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Martín Scandol-Néstor Fenoglio
Simes inició sus actividades en el año 1970 y desde 1987 está en la avenida Facundo Zuviría al 7200, aunque para muchos pudo pasar desapercibida. Exporta desde sus inicios y es un grupo de socios santafesinos el que la conduce, con unos 30 empleados, tercerizando en otros talleres algunos trabajos.
De perfil bajo, esta empresa acaba de exportar plantas para fabricar dulce de leche con un novedoso criterio de ingeniería a Italia y Francia, al tiempo que produce bombas centrífugas, bombas positivas, homogeneizadores de pistones y atomizadores para diversas industrias alimenticias, como Danone, Mastellone, Parmalat, Sancor, Williner, Arcor, Pritty, Coca-Cola en Brasil, y para empresas de ingeniería que venden plantas llave en mano en la Argentina y en el exterior.
Dos de sus socios, el ingeniero Humberto Bianculli y Adrián Gandino, comentaron que "la empresa nació como proveedora de equipos para las empresas de ingeniería que hacían plantas. En su momento, reemplazaba a los equipos importados. Después, fue creciendo y empezó a proveer sus productos a toda la industria".
Simes comenzó a exportar, en primer lugar, a Uruguay y otros países limítrofes. "Esto nos obligó a mejorar la calidad de los productos. Fabricamos conforme a las exigencias de calidad requeridas por las empresas certificadas de primera línea a nivel mundial. En este momento, estamos en proceso de homologación internacional, a pesar del costo que ello significa, así que veremos cómo resulta esta nueva etapa".
El tipo de cambio llevó a que, en dólares, estos equipos argentinos bajaran de precio con la misma calidad. Curiosamente, los equipos de Simes son de menor costo que los europeos que compiten en la línea. "Nos cuesta ofrecerlos, por eso. Tenemos que demostrarles a los compradores que están adquiriendo productos de igual calidad a menor precio".
La empresa tiene "una línea de equipos menores con los que da solución a los movimientos de fluidos en la industria, compuesto por bombas centrífugas, positivas de tornillo, de paletas flexible, de lóbulos, de pistones".
Estas bombas se emplean en las industrias alimentarias, químicas, cosméticas y farmacéuticas, donde se requiere construcción inoxidable y sanitaria, con confiabilidad en el servicio.
"No hacemos bombas de hierro para consumo masivo. Nuestras bombas sólo son para productos donde, por limpieza y proceso en sí, necesitan material inoxidable", dicen.
Es un nicho del mercado muy especial. "Esto, debido a que es todo a medida y no podés hacer 50 bombas iguales. Son todas similares, pero cada cliente tiene un requerimiento distinto".
Dentro de Argentina se vende aproximadamente el 80 % de la producción. Los clientes más importantes pertenecen a la industria alimenticia.
En bombas la competencia se ve representada, a nivel nacional, por 2 ó 3 marcas locales, pero Simes ofrece la línea completa para cubrir las necesidades que esta industria requiere. En general, los equipos importados suelen ser de mayores costos y no tienen la asistencia técnica ante problemas en tiempo y forma como las necesidades de la industria demandan.
Además de los equipos menores, la empresa fabrica el homogeneizador de pistones, al "que podemos definir como gran bomba de pistones, que permite obtener presión muy elevada, para luego obligar al producto, en una válvula especial, a caer bruscamente a presión atmosférica, lo que produce una disminución del tamaño de partícula, dispersión homogénea de los componentes y estabilidad de la mezcla".
Esto da lugar, según el producto, a la mejora de la textura. En la leche, evita la formación de nata con menor tamaño de glóbulos de grasa y mejora la estabilidad de las mezclas (en jugos y emulsiones de aceite).
"En la Argentina somos los únicos que lo fabricamos. En Brasil existen 2 empresas y, después, están los importados reconocidos internacionalmente, con valores muy superiores a los nuestros. Ese equipo fue trascendente para el crecimiento de la empresa, porque sustituyó al importado".
