La Tate Modern de Londres inauguró una nueva presentación de sus colecciones, develando un nuevo concepto expositivo que privilegia el "diálogo" entre artistas. Por primera vez desde que abrió sus puertas en el 2000, la Tate Modern ha reordenado su colección según un "concepto expositivo totalmente nuevo", que "explora las conexiones" entre artistas, explicó Sir Nicholas Serota, que dirige las tres galerías Tate en Gran Bretaña.
Este ordenamiento "experimental" no obedece a un orden cronológico ni temático, pero los toma en cuenta en esta exposición que se desarrolla en dos plantas de este museo de 34.000 metros cuadrados de superficie.
Un 40 % de las 400 obras de las colecciones permanentes de la Tate que han sido colgadas en 48 galerías, divididas en cuatro grandes áreas no ha sido expuesta antes en esta popular galería, situada en una antigua central eléctrica a orillas del río Támesis.
"Poesía y sueños" se centra en el surrealismo; "Estado de flujo" incluye el cubismo, el futurismo y el vorticismo, mientras que la sección bautizada "Gestos materiales" reúne al expresionismo abstracto y el capítulo "Ideas y objetos" está consagrado al minimalismo.
Por ejemplo, el cuadro "Whaam!", ejecutado en 1963 por Roy Lichtenstein cuelga cerca de una escultura del italiano Umberto Boccioni, para introducir la sección dedicada al cubismo y futurismo.
La nueva presentación, titulada "UBS Openings: Tate Modern Collection", para destacar el fuerte apoyo económico dado a la galería por el banco suizo UBS, incluye también un área dedicada a las nuevas adquisiciones.
Serota destacó, asimismo, el esfuerzo desplegado últimamente por la Tate para abrirse al arte de otras regiones. Entre las nuevas adquisiciones hay una obra del brasileño Cildo Meireles, una instalación con varios cientos de pelotas de goma rodeadas de una red.
Ana María Echeverría (AFP)