La tierra del sol y el buen vino
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La historia del equipo bodeguero comenzó a inscribirse en la temporada 94-95, cuando debutó como local en la B Nacional con un triunfo por 1 a 0 frente a Atlético Tucumán, con el tanto convertido por Alejandro Abaurre, su histórico goleador y que hoy también se dio el gusto de integrar el plantel del club que lo vio nacer como futbolista.
La última vez que un equipo mendocino se codeó con los grandes de la Primera fue Huracán Las Heras en 1985, justamente en la última edición de los antiguos torneos nacionales, ya que a partir de 1986 comenzó a disputarse el entonces denominado Nacional B.
Godoy Cruz, uno de los clubes más populares de esta provincia, fue fundado el primero de junio de 1921. Su presidente es Mario Contreras, quien reemplazó el año pasado a Julio Vega luego de 25 años de presidencia.
El coqueto estadio Feliciano Gambarte, ubicado a pocos kilómetros de la capital mendocina, llamado también por sus hinchas "La Bodega", tiene una capacidad para 15 mil espectadores y actualmente el club cuenta con alrededor de 2 mil socios.
Para hablar de este feliz presente futbolístico del equipo, hay que remontarse también a junio de 1994, cuando bajo la conducción del técnico Alberto Garro se adjudicaba el antiguo torneo del Interior y lograba el pasaporte al entonces campeonato Nacional B.
A partir de allí, el camino fue largo y difícil para el conjunto mendocino, donde logró ingresar a algunos torneos reducidos, pero también supo del sufrimiento de escaparle al descenso en las últimas fechas.
Al hablar de Godoy Cruz, no se puede dejar de mencionar a quienes forjaron esta historia que culminó anoche con el tan ansiado ascenso a Primera División: el arquero Claudio Manchado, que este año dejó la práctica profesional para dedicarse a sus obligaciones laborales; Rafael Iglesias, Osvaldo Marcucci, los hermanos Osvaldo y Rubén Almeida, Daniel Oldrá, ex técnico y actual ayudante de campo de Llop, entre otros.
Pero por sobre todo, hombres como el "Cachorro" Abaurre, un hijo pródigo del club, un goleador de raza que superó hace rato la barrera de los 100 goles vistiendo los colores azul y blanco, que el año pasado se dio el gusto de ascender con Gimnasia de Jujuy, pero anoche logró su sueño: llegar a Primera con el club de sus amores.
Y llegó este nuevo proyecto futbolístico que comenzó a gestarse a principios del año pasado, con el arribo del técnico Juan Manuel Llop y un grupo de jugadores que supo interpretar sus convicciones futbolísticas.
Un entrenador medido a la hora de explicar una victoria o justificar una derrota, pero que nunca se apartó de sus ideales que pretendía para su equipo dentro de la cancha, un verdadero hacedor que quedará en la historia del club bodeguero, junto a su ayudante de campo, Oldrá, quien conoce al club como a su propia casa.
Llop llevó al equipo a adueñarse en forma indiscutible del torneo Clausura, cuando en Rafaela, le ganaba el 3 de diciembre pasado a Ben Hur 1 a 0 y postergaba las aspiraciones de Almagro.
En el torneo Clausura, luego de un comienzo alentador, el equipo fue perdiendo terreno en la tabla y allí estuvo la sapiencia del entrenador para ir rotando al equipo y mentalizar sicológicamente y futbolísticamente a los titulares que tendrían que definir el ascenso con el ganador de dicho torneo.
Godoy Cruz, ganador del torneo Apertura, con 40 puntos de los 54 en juego, primero en la Tabla General acumulada, con 63 unidades en 38 partidos jugados, con 17 victorias, 12 empates y 9 derrotas, 49 goles a favor y 35 en contra.
Los números cantan a las claras, si hay que hablar de justicia en el fútbol, Godoy Cruz fue un legítimo campeón y merecidamente logró el ascenso a Primera División.
Al fin y al cabo, luego de 21 años, un equipo de la tierra del sol y del buen vino estará en el fútbol grande de Argentina.
Chacarita y Huracán se clasificaron ayer como finalistas del torneo reducido de la Primera B Nacional, clasificatorio para un repechaje con Argentinos Juniors por una plaza en primera división.
Chacarita igualó sin goles con Talleres de Córdoba, como local, en el partido desquite jugado en el estadio de Almagro.
El conjunto de Héctor Rivoira había ganado por 2 a 0 el primer encuentro, jugado en Córdoba, el martes último.
Una semana después de perder el título del Clausura a manos de Nueva Chicago, en Córdoba, Talleres desperdició la última ocasión de la temporada para regresar a la máxima categoría del fútbol argentino.
La ventaja conseguida en el estadio Olímpico convirtió a Chacarita en un equipo conformista y especulador con la urgencia de un rival golpeado anímicamente.
Por su parte, Huracán goleó anoche a San Martín de San Juan por 3 a 0, en Parque de los Patricios. El delantero Joaquín Larrivey abrió el marcador; el volante Walter Coyette, figura del partido, lo amplió y el mediocampista Cristian Sánchez Prette lo cerró más tarde.
San Martín sufrió la expulsión del defensor Martín Ortiz, a los 23 minutos del segundo período.
La primera final entre Huracán y Chacarita se jugará en el estadio Tomás Adolfo Ducó el martes próximo y la revancha, el sábado siguiente en cancha de Almagro, donde el equipo de San Martín juega como local.
Ante igualdad de puntos y diferencia de gol en la serie, Chacarita ganará el derecho de jugar la promoción por su mejor posición en la tabla general de la temporada.
De la Redacción de El Litoral