Irak: crece el escándalo por matanza de civiles

El creciente escándalo en torno de la supuesta matanza de civiles por parte de marines de EE.UU. en Hadiza (Irak) obligó al presidente de EE.UU., George W. Bush a salir hoy al paso y prometer castigo para los culpables, "si se violó la ley".

En su primer comentario acerca de las denuncias, tras reunirse con el presidente de Ruanda, Paul Kagame, Bush se declaró hoy "preocupado por las primeras informaciones" en torno de lo ocurrido en Hadiza, una localidad a unos 200 kilómetros al norte de Bagdad, en pleno "triángulo suní", donde han tenido lugar algunos de los peores episodios de violencia de la guerra.

"Si de verdad se violaron leyes, habrá un castigo" para los culpables, insistió el presidente, que agregó que ha abordado el asunto con el jefe de Estado Mayor de la Defensa, el general Peter Pace, que también pertenece al cuerpo de Marines.

El Pentágono ha abierto dos investigaciones que promete "exhaustivas" sobre el asunto, una sobre las muertes y otra para determinar si los soldados intentaron encubrir lo que había pasado, pero hasta el momento sus declaraciones oficiales han sido muy limitadas.

Lo que se sabe hasta ahora es que 24 civiles, entre ellos mujeres y niños, murieron en Hadiza el pasado 19 de noviembre, después de que una patrulla de Marines sufriera una emboscada en la que perdió la vida un militar estadounidense.

Testigos aseguran que los marines abrieron fuego de manera indiscriminada contra civiles desarmados que viajaban en un taxi y luego contra los habitantes de dos casas en represalia por el ataque.

En sus primeros informes sobre el asunto, en cambio, los marines aseguraron que las muertes se debieron a las bombas empleadas en la emboscada.

De confirmarse las denuncias, el incidente sería la peor atrocidad perpetrada por las tropas estadounidenses en Irak en los tres años de guerra.

El escándalo podría igualar o superar las dimensiones del de Abu Ghraib, la prisión de Bagdad donde soldados estadounidenses torturaron a presos iraquíes y que Bush ha descrito como el peor error cometido por EE.UU. en esta guerra.

Algunos oficiales, que han hablado a los medios bajo la condición del anonimato debido a lo delicado del asunto, han apuntado que las investigaciones preliminares parecen confirmar que los marines mataron a los civiles sin provocación previa.

Según estos oficiales, las pruebas forenses muestran que los cadáveres de los civiles muertos presentan impactos de bala y heridas que no se corresponden con la explosión de una bomba.

El periódico The New York Times informa hoy que la investigación preliminar sobre las muertes, que encabeza el coronel Gregory Watt, descubrió certificados de defunción que indicaban que las víctimas sufrieron disparos en la cabeza y el pecho.

EFE