La cumbre se inicia hoy con la participación por primera vez de Michelle Bachelet y Evo Morales, sobre quien se concentran las miradas tras su anuncio de nacionalización de hidrocarburos.

Precisamente el presidente boliviano abrió el baile de comparecencias de líderes ante la prensa esta mañana advirtiendo que aunque las petroleras extranjeras "tienen todo el derecho a recuperar su inversión" tras la nacionalización, no significa forzosamente que haya "indemnizaciones".

Al mismo tiempo, en una sala contigua, la ministra austríaca de Relaciones Exteriores, Ursula Plassnik, cuyo país ejerce la presidencia de la Unión Europea (UE), exigió al gobierno de Bolivia que tenga en cuenta la seguridad jurídica de las empresas extranjeras en el proceso de nacionalización de la energía.

"Es importante que quede claro que hay que tener en cuenta la cuestión de la confianza, la seguridad jurídica y la previsibilidad", advirtió.

El gobierno boliviano, en su objetivo de tomar las riendas de la economía de este empobrecido país para reactivar su economía, viene además a la cumbre de Viena después de haber sumido en la crisis a la Comunidad Andina de Naciones (CAN), lo que impide abrir negociaciones comerciales con la UE mañana.

Después de la reciente salida de Venezuela de la CAN, Bolivia amenazó con hacer lo mismo, aunque ahora su propósito es más bien que los otros miembros -Colombia, Perú y Ecuador- renuncien a los acuerdos comerciales negociados por separado con Estados Unidos.

La disgregación de la CAN llevaría a la UE, firme defensora de los procesos de integración regional en el mundo, a aplazar el previsto lanzamiento en esta cumbre de las tratativas para un Tratado de Libre Comercio (TLC) con la región andina, lo que Ecuador, Perú y Colombia tratan de impedir.

A propósito de Bolivia, los jefes de Estado y de gobierno de ambos lados del Atlántico dirán en la Declaración de la cumbre que aprobarán mañana que a la vez que reconocen "el derecho soberano de los países de gestionar y regular sus recursos naturales", se debe "establecer un marco comercial equilibrado y regímenes regulatorios más compatibles", según un borrador del documento.

Los que tendrán más suerte son los países centroamericanos (Nicaragua, Guatemala, El Salvador, Honduras, Panamá y Costa Rica), que sí comenzarán las negociaciones para un acuerdo comercial con la UE, lo que supone un logro para ellos y la única decisión tangible de la cumbre.

El Mercosur, por su parte, se contentará con afirmar su deseo de continuar las negociaciones comerciales con la UE, a la espera de que termine la ronda internacional de la Organización Mundial del Comercio (OMC).

Mientras que para Morales es su primera cumbre con los europeos, al igual que Bachelet, el peruano Alejandro Toledo se despedirá de sus homólogos europeos a la espera de la próxima cita presidencial en su país dentro de dos años, que presidirá Alan García u Ollanta Humala.

Los europeos han constatado "cambios significativos" en los gobiernos de Bolivia y quizá de Perú, que se unen al tipo de izquierdismo del venezolano de Hugo Chávez, al que llaman "un nuevo estilo de enfoque político", según el canciller austríaco y presidente de la UE, Wolfgang Schüssel, y el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, ayer en el diario El País.

Aunque aseguran que esto no es "algo negativo", lanzan a sus socios el mensaje de que "lo importante es que esta transición se canalice a través de instituciones democráticas existentes y dignas de crédito".

La cumbre, que se desarrolla en medio de un imponente operativo de seguridad, se abre esta tarde con la reunión de cancilleres, y por la noche los líderes de los 60 países participantes tendrán una cena en el Palacio Hofburg de Viena.

La crítica al carácter calificado de "depredador" de las trasnacionales europeas en América Latina ha centrado hoy la jornada del encuentro alternativo a la IV Cumbre Unión Europea-América Latina y Caribe, en la que se debatió también sobre modelos de cooperación económica distintos al neoliberal.

"Los parlamentarios de la Izquierda Alternativa creemos que la integración (económica) se debe de hacer dejando claro que el mercado no puede regular las relaciones sociales", declaró hoy el eurodiputado de Izquierda Unida en el Parlamento Europeo, Willy Meyer, que participa en Viena en la "contracumbre".

