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El servicio de fotografía y video que se contrata para todo casamiento comienza en la ceremonia civil, aunque actualmente está de moda que ésta se realice en el mismo salón donde será la fiesta, luego de la ceremonia religiosa. En ese caso, todo sucederá en el mismo momento y lugar.
En nuestra ciudad, los más destacados fotógrafos que trabajan en eventos sociales ofrecen a los novios la posibilidad de tomar fotos en sus estudios profesionales.
Ya no se acostumbran, como hasta hace algún tiempo, las tradicionales fotografías en exteriores, aunque es un detalle que depende de la jerarquía del evento y del lugar donde se realizará la fiesta.
Una vez en el salón de festejo, los fotógrafos se encargan de tomar imágenes fijas y en movimiento (video) de las mesas. Si bien este hábito ya no es tan usado, hay quienes las prefieren para asegurarse que todos los invitados estén registrados para el recuerdo. Como alternativa, se puede optar por fotografiar a los invitados de a grupos en la recepción; pero todo dependerá de la elección de los novios.
Antes del baile, se aprovecha para hacer las fotos de las familias de los novios, de a una por vez.
El vals, que es una de las últimas tradiciones que los novios se resisten a abandonar, será un momento especial para las fotos. El registro de estos minutos depende del deseo de los novios y de la importancia que le quieran dar. El consejo de los profesionales es que no se alargue tanto esa secuencia de la fiesta, por lo cual es necesario coordinar que en primer lugar pasen los familiares y después el resto de los invitados.
Durante la primera tanda de baile se aprovecha para hacer tomas espontáneas, ya que los novios y los invitados están más distendidos. En la primera pausa, se fotografía la mesa dulce (el brindis y el corte de la torta pasaron a la historia), la ceremonia del ramo, y se aprovecha para retratar a distintos grupos, de novios, de amigos, de familiares, etc.
Cuando comienza otra vez la música, ni bien se larga el cotillón, es un momento propicio para las fotografías y el video, por lo cual se hacen muchos registros porque es la parte más colorida de la fiesta.
En el último tramo de la fiesta, se hacen fotos de los novios como estén en el momento. Puede ser al amanecer, en el lugar de la fiesta o no. Y son fotos que se usan para cerrar el álbum.
Las parejas santafesinas son bastante tradicionales y no muchas aceptan una opción nueva que proponen los profesionales de la fotografía: tomar fotos e imágenes en video algunos días antes del casamiento, de los novios desarrollando sus actividades cotidianas, haciendo algo que los identifique o practicando algún hobbie.
Lo que se acostumbra bastante es armar un póster o cuadro con una foto de los novios, donde los invitados puedan estampar su firma y sus deseos para la pareja.
TODOS LOS DETALLES
El servicio de fotografía incluye también el armado del álbum. Para lo que se captan detalles de la fiesta (ramo, manos de los novios, alianzas, champagne, libreta) para usarlos en la diagramación y separación.
Al momento de contratar el servicio, se pueden armar distintos paquetes: el monto mínimo que se ofrece es el de cien fotos. Incluye un muestrario con todas las imágenes capturadas, para que los novios elijan cuáles quieren y de qué medidas (pueden ser de 13 x 18 cm, 15 x 21 cm ó 20 x 30 cm) según sus intereses y las sugerencias del fotógrafo. El costo oscila entre los $ 7 y $ 8 cada foto.
Por otro lado, el servicio de video incluye el registro de todas las ceremonias y, según se contrate, la proyección en pantalla grande de videos previamente armados o de imágenes que se vayan tomando durante la fiesta.