La medida fue dispuesta por el Oncca
Suspenden por 60 días hábiles al frigorífico de Calchaquí
Fue por irregularidades en el libro de registro de hacienda y carne. Afecta a 14 trabajadores. San Isidro SA había comenzado sus actividades el año pasado tras la quiebra de San Cayetano SRL.

Calchaquí (Especial). - Una inspección detectó irregularidades en el libro de registro de hacienda y carne. La suspensión afecta a 14 trabajadores y se espera que incida negativamente en las actividades comerciales cárnicas de la zona.

La Oficina Nacional de Control Comercial Agropecuario (Oncca) dispuso la suspensión de actividades del frigorífico San Isidro SA, cuya planta funciona en Calchaquí, por el término de 60 días hábiles administrativos.

La medida adoptada por el organismo dependiente del Ministerio de Economía de la Nación se originó a raíz de una inspección realizada en la administración de la planta, ubicada en el sector norte de la ciudad, donde se detectaron irregularidades en el libro de registro de hacienda y carne.

El acta oficial de suspensión labrada por inspectores de Oncca considera que "a prima facie surge acreditado que la firma San Isidro SA habría incurrido en una gravísima irregularidad al haberse constatado la no registración, en el Libro de Movimiento de Hacienda y Carne número 1, de la cantidad de 26 animales, así como las existencias de hacienda y carne correspondientes al 3 de abril de 2006, al igual que la faena de 46 cabezas registradas en la lista de matanza", que tampoco figuraban en el libro referido.

Agrega que una resolución de la Junta Nacional de Carnes determina la obligatoriedad por parte de las plantas faenadoras de llevar el libro aludido rubricado y establece expresamente que sus registraciones deben efectuarse, en lo que hace a fecha y hora de la recepción de las tropas, en forma simultánea con la entrada de la hacienda al establecimiento.

Asimismo, certifica que "las conductas detectadas permiten inferir la comisión de maniobras perfectamente idóneas para eludir o permitir a otros eludir tanto el cumplimiento de las obligaciones fiscales como el de la normativa específicamente dictada en materia del comercio de ganados y carnes, permitiendo todo ello a la infractora competir deslealmente con sus similares y producir distorsiones en el mercado".

En la parte ejecutiva, el acta mencionada ordena "suspender preventivamente por el lapso de 60 días hábiles administrativos las inscripciones oportunamente otorgadas a la firma San Isidro SA, en el carácter de Matadero Frigorífico Bovino y Matarife Abastecedor Bovino" y dar intervención al organismo provincial pertinente a fin de que determine el destino de las reses interdictas.

Por otra parte y de acuerdo con una información recogida en el lugar de parte del encargado de la planta, pudo saberse que los responsables de la firma realizaban en las últimas horas gestiones ante autoridades del Oncca para poder reabrir la planta, las que hasta el momento resultaban infructuosas.

Cuestión social

La empresa San Isidro SA comenzó con las actividades en setiembre del año pasado, tras la quiebra de la firma San Cayetano SRL, anterior propietaria del establecimiento que por problemas financieros se vio obligada a cerrar sus puertas, lo que en su momento motivó que los trabajadores realizaran cortes de ruta en defensa de su fuente laboral.

El conflicto generado a mediados de 2005, que obligó a intervenir a la Secretaría de Trabajo de la provincia, fue zanjado finalmente por la determinación de la nueva firma de hacerse cargo del personal.

A pesar de que las circunstancias que derivaron en el cierre antes y en la suspensión ahora difieran en sus causas, la esencia social continúa siendo la misma ya que los 14 empleados que San Isidro SA tiene en Calchaquí ven nuevamente peligrar su fuente de ingresos y su estabilidad laboral.

Hasta el momento, sólo 7 de ellos continuaban trabajando en tareas de mantenimiento de la planta.

En atención a esta última cuestión, resta esperar que las negociaciones que los directivos llevan adelante en Capital Federal puedan destrabar la difícil situación generada, aunque según al opinión de expertos en la materia, lo único que cabe en realidad es cumplir con la sanción impuesta.

Contratiempos

La suspensión de las actividades de la planta frigorífica generará innumerables inconvenientes en el mercado de carnes de la zona. Hasta el cese de la medida dispuesta por el organismo de control, productores y comerciantes locales considerados habituales clientes de la empresa, se verán obligados a faenar sus animales en otros frigoríficos situados en localidades alejadas de esta ciudad con fletes que terminarán incidiendo en el precio final de la mercadería.