No le quitan puntos pero corre peligro la cancha
Colón tuvo dos "Malandra": uno en la cancha y otro en la platea
El festejo de desahogo del chico Sebastián Malandra. Iban apenas 17 segundos de juego y un Colón necesitado le ganaba a Vélez en el Brigadier López. Después, a Colón lo apagó un encendedor. Foto: Luis Cetraro. 

Ganaba 1-0 desde los 17 segundos con un gol del pibe Malandra que se comió al "Gato" Sessa. Además, tenía una actitud distinta y lo controlaba a Vélez. Hasta que un plateísta -¿de Colón?- tiró un encendedor que hirió al línea y el árbitro Laverni lo suspendió. Agresor atrapado.

Tiene razón el interminable maestro Amílcar Brusa, símbolo de Santa Fe junto a Carlos Monzón primero y Carlos Baldomir después, cuando a sus 83 años y siendo el entrenador en actividad que más campeones del mundo modeló -14 en total- patentó la frase: "Contra lo único que no se puede luchar es contra la estupidez". No hay remedio para eso. Mucho menos la píldora del día después. Porque hay que partir de una base que es inconfundible, que muchos pretenden ocultar o directamente disimular mirando hacia otros lados en busca de atajos: una cancha de fútbol es un reflejo perfecto de lo que pasa en la sociedad. Y como vivimos, penosamente, en un país violento, el fútbol va en el mismo sentido. Porque además, de un tiempo a esta parte, el estadio pasó a ser algo así como "un gran inodoro social". Puede que en los "70 hubiera existido algo de eso, claro que mucho más sano. Como cuando un hincha le decía al otro, ante el insulto al árbitro o los jugadores: "Yo quisiera saber si en tu casa, a tu mujer le gritás de la misma manera. Seguramente gritás acá, porque en la semana allá te tienen cagando".

Pero los tiempos cambiaron. Para el fútbol y para la sociedad. Y, lamentablemente, en materia de seguridad, cambiaron para peor. A la cancha van caminando las mismas miserias que uno observa en la semana. ¿O usted piensa que el pibe que se fuma un porro con 8, 10, 12 años tirado en las veredas de la Recoleta -nombro este lugar porque está a la vista de todos, no porque tenga "exclusividad"- no va "fumado" a la cancha el fin de semana? Lo mismo va para los ladrones, violadores y matones que salen todos los días en este mismo diario pero en las páginas de Policiales.

Entonces, muchas veces, el fútbol se encuentra en un callejón sin salida. Que pasa siempre. O que pasó siempre y ahora es peor. Pero que tiene un punto de ebullición máxima esta semana, después que el sargento Daniel Giménez paró Gimnasia-Boca y quiso parar el fútbol después. Entonces, estaban todos sensibilizados. La agresión es inapelable y la suspensión del partido, por culpa del encendedor, inobjetable de parte del árbitro Laverni. Pero, como venía la cosa de "sensible", si le tiraba con un cigarrillo y le pegaba, seguramente se paraba igual el partido.

"Estamos haciendo todo lo posible para irnos al descenso de golpe, en una sola temporada", se quejaba un viejo palquista entrado en canas cuando todo había terminado. "Esto es de no creer, querido: ganando 1-0, jugando bien, con el partido controlado. Es verdad lo que leí en El Litoral el otro día: en lugar de tener el Cementerio de los Elefantes, ahora tenemos un millón de elefantes que mearon el Cementerio. Encima, al inútil éste el lunes lo sueltan y el que paga es Colón", protestaba un hincha más joven, pero con una camiseta oficial de hace cinco temporadas.

A Jesús Benito Tovar, de 41 años, socio activo de Colón y oriundo del populoso barrio Santa Rosa de Lima, no le faltaron anoche adjetivos calificativos. "Un delincuente nos arruina una fiesta", disparó el presidente Germán Lerche. "Son lacras sociales", dijo Luis Hilbert, vicepresidente. "Venimos con la soga al cuello, la gente pide que el equipo ponga y gane un partido. Cuando lo estamos haciendo, nos quedamos sin nada por culpa de un estúpido", expresó el goleador histórico de Colón y capitán, Esteban Oscar Fuertes. "Esto es ajeno a Colón", explicó un Falcioni sorprendido. Lejos de los parámetros de la vieja Real Academia Española, Tombolini explicó que "a Colón esta noche lo cagó un pelotudo".

Los dirigentes de Colón, con Lerche a la cabeza, anticiparon la expulsión "de por vida" de este tal Tovar de los registros de socios de la institución. Además, el mismo presidente se comprometió para que "no entre nunca más a ningún estadio de la República Argentina".

El Litoral está en condiciones de asegurar que no habrá quita de puntos para Colón en AFA, el partido seguirá en cancha de Colón o en otra cancha pero a puertas cerradas, habrá una importante cantidad de amonestaciones para la entidad sabalera y puede haber una fuerte sanción para el estadio que podría llegar a la suspensión de la localía por algunas fechas. Ahora, todo queda en manos de la dirigencia.

Lo concreto es que anoche, en medio de su crisis futbolística de los últimos tiempos, Colón -como dijo Falcioni- era por fin un equipo serio, seguro y firme. Que además, como si fuera poca cosa, de paso ganaba. Y le ganaba a Vélez, siempre complicado y respetable. Hasta que pasó lo que pasó. Dicen que el "17" es la desgracia. Sin embargo ahí se clavó el segundero cuando el "gato Sessa con guantes" no cazó los ratones de alegría que hizo soltar el zurdazo del pibe Malandra. El problema es que anoche Colón tuvo dos "Malandra". Uno en la cancha, el del gol más gritado de los últimos tiempos. Y otro en la platea, con un encendedor revoleado que impactó en la cabeza del juez de línea y motivó la suspensión de un partido que Colón tenía controlado como hace tiempo no se recuerda ante un rival importante en Santa Fe.

COLÓN 1 - VÉLEZ SARSFIELD 0

Cancha: Colón

Árbitro: Saúl Laverni.

Jueces de Línea: Walter Velaz (1) y Horacio Herrero (2).

Colón: Tombolini; Chitzoff, Guagua, Reynoso y Juan Fernández; Barrado, Esmerado, Velázquez y Malandra; Giovanny y Esteban Fuertes.

DT: Julio César Falcioni

Vélez Sarsfield: Sessa; Cubero, Pellegrino, Pellerano y Broggi; Ocampo, Moreno, Bustos y Papa; Castromán y Zárate.

DT: Miguel Angel Russo

Gol: a los 17 segundos del primer tiempo, Sebastián Malandra (C).

Amonestados: Guagua y Juan Fernández en Colón; Cubero en Vélez.

Incidencias: el árbitro Saúl Laverni suspendió el partido a los 42 minutos del primer tiempo como consecuencia de un encendedor que cayó de la platea este de Colón e impactó en la cara de Horacio Herrero, juez asistente número 2 que marcaba el ataque de Colón.

Darío Pignata[email protected]