En el caso de la industria del helado, el homogeneizador mejora el sabor y le da a la crema un cuerpo distinto. En el dulce de leche, se mejoran la textura y el brillo del producto.
Otro producto importante es el atomizador rotativo para el secado en las cámaras tipo spray. "Para el secado de distintos productos (leche en polvo, huevo, sangre, tanino), una forma de hacerlo es empleando este equipo, que gira a más de 15 mil vueltas. Atomiza el líquido concentrado y, en la cámara, mediante aire caliente, se retira la humedad y se obtiene el polvo final.
"Nosotros desarrollamos este equipo reemplazando los importados, de similar prestación con menor costo de adquisición y mantenimiento muy inferior. La prestación del equipo obliga a trabajar con tolerancias restringidas y alta precisión para poder tener un servicio confiable y libre de vibraciones".
En esto se reemplazó el criterio del importado. "En lugar de usar un sistema de engranajes para aumentar las vueltas que da el motor, llevarlo de 3 mil a más de 15 mil revoluciones, nosotros utilizamos un sistema de bandas especiales de alta velocidad".
El equipo de dulce de leche que ya se vendió en Italia y Francia nació a través de una integración con Bacchetta Ingeniería, que presentó un criterio distinto para fabricar dulce de leche en forma continua.
"Nosotros desarrollamos el equipo para ese nuevo criterio", cuentan socios de Simes. "El equipo permite controlar el dulce a obtener con parámetros cuantitativos como temperatura, caudal, reemplazando por su menor costo operativo y control del proceso al método tradicional de paila".
Un objetivo del equipo, era "hacer dulce de leche a partir de leche en polvo, para industrias y heladerías, sobre todo en México, con disponibilidad de leche en polvo y no fluida".
En la paila no siempre se pueden manejar los parámetros en forma constante, dependiendo exclusivamente del maestro dulcero cada partida. En la Argentina se fabrican máquinas para dulce de leche continuo o semicontinuo, pero no con este criterio.
La empresa francesa que lo compra, La Franco-Argentine, tiene una tienda de productos argentinos como yerba, alfajores, chocolates. "Ahora fabrica dulce de leche con paila, pero adquirió el equipo para aumentar su producción e iniciar la de una línea de alfajores". Algo parecido sucede con la empresa italiana, que fabricará dulce de leche.
Dante Geromin, en el año 1970, inició la empresa con estas ideas, las cuales con el crecimiento se fueron afianzando. "Luego se incorporó Héctor Altamirano, y finalmente nosotros".
Al principio se ofrecían equipos para las cámaras spray. "Se empezó trabajando en forma exclusiva para empresas de ingeniería santafesinas. Después se fue creciendo en otros productos y empezó a proveer a otras industrias".
"En ese entonces, lo importado era muy costoso por lo que proveíamos a esas empresas. Después hubo una crisis para ellas con el 1 a 1 porque era muy fácil traer de afuera plantas llave en mano por la financiación externa. A nosotros también nos terminó perjudicando, pero seguimos atendiendo con servicio a nuestros clientes que necesitan adaptaciones de equipos. Por eso seguimos vendiendo equipos en la crisis".
"Desde los primeros atomizadores, se ha evolucionado en 3 generaciones de modelos, permitiendo ofrecer en la actualidad la mayor confiabilidad del producto en servicio continuo. Hoy tenemos equipos en todos los países de América (incluso en Estados Unidos), en Italia y Francia".
Las exportaciones
han pasado a ser más importantes en los últimos tiempos para la empresa. "Hoy, un alto porcentaje de nuestra facturación tiene como destino el exterior en forma directa. Pero si hiciéramos un análisis fino, más del 50 % de nuestra producción se exporta, por lo que se va indirectamente. Proveemos nuestros equipos, a empresas de ingeniería, que hacen plantas que luego van al exterior incluyendo nuestros equipos ".