EFE-AFP
Quince años después de que le llamara a su lado Juan Pablo II, el cardenal italiano Angelo Sodano, de 79 años, deja la Secretaría de Estado vaticana y cede el puesto a otro italiano, el hasta ahora cardenal de Génova, Tarcisio Bertone, de 71 años, considerado un hombre de la línea de Benedicto XVI.
Sodano presentó su dimisión, como es obligatorio, cuando cumplió 75 años de edad, pero Juan Pablo II le mantuvo en el cargo y Benedicto XVI dos días después de ser elegido Papa, es decir el 21 de abril de 2005, lo primero que hizo fue nombrarle de nuevo "número dos" del Vaticano.
Este piamontés nacido el 23 de noviembre de 1927 en la pequeña localidad de Isola D'Asti, muy unido a su tierra y que no tuvo experiencia pastoral en diócesis, fue nombrado por Juan Pablo II secretario de Estado el 29 de junio de 1991.
Licenciado en Teología por la Universidad Pontificia Gregoriana y en Derecho Canónico por la Universidad Pontificia Lateranense, fue ordenado sacerdote en su ciudad natal el 23 de septiembre de 1950 y en 1959 fue llamado a Roma para entrar en el Cuerpo Diplomático de la Santa Sede.
El 30 de noviembre de 1977 fue nombrado por Pablo VI arzobispo de Nova di Cesare y nuncio apostólico en Chile, la que considera, según dijo en alguna ocasión, su segunda patria. Habla perfectamente español.
Fue nuncio en los años de la dictadura de Pinochet y sus críticos le recriminan su "excesiva amistad" con el dictador.
Esa amistad fue la que lo llevó el 17 de febrero de 2000 a mostrarse contra la petición de extradición pedida por España a Gran Bretaña, donde se encontraba en esos momentos Pinochet.
Según el cardenal se trataba de "un caso humanitario".
Sodano logró que Juan Pablo II visitara el Chile de la dictadura en 1987. Se lo criticó por haber permitido que el Papa se asomara al balcón del Palacio de la Moneda junto al dictador.
Justificó la visita señalando que era preferible que el Papa viajara a ese país y empujar así el camino hacia la democracia antes que impedir a los chilenos que gozaran de su presencia.
También participó en la mediación vaticana para solucionar el problema del Canal de Beagle, que enfrentó a Chile y Argentina.
En 1988 regresó a Roma como secretario del Consejo para los Asuntos Públicos de la Iglesia y el 1° de marzo de 1989 asumió el cargo de Secretario para las Relaciones con los Estados (ministro de Exteriores).
En el consistorio del 28 de junio de 1991 Juan Pablo II lo nombró cardenal y un día después, secretario de Estado vaticano.
Se le criticó duramente por el hecho de que la Santa Sede en 1992 fuera uno de los primeros Estados que reconoció la independencia de las repúblicas balcánicas de Croacia y Eslovenia, lo que enfrió las relaciones con la en ese momento poderosa Serbia y sus aliados.
Conocedor a fondo de la Curia, Juan Pablo II tenía plena confianza en él.
Sodano expresó hoy su agradecimiento al Papa por haberle mantenido a pesar de su edad. El purpurado sigue como decano del Colegio Cardenalicio.
En tanto, el arzobispo de Génova asumirá el cargo el 15 de septiembre.
Bertone, con poca experiencia en el campo diplomático y mucha pastoral, actual arzobispo de Génova (norte de Italia), será el próximo "primer ministro" del papa Benedicto XVI. Ya fue su mano derecha durante siete años, cuando el cardenal alemán Joseph Ratzinger ejercía el cargo de secretario de la Congregación para la Doctrina de la Fe, el ex Santo Oficio, o Tribunal de la Santa Inquisición.
El Papa sustituirá también a uno de los principales colaboradores de Sodano, el llamado "ministro de Relaciones Exteriores" del Vaticano, cargo ocupado por el monseñor italiano Giovanni Lajolo, de 71 años.
El nombre de la persona que lo reemplazará en ese cargo no fue revelado, pero lo que sí fue anunciado es que Lajola pasará al cargo de gobernador de la Ciudad del Vaticano a partir del 15 de septiembre para reemplazar al cardenal estadounidense Edmund Casimir Szoka, de 78 años.
Se trata de todos modos de una promoción para Lajolo, quien estuvo sólo tres años en el cargo, y que implica el otorgamiento del título cardenalicio.
No se sabe tampoco si el llamado "ministro de Interior" del Vaticano, el monseñor argentino Leonardo Sandri, autor de muchos de los discursos de Juan Pablo II, también será reemplazado. Todo parece indicar que permanecerá en su cargo por ahora para luego recibir un nombramiento con nivel cardenalicio.
El equipo que trabajará con el nuevo secretario de Estado a partir de septiembre no ha sido definido, pero lo que sí resulta claro es que el pontífice prefiere una figura con características pastorales como "número dos".
Otra novedad en El Vaticano será el cambio del vocero del Papa, el español Joaquín Navarro Valls, quien contó en una entrevista a la televisión italiana que le ha pedido a Benedicto XVI que le permita retirarse tras 22 años como portavoz de la Santa Sede.