11 hijos, contrariamente a lo que ocurrió con los que quedaron en Francia. Aparte de los dos aviadores, algunos tuvieron mucha inserción dentro de lo que era la vida pública de la comuna: uno de ellos fue el impulsor de la institución decana de San Jerónimo Sud, que es el Tiro Federal Argentino, hacia 1898; también fue vicepresidente de la Comisión de Fomento. Además, muchos hijos componían la denominada Junta de los 25 Mayores Contribuyentes, que dictaminaban o sorteaban quiénes iban a estar en las mesas electoras después de la Ley Saenz Peña. También estuvieron relacionados con la época de las hambrunas en San Jerónimo, hacia 1916, cuando la localidad tuvo muchos problemas con su gente producto de una gran sequía y de la Primera Guerra Mundial".