camino al altar
Para lucir como una reina. Es importante tener en cuenta que un modelo de vestido puede parecer perfecto en un cuerpo determinado y no ser el adecuado para la novia en cuestión. Ahora el novio puede besar a la novia...
Después de establecer la fecha de la boda, urge acordar una cita con el diseñador elegido. El tiempo de ejecución del vestido varía con el grado de complejidad del modelo. Internet o revistas especializadas pueden resultar de gran ayuda para orientar pero, lo mejor es ir con la mente abierta y dejar que el experto sugiera.
Además de tener en claro con qué presupuesto se cuenta, es importante ir a este encuentro con alguna persona de confianza, que ayude al momento de tomar la decisión.
El color
Cada cultura interpreta los colores con un significado particular. En las culturas occidentales se considera para la novia, el color blanco; mientras que para el islamismo, es el negro.
El color blanco del vestido de novia occidental representa la virginidad y la pureza. El amarillo -que es común en muchos países como Estados Unidos e Inglaterra- se identifica con el dios del amor y la abundancia.
La tradición de usar un hermoso vestido blanco en las bodas fue impuesta en el año de 1840 por la Reina Victoria, quien el día de su matrimonio lució un elegante vestido blanco, rompiendo con la costumbre que privaba en ese entonces a las novias de utilizar su vestido preferido para el día de su boda.
Uno para cada figura
Todas las novias desean estar maravillosas el día de su boda. Para ello es muy importante que no elijan únicamente el vestido en función de lo lindo que les parece. Un aspecto muy importante es que le ayude a lucir una figura elegante y fina.
Si es rellenita, el modelo del vestido se debe ajustar al talle pero siempre evitando los diseños barrocos como, por ejemplo, llevar muchos adornos en las caderas. En este caso, favorecen las líneas verticales en telas con mucha caída. Las más favorecedoras son el crepé y el chifón.
Las muy delgadas deberán inclinarse por un vestido amplio en la falda y corto en el talle, siendo aconsejable que éste sea trabajado. Las telas más convenientes son el tafetán, la organza y el shantung.
Si la novia tiene mucho busto, se deben elegir los escotes rectos, altos y muy sencillos y los adornos deben situarse en otras partes del vestido.
Si por el contrario, el busto es pequeño, son aconsejables los vestidos de corte imperio y con el talle bastante trabajado y recurrir a la ayuda de corpiños que lo aumenten.
Si la cadera es ancha, es aconsejable un corte de cintura baja y una falda sencilla. En cambio, si es estrecha, el corte debe estar sobre la cintura y la falda debe estar bastante trabajada.
Para mandar a hacer tu vestido
Un vestido confeccionado a medida puede ser más barato o más caro que uno comprado, dependiendo de la complejidad y de los materiales usados. Sin embargo, es más fácil que el diseñador se adapte al presupuesto con el que se cuenta, que en una boutique rebajen el precio para hacerlo accesible al bolsillo de la novia.
Para estar segura de que es el mejor diseñador para la ocasión, vale la pena preguntarle qué estilo de prenda recomienda de acuerdo a las características físicas, al presupuesto disponible, a la hora en que se realizará la boda y al tipo de fiesta que habrá luego.
Averiguar si el mismo diseñador se ocupará de los complementos del traje o pedirle que recomiende quién puede hacerlos.
Si el vestido está en una boutique...
Buscar algunos modelos en revistas y visitar varias tiendas de novia.
Recorrer los diferentes negocios con bastante anticipación, de modo de tener tiempo para posibles retoques.
Sin desesperarse, tomar varios días para visitar todos los negocios posibles.
Contar a la vendedora cómo será la boda, de modo que pueda ayudar a encontrar el vestido ideal.
Aclararle a esa persona con qué presupuesto se cuenta.
Concurrir con una persona de confianza y tomar el tiempo necesario de modo de probar todas las opciones posibles.
Elegir bien el talle para asegurar comodidad en las muchas horas que durará la fiesta.
Si se descarta el blanco, tener en cuenta el tono de piel para decidir el color del vestido.
En las previas
Probar el vestido con el peinado que se llevará ese día, mejor si ya está listo el tocado.
Las distintas pruebas deben hacerse con zapatos de un taco igual al que la novia llevará en la boda, para asegurarse de que el largo de la falda es el correcto.
Es importante que realizar las pruebas de vestido en un lugar que cuente con bastantes espejos, para que pueda verse desde todos los ángulos.
Al momento de probarlo, hacer todos los movimientos posibles para sentir cómo se adapta al cuerpo.
Si la elección recae en un vestido muy ajustado, se deberá tener cuidado con las variaciones de peso.
Si ya se tienen los accesorios o joyas resueltos, llevarlos a las pruebas para ver cómo lucen con el vestido.
Obviar el maquillaje, ya que se podría ensuciar el vestido.