Otro caso sin justicia
Doloroso adiós al empresario Devargo

Luchador El triste final para un hombre que dedicó toda su vida al trabajo y a su familia. Foto: Danilo Chiapello. 

El 25 de agosto lo asaltaron en su casa del barrio María Selva. Lo golpearon hasta dejarlo inconsciente y se fugaron. No hay detenidos.

Familiares, amigos y allegados a Carlos Mario Devargo (58) dieron hoy una sentida despedida a sus restos mortales, los que fueron sepultados en un cementerio privado de nuestra ciudad.

El infortunado dejó de existir como consecuencia de las gravísimas heridas que sufrió el 25 de agosto cuando una pareja de delincuentes lo asaltó en su propio domicilio del barrio María Selva.

En dicha oportunidad el hombre fue salvajemente golpeado -también su esposa, aunque en menor medida-, por los ladrones. El comerciante sufrió traumatismo de cráneo severo con desplazamiento de masa encefálica, lo que lo sumió en una penosa agonía que culminó en la madrugada de la víspera.

Esta mañana, todos quienes participaron de las exequias dejaron en claro las sensaciones que les provocó el suceso: una profunda indignación y un enorme deseo de justicia.

Ocurre que en este caso -como tantos otros- la violencia truncó una historia de vida prácticamente ejemplar. Devargo era un hombre que comenzó "de abajo" y que alcanzó un mediano progreso solo gracias al esfuerzo y el sacrificio. Valores que hoy quedaron como legado para sus hijos y nietos.

Aquel viernes...

Carlos Devargo abrió la puerta del frente de su casa para atender a dos personas que se acercaron con la excusa de conseguir trabajo. Era viernes, después del mediodía, hora en que seguramente se encontraría almorzando.

Las calles del barrio María Selva estaban tranquilas, y nadie pudo advertir cuando los visitantes empujaron a Devargo hacia el interior de la vivienda ubicada en Marcial Candioti al 6500.

Una vez adentro comenzaron a golpearlo, en presencia de su esposa Blanca. El episodio duró unos minutos, suficientes para provocar heridas irreversibles en el cuerpo del dueño de casa. Veinticuatro días después, luego de una larga agonía, falleció en el Hospital Cullen a las diez de la mañana.

Un ejemplo

Devargo tenía 58 años, y una pequeña empresa familiar. Comenzó pintando casas en una actividad que luego derivó en la compra-venta de propiedades. Vivía con su esposa Blanca Gloria Fernández. tenían tres hijos -dos varones y una mujer-; y tres nietos.

Al día siguiente del golpe -25 de agosto-, se supo que los victimarios fueron dos hombres con buena presencia, suficiente como para que el comerciante no desconfiara de ellos y les abriera la puerta. Por sus características, tendrían entre 25 a 30 años.

Según relató su esposa a El Litoral el mes pasado, ella fue llevada hacia otra habitación por uno de los atacantes. Mientras tanto, el otro no dejaba de castigar al hombre, a quien le pedía dinero en forma desesperada.

La mujer recordó también que los ladrones reclamaban por "el código o la clave", como si estuvieran tras el dato de una caja fuerte que albergaba un importante botín.

Se llevaron algo de dinero en efectivo, una impresora, dos teléfonos celulares, un reloj y las pulseras que la mujer llevaba puestas. También tuvieron tiempo de revisar el auto de la víctima, un Hyundai que estaba estacionado en la calle, de donde sacaron el equipo de música, varios CD, y algunos DVD.

Lo que viene

Respecto de las identidades de los atacantes, es poco lo que pudo saberse. Tanto en sede policial como judicial la única respuesta que se escucha es: "no tenemos nada".

Es bueno saber entonces que los responsables de esta investigación son la seccional 5ta. de policía, junto con la sección Homicidios de la Unidad Regional I, en coordinación con el juez de instrucción, Darío Sánchez.

De ellos depende que el caso Devargo no sume otro mojón en la larga lista de hechos impunes en nuestra ciudad.

Nada

Fuentes judiciales aseguraron que se está trabajando sobre algunas pistas para tratar de determinar quiénes fueron los autores de la golpiza que terminó con la vida de Carlos Mario Devargo. Sin embargo, reconocieron que por el momento no se lograron avances significativos sobre el crimen cometido en Marcial Candioti al 6500 del barrio María Selva.