AFP
Los gastos militares mundiales alcanzaron un nivel récord en 2005, a 1,118 billones de dólares, la mitad de los cuales corresponde a Estados Unidos, según el informe anual del Instituto Internacional de Investigación por la Paz de Estocolmo (Sipri), publicado hoy.
Con respecto a 2004, el monto total aumentó 3,4 % y equivale a 173 dólares por habitante en el planeta.
El aumento del presupuesto militar estadounidense, principalmente debido a las guerras en Irak y Afganistán y a los ciclones Katrina y Rita, es la causa de la mayor parte del incremento de los gastos militares mundiales en 2005.
"Estados Unidos es responsable de 48 % del total mundial, seguido de lejos por Gran Bretaña, Francia, Japón y China, cada uno con 4 a 5 %", señala Sipri.
En 2004, Estados Unidos gastó 47 % de los 1,035 billones de dólares desembolsados por el planeta.
"La tendencia del gobierno de (el presidente norteamericano George W.) Bush a recurrir a la fuerza en forma unilateral no parece haber cambiado, pero los problemas en Irak parecen impedirle ir más allá de alusiones ocasionales a un uso preventivo de la fuerza", constata este instituto.
El incremento de los precios mundiales del crudo permitió a los países productores de petróleo obtener beneficios con los cuales pudieron incrementar sus gastos en armamento en Argelia, Azerbaiyán, Rusia y Arabia Saudita.
China e India también contribuyeron al alza de los gastos mundiales en armamento, aunque los suyos no son más que una fracción de los de Estados Unidos, añade Sipri.
Rusia mantuvo su posición de primer proveedor de armas en el mundo, un lugar que ocupa desde 2001, con aproximadamente 30 % de las ventas de armas, superando a Estados Unidos, Francia, Alemania y Gran Bretaña.
La mayor parte de las exportaciones rusas fue a China e India, mientras que los principales clientes de Estados Unidos fueron Grecia, Israel, Gran Bretaña y Egipto.
Las ventas de armas de las 100 principales empresas del sector aumentaron 15 % en 2004, el año de los últimos datos disponibles.
En 2005 hubo 17 conflictos, principalmente en Asia. Se trata de la cifra más baja desde el final de la Guerra Fría, y por segundo año consecutivo, no hubo ninguna guerra entre Estados.
La religión se convierte en un elemento adicional en los conflictos, observa el Sipri.
"Desde hace algunos años, y sobre todo luego de los acontecimientos del 11 de septiembre en Estados Unidos, el islam radical ha sido identificado como una fuente de violencia, incluyendo al terrorismo", según este informe.
En Irak, la violencia continuó en 2005.
El número de operaciones multilaterales en favor de la paz llegó a 58 en 2005, con un total de 289.500 empleados militares y 175.000 civiles, de los cuales 184.000 fueron empleados militares y de la policía civil en Irak.