Vacía remake de un clásico del terror


Por Juan Ignacio Novak

En 1976, Richard Donner delineó una de las más famosas películas de horror de todos los tiempos, titulada "La profecía". Protagonizada por un veterano Gregory Peck y por Lee Remick, narraba la historia de un niño criado por una acomodada familia americana, que al cumplir cinco años de vida, comenzaba a tener comportamientos extraños, como si fuera presa de una posesión diabólica. Las temibles sospechas de su padre, un importante diplomático, se hacían más terroríficas y empezaban a tomar forma, cuando todas las señales apuntaban a que el pequeño -de nombre Damien- era la encarnación misma del Anticristo.

Con una brillante banda sonora creada por Jerry Goldsmith, ganadora de un Oscar de la Academia, con soberbias actuaciones y con un notable manejo del suspenso, "La profecía" tuvo un éxito arrollador en su momento, y dio pie a una gran cantidad de secuelas, nunca a la altura de la original. Y rápidamente escaló un alto lugar en el pedestal del cine de horror.

Treinta años después, las estrategias de marketing de los estudios de Hollywood idearon la producción de una remake de aquella obra maestra, aprovechando la llegada de una fecha singular: el 6 de junio de 2006, o el 666, número muy significativo en la tradición religiosa, que representa a "la Bestia", al demonio. Este procedimiento derivó en una de las remakes más esperadas y a la vez intrascendentes de los últimos tiempos.

John Moore, responsable de otra remake como "El vuelo del Fénix", se limita a realizar una copia exacta, escena por escena, de la original, aportando sólo un par de secuencias donde se trata de aprovechar la abundancia de recursos tecnológicos disponibles en la actualidad. Por lo demás, no se cambia un ápice de la versión anterior. Lo más sobresaliente sea tal vez la breve -pero al mismo tiempo adecuada- interpretación de Mia Farrow, que siempre borda sus interpretaciones.

Nada por agregar

Además, los protagonistas ofrecen actuaciones débiles, que quedan absolutamente opacadas por las notables actuaciones de Peck y Remick. El problema es que sus roles no llegan a ser convincentes, no por falta de talento, sino porque el guión deja de lado la profundidad psicológica de los personajes, aspecto más cuidado en la original.

Por lo expuesto, los espectadores que no hayan visto la versión de Donner, se encontrarán frente a una película de terror interesante, pero vacía y demasiado parecida a otras tantas realizadas en los últimos años. Mientras que los que pudieron disfrutar aquella legendaria versión de los años setenta, se encontrarán ante un filme que no aporta nada, que sólo despierta añoranzas.

En los últimos tiempos, el cine de Hollywood viene ofreciendo una serie de productos que se basan pura y exclusivamente en el marketing, y se olvidan del papel del cine como narrador de historias. Es el caso de "La profecía", una película correcta en los aspectos técnicos, pero sumamente inferior a la versión original.

La profecía

(USA, 2006); dirección: John Moore, intérpretes: Julia Stiles, Liev Schreiber, Mia Farrow, David Thewlis, Pete Postlethwaite, Michael Gambon, Seamus Davey-Fitzpatrick, Nikki Amuka-Bird, Reggie Austin, Marshall Cupp;

guión: David Seltzer, basado en el guión de "La profecía" de 1976, producción: John Moore y Glenn Williamson, música: Marco Beltrami, fotografía: Jonathan Sela, montaje: Dan Zimmerman, diseño de producción: Patrick Lumb; vestuario: George L. Little.

Calificación: Regular.