Centenario del nacimiento del Dr. Enrique Escobar Cello

Una convicción inquebrantable en los principios constitucionales, que son el sustento de la Argentina profunda, signó el estilo personal del Dr. Enrique Escobar Cello, cuyo centenario de nacimiento se cumplirá el 4 de julio.

Esa convicción indoblegable se patentizó en los renunciamientos, apartados de todo alarde, a las posiciones partidarias, provinciales y nacionales que se fueron ofreciendo en su extensa carrera política y de las que se apartaría repetidamente por respetables actitudes principistas. En su niñez en la casona de los Cello, en nuestro barrio Sur, en la ribera fluvial que la bañaba (ahora, a orillas del lago del Parque Sur), asimiló de sus mayores la rectitud cívica y una conducta varonil sin dobleces y de mano tendida que lo definieron social y políticamente.

En unos apuntes autobiográficos, esbozados con afilada y nerviosa caligrafía, rinde homenaje a su padre puntano y primer médico pediatra en Santa Fe, el Dr. Edmundo Escobar, y su madre, María Josefa Cello, recordada docente santafesina. Egresado de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad Nacional del Litoral, se incorporó a la administración pública como funcionario de la Dirección General de Rentas Provincial, de la que se alejó por renuncia y dedicación a su estudio jurídico y a la cátedra universitaria. A la par, su militancia partidaria en la Unión Cívica Radical (Comité Nacional), lo determinó en las luchas internas. Fue diputado constituyente en 1954 y presidente del Colegio Electoral que proclamó la fórmula Frondizi-Gómez; en tanto, acompañó al gobernador Carlos Sylvestre Begnis como ministro de Gobierno, Justicia y Culto, cargo al cual renunció posteriormente al aceptar, en 1959, ser embajador del presidente Frondizi ante la República Dominicana y, luego, ante el gobierno de Nicaragua.

A su retorno al país, para asumir la intervención federal en Salta, por disposición del presidente Frondizi, protegió el exilio 45 perseguidos por el dictador Trujillo. Al ser derrocado Frondizi por golpe militar, declinó colaborar con el presidente provisional Dr. Guido, renunciando a sus cargos diplomáticos y políticos.

La docencia universitaria en la cátedra de Derecho Penal y la versación jurídica en su bufete de abogado conformaron sus pasiones insobornables hasta su fallecimiento, el 17 de junio de 1984, a los 77 años de edad.

El martes 4 de julio de 2006 se oficiará una misa en su memoria en la Iglesia de los Milagros, a las 19.30.