Recupera el poder tras 12 años de socialdemocracia
Triunfo de centroderecha sueca preanuncia época de reformas
El próximo primer ministro sueco Fredrik Reinfeldt se consagraba hoy a formar su gobierno de centroderecha, luego de su histórica victoria sobre el socialdemócrata Goeran Persson, considerado por los analistas como el principal responsable de la derrota de la izquierda.

AFP-EFE

La oposición de centroderecha sueca obtuvo el 48,1 % de los votos y el bloque de izquierda el 46,2 % en las elecciones generales en Suecia, celebradas ayer, informó hoy la autoridad electoral del país tras haber escrutado la totalidad de las papeletas.

El Partido Socialdemócrata obtuvo el 35,2 %, 4,8 puntos menos que en 2002, seguido por el Partido Moderado (conservador) del futuro primer ministro, Fredrik Reinfeldt, con el 26,1 %, 10,9 puntos más que hace cuatro años.

Los otros dos integrantes del bloque de izquierda corren suerte desigual: el Partido de la Izquierda baja 2,6 puntos y alcanza el 5,8 %, mientras el Partido del Medio Ambiente sube un 0,6 % y logra el 5,2 %.

En el bloque opositor Alianza por Suecia, el único que sube es el Partido Centrista, que pasa del 6,2 al 7,9 %.

Reinfeldt, de 41 años, casi desconocido en Suecia hace tres años y sin experiencia gubernamental, logró derrotar a los socialdemócratas unificando a una derecha dividida.

El futuro jefe de gobierno prometió mejorar "el modelo sueco" sin destruirlo. Su principal objetivo es crear empleos combatiendo los abusos del sistema y disminuyendo la presión fiscal.

"En Suecia hay tradicionalmente una estrecha colaboración entre los gobiernos socialdemócratas y las empresas de tamaño internacional. El gobierno de centro-derecha debería consagrarse más a las empresas pequeñas y medianas", opinó Henrik Brors, un editorialista político del importante diario Dagens Nyheter.

Privatización y monopolios

La segunda parte de las reformas está vinculada con las privatizaciones y la supresión de ciertos monopolios del Estado.

"Ellos prometieron proteger al sistema de protección social y todo lo que depende del mismo: las subvenciones a las escuelas, la salud, la ayuda a los niños y a los ancianos", agregó Brors.

Reinfeldt deberá mostrar rápidamente su autoridad y su habilidad para formar un gobierno que refleje los diversos componentes de su mayoría, integrada por cuatro partidos, y que sólo dispondrá de una mayoría relativa en el Parlamento.

El próximo primer ministro asumirá el cargo el 5 de octubre, después de una votación en el Parlamento que debe ser una simple formalidad. Persson debe anunciar su renuncia este lunes, pero continuará ocupándose de las cuestiones en curso hasta el 5 de octubre.

"El centroderecha está ahora mejor colocado que en las anteriores victorias. El bloque está más unido y mejor preparado que nunca", afirmó en un editorial el diario Expressen.

"El próximo test será la formación del gobierno. Si Reinfeldt quiere partir en buena posición deberá mostrarse generoso con sus socios de la coalición en el momento de distribuir las carteras" ministeriales", agregó este cotidiano.

Ninguno de los líderes de los cuatro partidos de la Alianza -el Partido de los Moderados, del Centro, de los Liberales y de los Demócrata Cristianos- tiene la experiencia de haber ejercido el poder. Hacía 12 años que la derecha no estaba en el gobierno.

Apenas mayoría

La Alianza tendrá una corta mayoría en el Parlamento, con 178 diputados, contra 171 para la izquierda (socialdemócratas, verdes y ex comunistas).

Sin embargo, Goeran Persson, de 57 años, puede consolarse con la certeza de que su partido sigue siendo el más importante del país, con 130 bancas en el Parlamento, aunque sólo obtuvo 35,2 % de los votos, uno de los resultados más bajos de su historia.

Los analistas acusaron de la derrota al jefe de gobierno saliente. Una parte de los electores tradicionales de la socialdemocracia aspiraba al cambio y se sintió molesta por su imagen de hombre autoritario.

Su rechazo a crear un frente unido con los otros partidos de izquierda también explica su fracaso, según los observadores.

"Persson era demasiado dominante dentro del gobierno y personificaba lo que el centroderecha quiso demostrar durante esta campaña: que nuestra democracia podría beneficiarse de una alternancia", señaló el diario más importante de Suecia, el Dagens Nyheter.

Finalmente, según la experta en ciencias políticas Babro Hedvall, esta elección fue "un referéndum sobre Goeran Persson" y él lo perdió

El renovador de los conservadores suecos

El líder de la oposición conservadora sueca Fredrik Reinfeldt, que el domingo puso término a 12 años de gobierno socialdemócrata gracias a su victoria, es un dirigente partidario de "las cosas limpias", como lo demostró con la modernización que realizó en su propio partido.

Este hombre, de 41 años, padre de tres hijos y conocido por su sangre fría, remodeló por completo el Partido Moderado.

Reinfeldt ha sabido ganarse un electorado de centro, tradicionalmente adepto a los socialdemócratas.

"Es un hombre tranquilo y reflexivo. Tiene un discurso de consenso, que seduce a los electores", explica Henrik Brors, editorialista del diario sueco de referencia, el Dagens Nyheter.

Reinfeldt tomó el liderazgo del Partido Moderado en octubre de 2003, un año después de un estrepitoso fracaso electoral. La formación había obtenido solamente un 15 % de los votos en las legislativas de 2002.

Su trabajo ha dado fruto, ya que a pocos días de las elecciones los sondeos daban a los Moderados entre el 23 % y el 30 % de los votos.

Además logró por primera vez federar a los cuatro partidos de la oposición conservadora, que hasta ahora se presentaban en las elecciones por separado.

Nacido el 4 de agosto de 1965, Reinfeldt realizó estudios superiores de comercio. Antes de tomar el liderazgo del partido, dirigió sus juventudes desde 1992.

El líder de la oposición conservadora sueca ha crecido en un país fuertemente impregnado por el modelo del Estado-providencia, ideado por el Partido Socialdemócrata al término de la II Guerra Mundial. Reinfeldt está imbuido de este sistema, basado en una fuerte fiscalidad que permite financiar la educación y la sanidad.

"Es creíble cuando dice que quiere mantener el modelo sueco. Ha crecido con ese sistema y conoce sus ventajas", destaca Brors.

Mientras que sus predecesores, como Carl Bildt, han hecho llamamientos a la reducción de la mayoría de los impuestos arriesgando así los fundamentos del Estado-providencia, Reinfeldt defiende el modelo al mismo tiempo que invita al cambio moderado.

Reinfeldt acusa a los socialdemócratas de haberse dormido en los laureles, sobre todo en la cuestión del empleo.

El líder de los Moderados propone reducir los impuestos y los subsidios del paro, como parte de un paquete de medidas destinadas a animar a los desempleados a buscar trabajo.

Reinfeldt ha repetido durante toda la campaña que "Goran Persson (primer ministro socialdemócrata) dirige un `partido de asistidos', y nosotros somos el partido de los nuevos trabajadores".