Meyer tomó parte hoy en una mesa redonda de parlamentarios de Europa y América Latina en la que presentó un documento consensuado por 22 diputados de países de América Latina sobre la defensa de los servicios públicos y el establecimiento de un código de conducta ético a las empresas europeas que actúan en América Latina.

"Los servicios básicos no se deben privatizar sino garantizar, y se debe distribuir las riquezas", remarcó el europarlamentario de IU, que subrayó "la crítica rotunda a la acción depredadora de las multinacionales".

Simon Ticehurst, coordinador de las campañas para América Latina de Oxfam Internacional, abundó en declaraciones en la idea de "regular las actividades del sector privado para asegurar que pueda contribuir al desarrollo" y que sirva para hacer más transparente la actuación de las multinacionales en el continente.

Oxfam Internacional, la Alianza Social Continental y el Transnational Institute organizaron hoy una actuación teatral en un parque vienés en el que varias personas con caretas azules con las estrellas de la UE desmontaban un puzzle con la forma de América Latina para expresar su rechazo a los Tratados de Libre Comercio.

Por otra parte, en la jornada de hoy prosiguió la vista simbólica del Tribunal Permanente de los Pueblos creado en esta cumbre para "encausar" a unas 40 empresas europeas y denunciar sus supuestos abusos.

En la mañana, "testigos" provenientes de Brasil, Argentina, México y Uruguay han elevado sus voces contra los abusos en la gestión del agua, en la que han acusado a las empresas francesa Suez y a la española Aguas de Barcelona de mala gestión, subidas inmoderadas de precios, interrupción de suministros y dejadez en el cuidado de las infraestructuras.

Este tribunal, creado a imagen del Tribunal Russell sobre Vietnam (1966-1967), para protestar por la intervención de EE.UU. en ese país asiático, cuenta con la característica de que los acusados no están presentes ni cuentan con la figura del abogado defensor.

Kirchner la inaugura

El presidente Néstor Kirchner mantuvo hoy una reunión de trabajo con su par austríaco, Heinz Fischer, y el canciller Wolfgang Schuessel en el marco de la IV Cumbre Unión Europea-América Latina y el Caribe.

Esta noche, el mandatario asistirá con la senadora Cristina Fernández de Kirchner a la cena de honor que el mandatario anfitrión ofrecerá en la sede del poderoso imperio austro-húngaro -un edificio mantenido en perfecto estado-, a la cual asistirán también los 60 jefes de estado que participan de la cumbre.

Kirchner inaugurará mañana la Cumbre a las 10.30 hora local, con un discurso que además del tema ambiental tendrá un fuerte componente económico relacionado con los subsidios que la Unión Europea brinda en desmedro de la industria argentina, informaron fuentes oficiales.

La cumbre entre la Unión Europea y Latinoamérica será importante más por las conversaciones sobre diversos temas que por los resultados que se anuncian, estimó esta mañana la ministra austríaca de Relaciones Exteriores, Ursula Plassnik.

En una entrevista con la radio nacional austríaca ORF, Ursula Plassnik dijo que el "resultado será más que un documento una mejor comprensión".

Consultada sobre la abolición de los derechos de aduana para la producción agrícola e industrial proveniente del Mercosur, la ministra austríaca respondió: "Nos habría gustado, desgraciadamente no será posible".

Por el contrario, el inicio de negociaciones de libre comercio con América Central será acordada sin duda en esta ocasión, indicó la responsable.

Esta VI Cumbre Eurolatinoamericana abordará el comercio, la energía y las relaciones estratégicas, en presencia de 60 países.

La ministra austríaca de Exteriores restó importancia al "avance de la izquierda en el continente latinoamericano, y prefirió destacar que "los problemas que tiene América Latina son enormes, sobre todo en lo que se refiere a la cohesión social", de allí la importancia de una cooperación entre las dos regiones.

En la víspera, la ministra Plassnik se reunió con organizaciones de defensa de los derechos humanos "y en particular los derechos de las mujeres".

La cumbre será la ocasión de importantes encuentros bilaterales entre los dirigentes o con autoridades austríacas y de los organismos internacionales en particular de la ONU.