En pleno centro, el edificio que alberga al Liceo Dr. Victoriano Montes se distingue del resto de las construcciones no sólo por su magnitud, sino por su arquitectura ecléctica, su imponente fachada y sus jardines lindantes.

Detrás de los muros, que muchos asocian únicamente con el Colegio Simón de Iriondo, funciona también la Escuela 441 Victoriano Montes, que este año celebra 70 años al servicio de la educación secundaria.

La institución, fundada en enero de 1936, surgió como un desprendimiento del Colegio Nacional. Su finalidad era brindar formación a las mujeres que pugnaban por hacerse un lugar dentro de una sociedad que no le concedía las mismas oportunidades que a los hombres.

"En aquel momento, la educación estaba en manos de la religión, y el Colegio Nacional marcó un hito de independencia y libre pensamiento, que el Victoriano Montes adoptó después", señaló Teresa Lorenzi, directora de la institución.

Hombres y mujeres dejaron de encontrarse en las aulas del edificio ubicado en Mendoza, entre Urquiza y 4 de Enero, y empezaron a asistir en distintos turnos.

El correr del tiempo no sólo incrementó la cantidad de alumnos que asisten al colegio, sino que modificó la práctica y quehacer docente. "La escuela se fue haciendo más masiva con el paso de los años. Llegamos a tener 1.000 alumnos, pero hoy, debido a las condiciones con las que vienen los chicos, es imposible recibirlos a todos. Ninguna escuela puede sostener tanta cantidad de adolescentes con carencias, porque sería imposible brindarle la ayuda que necesitan. Hay chicos excluidos, hijos de familias con dificultades económicas, niños solos", señaló Lorenzi, tras comentar que hoy cuentan con 600 alumnos.

En este sentido, Armando Baldo, preceptor de la institución, sostuvo que los docentes tienen hoy que cumplir una función que va más allá de la enseñanza de una materia.

"Los chicos vienen con una problemática muy grande del entorno en el que se desenvuelven, y todo lo que sucede en su medio se ve reflejado en la escuela. Por eso hay una serie de problemas que nosotros tratamos de contemplar y de estar muy próximo a los chicos, haciéndoles un seguimiento muy directo", contó Baldo.

En el 2005, luego de 69 años de trayectoria, la escuela Victoriano Montes implementó la copa de leche, como una manera de brindar ayuda alimentaria y generar un espacio de contención. Dos años antes, la institución había mostrado también su perfil solidario, albergando y proporcionando una palabra de aliento a 800 familias durante la inundación.

Docentes y directivos del Victoriano Montes señalaron que para mejorar la calidad educativa en el último tiempo se equiparon "a nuevo" los laboratorios de biología y fisicoquímica, como así también el gabinete informático. Además renovaron y ampliaron la cantidad de volúmenes de la biblioteca, que hoy suman 2.000 ejemplares, a fin de facilitar a todos los adolescentes el contacto con los libros.

Como actividades especiales, la escuela organiza todos los años las Jornadas de Expresión Adolescente, con el fin de que "los chicos puedan mostrar lo que hacen en el aula". "Decidimos hacerlas porque veíamos que los chicos sienten la necesidad de participar y contar sus cosas. Eso los ayuda a integrarse y a perder el miedo de expresarse frente a los demás", comentó la docente Liliana Socin.

La escuela también organiza y fomenta en sus alumnos la participación en certámenes literarios, competencias que ponen a prueba el conocimiento y eventos de índole educativa.

Festejos

El aniversario fue en enero, pero el receso escolar llevó a la institución a postergar los festejos hasta el próximo 8 de septiembre. Un acto programado para las 15, en donde habrá lugar para discursos y videos con la historia de la institución, y un té del reencuentro, en el que no faltarán las anécdotas de los ex alumnos y la presencia de invitados especiales que amenizarán la tarde con música folclórica e instrumental, son las dos actividades que se realizarán.