Directivos de la firma Vicentín S.A. presentaron al gobernador Jorge Obeid los proyectos de inversión del grupo, entre ellos una planta de biodiésel en Ricardone, y otra de industrialización del algodón hidrófilo en la planta de Avellaneda, en el departamento General Obligado.
El anuncio lo hicieron los directores de Vicentín, Roberto Gazza y Daniel Buyatti y el síndico Alberto Macua. Obeid recibió a los empresarios en compañía del ministro de la Producción, Roberto Ceretto; el subsecretario de Agricultura, Daniel Costamagna, y el interventor en la EPE, Luis El Halli Obeid.
La planta de biodiésel, anunciada semanas atrás al presidente de la Nación, Néstor Kirchner, tendrá una producción de 300 mil toneladas anuales; la elaboración del combustible se basará en soja y la inversión fue estimada en 25 millones de dólares. El plazo de ejecución de la obra es de 15 meses.
Se aclaró que la producción estará destinada básicamente para la exportación, sobre todo a países europeos, de los cuales Alemania tiene un mercado definido en el rubro. El plazo de ejecución de la obra es de 15 meses.
En cuanto a la fábrica de algodón hidrófilo que Vicentín pondrá en funcionamiento en Avellaneda, en principio producirá el producto en fardos pero la intención es en una etapa posterior fraccionarlo para la comercialización. Este emprendimiento surgió de una negociación con Química Estrella, y según explicó Gazza, tendrá un plazo de ejecución de un año y medio y generará alrededor de 300 puestos de trabajo.
Gazza y Buyatti también informaron a Obeid la inversión realizada, en unos 5 millones de dólares para convertir al frigorífico Friar en una empresa rentable. El primero, además, le manifestó al gobernador la preocupación por el cierre de la exportación de carnes, medida que "afectó muchísimo al sector".
La firma Vicentín comenzó en 1929, en Avellaneda, siendo un comercio familiar que luego se convirtió en una industria que hoy tiene varios emprendimientos productivos: fábrica de aceites vegetales, comercialización de cereales, desmotadora de algodón, hilandería y hasta su propio puerto de embarques en el sur santafesino.
Durante los primeros tiempos la firma funcionó como acopiadora de algodón y almacén de ramos generales. Años más tarde, en 1937, en Avellaneda se inauguró la primera planta desmotadora de algodón y en 1943, comenzó con la fabricación de aceites vegetales e industrialización de semillas de lino, algodón y maní.
El despegue de Vicentín comenzó a partir de 1966 cuando incorporó en la producción de aceites el proceso de extracción por solventes. Esta innovación aceleró el crecimiento de la compañía y posibilitó la construcción y puesta en marcha en 1979 de una segunda planta industrial localizada en Ricardone.
Los volúmenes de producción logrados posibilitaron la apertura hacia el mercado internacional. Es en este marco que en 1987, la empresa comenzó a operar desde su propia terminal de embarque, erigida en San Lorenzo.
Los años '80 significaron también la expansión en el rubro algodonero, con la construcción y adquisición de nuevas plantas desmotadoras en Avellaneda (Santa Fe), Bandera (Santiago del Estero), El Colorado (Formosa) y General Pinedo y Villa Angela (Chaco) que realizan su actividad bajo el nombre de Algodonera Avellaneda S.A.
Con la puesta en marcha de Planta San Lorenzo, en 1997, Vicentín duplicó su producción alcanzando la cifra de 10.000 toneladas por día.
Durante 1998, la empresa ingresó al mercado interno con la comercialización de aceites de girasol y de oliva.
En febrero de 2000, con la adquisición de una hilandería situada en el Parque Industrial de Reconquista, Vicentín y Algodonera Avellaneda integran verticalmente todo el proceso relacionado con el algodón. El último emprendimiento de la compañía consistió en la incursión en el mercado de productos agroquímicos con la producción de herbicidas (glifosato) e insecticidas (cipermetrina y endosulfan).